martes, 29 de enero de 2008

Sin paradas

No es que a los cuarenta uno se de cuenta de que su tren ya pasó o de que no pasará nunca, no es eso. Es que uno al fin comprende que esta línea no tenía paradas y la única forma de subirse al tren era tomarlo en marcha.

5 comentarios:

  1. Las ganas que tenía de ver alguna foto tuya del tren, alguna he visto pero deberías enseñar más, que sé que las tendrás por ahí.
    El tren en el que yo voy es, más bien, en el que te despiertas después de una juerga: no tienes muy claro qué haces ahí, seguramente te has pasado de parada además de no parar cuando quieres, algún Dios sabrá adonde va y la vía férrea (nunca mejor dicho) no permite desvíos. Mirar por la ventanilla no me consuela.

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  2. Por cierto, la foto me encanta, no le hace falta gente aunque vayas en tren.
    Y que el anónimo es ignominioso, aunque ya lo sepass.

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  3. Foto preciosa, con lo q no estoy de acuerdo es q a los cuarenta ya se pasó el tren o no lo puedes coger. No he llegado a esa edad todavía pero estoy convencida q los trenes no dejan nunca de pasar, aunq eso sí, hay q estar atento y no despistarse
    Saludos

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  4. Una foto guapa, con intención.
    En cuanto a la vida, en mi estación, siempre hay un tren esperando para salir, y eso que ya pase los cuarenta.

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