sábado, 5 de abril de 2008

La vieja panera

El hórreo, la panera, la despensa aérea, la habitación improvisada, esa caja fuerte sostenida por los auténticos pilares de la tierra. Hoy, como tantos otros pedazos de la memoria rural, anda un poco venida a menos (y digo “anda” porque es un bien mueble y yo asistí al traslado de esta no hace mucho tiempo). A ésta de su antigua dignidad le quedan el dudoso honor de los trasteros, algunas patatas en la íntima penumbra y las riestras de cebollas, ajo y maíz ajustando sus carnes sobre la cálida madera del corredor. En la tarde de abril uno trata de protegerse del Nordeste y aspirar algo de ese sol que rezuma el castaño de las vigas y tablones. Y al fondo, el Cantábrico, hoy inaudible, es una diapositiva sobre la que me proyecto.

9 comentarios:

  1. Rasgos de un mundo antiguo, que volverá en este ahora de estrés y consumo.
    Magnífica foto.

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  2. Maiz en el sol. Perfecta .... y genial tambien!!
    Saludos

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  3. Qué foto y qué recuerdos de tiempos más humanos.

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  4. Xuan, Foto preciosa y muy bien tomada...La profundidad de campo, sensacional. besitos

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  5. Me gusta muchisimo, yo no he tenido la oportunidad de entrar en una panera, qué bonita.
    Por cierto parece por lo q se deja entrever q pueda ser el cabo peñas???, aunq no recuerdo alli ninguna panera.....
    Saludos

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  6. No, Charmante, no es el Cabo Peñas, si no el acantilado de la Punta La Vaca. Al otro lado de ese acantilado está Luanco.

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  7. Te ha quedado muy logrado el contraste del paisaje exterior asomándose al oscuro interior de esa caja de madera, donde lo que habita ya está muerto, arrancado de la vida, mientras fuera se sigue viviendo. Se distingue muy bien, además, el trabajo de la madera en el corredor. ¡Qué suerte de paisaje tenemos por aquí!

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