miércoles, 18 de junio de 2008

El Privilegio


Al poco de empezar a subir el Puerto Ventana llegarás a Páramo y desde allí, si tomas un desvío a la derecha acabarás en La Focella, una aldea perezosamente recostada en el hueco que le hacen las montañas de Teverga. Una vez aquí, aunque hay cartel indicador, lo mejor es ir al encuentro de alguno de sus escasos habitantes y oír de su boca el itinerario que te llevará a través del bosque de La Firvienza y la cascada del Xiblo hasta la braña de Las Navariegas. Repetirás interiormente tales nombres y estarás anticipando el disfrute del camino.

Nada más salir del pueblo se vislumbra al otro lado del valle la aldea de Villa de Sub, que con Páramo y La Focella conforman la comarca del Privilegio. Aquí tuvo lugar una de esas historias de traiciones feudales, delaciones y castigos ejemplares, con mazmorra y expropiación incluidas, que al cabo de los años se descubren falsas y en compensación uno de aquellos barbudos con corona, Bermudo III, concede a sus vasallos el Real Privilegio de poder disfrutar de libre albedrío, habitar donde mejor quisiesen sin pagar a nadie sobre la tierra, feudo ni tributo alguno, sino solo a Dios Nuestro Señor. De tal suerte que la hidalguía se extiende entre arrieros, pastores y vaqueiros de la zona, quedando así la nobleza tan bien repartida que ni siquiera quedaba a quién exigir vasallaje.

Barro, fuentes, mirlos, puentes, verdor desbocado que borra las márgenes del camino, te dejarán de pronto dentro del hayedo que como una campana te envolverá en su silencio tenso, agazapado. En el bosque de hayas cada árbol tiene personalidad propia y encierra su propia sorpresa, pero de eso diremos algo mañana o tal vez pasado.

En busca de la cascada del Xiblo (silbido) que rompe el arroyo de La Verde, saldréis del bosque, pero puede ser que no se os franquee el pasadizo a través de la espesura o que no sepáis encontrarlo, que para el caso es lo mismo. Nosotros solo pudimos contemplarla desde lo alto del barranco, inaccesible y salvaje, demorándose como un latigazo blanco que no termina nunca de completar su silbido.




Como excepción a la norma de este blog, en esta ocasión fue mi amable acompañante quien apretó certeramente el botón. Yo esta vez me limité a formar parte del paisaje. Ese fue mi privilegio.

23 comentarios:

  1. Muy bonito el reportaje; siempre me digo que debo salir más a conocer estos rincones de Asturias.

    Un saludo

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  2. Como dicen en la radio, que ahora escucho mientras trabajo, en la noche cuando la ciudad duerme, las almas se serenan y se vuelven mas humanas, ahora en esa calma me imagino ese rincon que nos enseñas, como un lugar encantado, magico, un mundo sin problemas, feliz...

    un abrazo.

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  3. Hola estoy contigo que esto ha debido ser un privilegio,, qué paisajes más bonitos y que sensación de paz deben dar ¿no?.. Saludos

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  4. Joder Xuan, qué relato, ya me ha relajado para toda la mañana, historieta ilustrada...

    La primera foto es impactante, genial, recogedora, no tengo palabras....

    Saludos.

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  5. La foto aunque no sea tuya es estupenda, apetece ir y conocer esa zona y con el relato lo rematas todo, creas un interés por querer disfrutar del privilegio de unos pocos.

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  6. que bueno,¡¡ tu acmpañante un artista. Dan ganas de repetir el recorrido que nos cuentas
    saludos brujos

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  7. hola Xuan.
    Bonitos paisajes, incluso para los que nunca los viviremos por ser unos vagos. Gracias por acrecárnoslos.
    Por cierto, he modificado mi blog. Me dicen que es deprimente. Échale un vistazo: me fío de tu criterio.

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  8. Con la mitad de esos topónimos habría para construir la Historia. Para reconstruirla.

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  9. Bello españa creéme no la conozco, muero por conocerla gracias por tus fotos

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  10. menudas fotos, sobre todo la primera, y cuanta información. que pequeño se siente uno ante la magnitud de esa naturaleza y al constatar lo mucho que ignora de tantas cosas.

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  11. Reportaje en busca del silbido del bosque, cerca estuvisteis.
    Curioso lo del privilegio. Excepciones que con los tiempos modernos fenecieron.

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  12. Xuan, que hermosa las fotos, especial la primera. Que es la grandeza de la gente en comparación de la naturaleza? ... relativa pequeña, no?!
    Un abrazo ...

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  13. Qué buen reportaje y qué preciosas fotos, me gustó mucho la primera, pudiste contemplar bien el paisaje, ¿verdad?
    Fíjate que el pasado fin de semana hubo una quedada del grupo Flickr León para ver la cascada de Xiblo, también se trajeron muy buenas fotos.
    Un saludo, Xuan.

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  14. ¿Oye en esa quietud como se oirá el silbido?, Muy bello ese paseo...la foto impactante, que bueno que te regalastes ese instante

    Un abrazo otra vez

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  15. Qué suerte poder disfrutar de esos paisajes! Increible la primera foto... puedo respirar la tranquilidad... Un saludo!

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  16. El privilegio parece darte inmunidad ante la inercia o la gravedad(A veces ambas se confunden o la una lleva a la otra)en ese abrupto y oblicuo mundo en el que pareces levitar.Mundo maravilloso de verdor,roca y agua donde volar por instantes eternos

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  17. de verdad que es un envidiable privilegio

    saludos

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  18. Gracias por compartir el privilegio, que bonito sitio, y que bien cuentas la historia.
    Un saludo.

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  19. Que pasada Xuan, la primera imagen es espectacular me dió vértigo pero no puedo dejar de mirarla, genial.
    Besitos desde mi mar.

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  20. Ya tenia ganas de sacar un ratillo para ponerme al dia con tus fotos, me ha gustado el reportaje, escribes de lujo. Yo no podria ni escriir asi ni asomarme a ese barranco. Gracias por visitar mi blog un abrazo

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  21. La primera da vertigo, buen punto de vista.

    Saludos!

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  22. Privilegio estar ahí y vivir la experiencia!!

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  23. Què imágenes màs bonitas!!... Estar allì, sentado en aquella roca, admirando y contemplando aquella cascada…Es que eso me pareciò un paraíso, un momento único, maravilloso…Sì, definitivamente un gran privilegio…qué afortunado.

    Un abrazo.

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