viernes, 21 de marzo de 2008

Procesión interna

No soy yo muy semanasantero que digamos. Esto de la pasión de muchos por la pasión de uno solo, no acabamos de entenderlo del todo los que vivimos aquí arriba, en la Cornisa, cerca del borde. Son fechas que todavía nos pillan un poco a contrapelo, más preocupados por los temporales que por las procesiones, que aquí tienen casi siempre un aire de desfile de la derrota, por mucho que la política turística se empeñe en lo contrario. Yo personalmente asocio la idea de procesión a gente que se desplaza con la cabeza cubierta y los pies descalzos, lo que suele hacer volar la imaginación acerca de las ocultas identidades y termina por robarle el protagonismo al que viaja encima, como en aquel inolvidable pasaje de “La Regenta”.
La verdad es que todas la religiones se apropian de los ritos y celebraciones preexistentes para afirmarse entre la población que las acoge (de mejor o peor gana). Pero a la larga la sacralización, nunca completa, del rito pagano termina revirtiendo y la resurrección acaba por ser sinónimo de renacimiento, esa acertada advocación de la primavera. En cualquier caso siempre se dice aquello de que la procesión va por dentro. Y cada cual busca su trance particular para evitar que el mundo se detenga.

4 comentarios:

  1. La procesión va por dentro, en efecto, y cada uno debe buscarse allí para comenzar el verdadero ciclo de la vida.
    Magnífica foto.

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  2. Desde dentro empezamos a salir, a darnos. Toca primavera, resucitar.
    La foto impecable.

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  3. Que razon tienes!!!! Cuantas veces entretuve el pensamiento de quien iria debajo y que razones le llevarian a auto castigarse tanto... Al que paseaban le dedicaba poca sustancia gris!!!! Y este agno mas que nunca, el contrate muerte y vida!!!! Me encanta tu texto y la foto es genial...

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  4. En pocas palabras: esta fotografia es un Sorolla auténtico. Genial.

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