miércoles, 27 de febrero de 2008

Angel caído

Siguiendo la teoría que defiende Patrick Harpur en “El fuego secreto de los filósofos”, el cristianismo, intolerante con la ambigüedad como toda religión monoteísta, no podía permitir que los diferentes seres sobrenaturales que en todas y cada una de las culturas paganas servían de mediadores entre los dioses y los hombres, fueran a la vez benignos y malignos. Y por eso fueron transformados y divididos en diablos y ángeles. “Sin embargo, su exclusión es ilusoria. Fieles a su naturaleza de forma cambiante, siguen apareciendo en nuestra cultura, pero de una manera tan alejada de su aspecto personificado tradicional que no resultan inmediatamente reconocibles.”

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