viernes, 7 de noviembre de 2008

Mujer pescando al anochecer


Supongo que una parte de la recompensa de la pesca con caña está en la incertidumbre misma de su resultado, en el placer que produce la apuesta que hace el pescador contra el tesoro cada vez más reticente de los mares. Con esa misma disposición de ánimo, la de pillar en un renuncio a la rutina, disparo yo la mayoría de las veces. Más tarde, ya en casa, destapo la nasa y separo las capturas. La mayoría son piezas que no dan la talla mínima permitida y las devuelvo a las aguas de la memoria irrecuperable. Las demás van al congelador, algunas para consumir en breve, otras para cuando vengan tiempos de escasez. Pero a veces me encuentro con algún ejemplar raro, ajeno a la fauna autóctona que soy capaz de reconocer, peces que provienen de mares lejanos o de las profundidades abisales de los nuestros.

Así me ocurrió con esta imagen, que aún no he sido capaz de reconocer como mía. Desde el mismo momento en que la abrí sobre el mármol gris de la pantalla, me recordó a una pintura de Edward Hopper. No me preguntéis qué tiene que ver una señora echando la caña en el muelle de Luanco con esas mujeres con el gesto detenido en el interior de un apartamento o de un snack-bar del medio oeste. Tal vez sea nada más que por esa luz artificial que convierte los rostros en máscaras y devuelve a los objetos su vida prestada. O a lo mejor es esa soledad quieta que tensa el sedal como una corriente de agua fría que no vemos pero sentimos. O quizás la culpa la tenga Pessoa, a cuyo desasosiego me enfrento cada cierto tiempo y siempre acaba noqueándome en el tercer o cuarto asalto. O igual es cosa de ese disco de Chet Baker. Hopper, Baker y Pessoa: vaya tres pates pa un bancu, como decimos por aquí. Mejor volvamos a la superficie, que esto no es pesca submarina. Seguramente esta extrañeza es tan solo efecto de la “hora azul” y de esa ligera indefinición que empaña la escena debido a una exposición algo más larga de lo prudente. Mejor así. El pescador simplemente libera el anzuelo y apuesta de nuevo.

22 comentarios:

  1. A mí me ha recordado también a Hopper, quizá el tono amarillo brillante en la semioscuridad, hay algo que flota en el ambiente que tiene que ver esa soledad a la que en algún momento nos tenemos que enfrentar, a veces, sin buscarla...otras será el subconsciente que nos arrastra...

    saludos

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  2. No sé de donde sacas tanta armonía y paz, las instantáneas de tu cámara, las instantáneas de tus textos,... Cuando he acompañado algún fotógrafo de calidad he comprendido que de la misma manera que en la escritura, se detiene el tiempo ante sus actos. En el momento previo al click de una fotografía tan especial como las tuyas, incluso antes del encuadre, la mirada del fotógrafo se vuelve atemporal. Por no decir de la delicadeza que acompaña un buen revelado.
    Seguiré visitándote.
    Un saludo.

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  3. Te he añadido de enlace. Si no te gusta el título, házmelo saber y lo cambio.

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  4. Tienes razón es Hopper en el Cantábrico, los colores, la luz mortecina y la soledad, que debe ser igual en todas partes, y el motivo, mujeres solas, allí sentadas en mesas de bares acompañadas de tazas o vasos y aquí sentadas en viejas sillas de plástico y acompañadas por la caña y con la música de las olas que salen de esa gran gramola llamada mar.

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  5. Yo también pensé en Hopper antes de leer tu texto. Y, además de la ensoñación de la imagen, esa mujer pesacando soledades...

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  6. Igual las mujeres de Hopper tambien pescaban...

    ;-)

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  7. Pues yo que no conocía a Hopper hasta que tu me lo has mencionado, he estado viendo sus cuadros y la verdad que si tiene cierto paralelismo. Pero lo que más me gusta es tu texto, la verdad que se siente uno bien después de leerte y mirar tus fotos.
    Saludos.

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  8. Hola Xuan,no he visto la obra de Hopper pero si que da esa sensación de esperar algo, de aprovechar el momento para inmiscuirse en sus pensamientos sin que nada le afecte.
    Buen momento y como siempre, perfecto el texto.
    Un saludo.

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  9. Un instante cotidiano para esta mujer, un instante de aparente soledad, un instante estilo Hopper, pero un hermoso instante Xuan, de su calendario de instantes...

    Un abrazo

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  10. Bonita imagen Xuan, siempre que voy al mar me quedo mirando durante largo rato a los pescadores que se acercan a la orilla caida la noche, me llama mucho la atención.
    Besitos desde mi mar

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  11. El pescador hace su trabajo. Tu haces el tuyo. Hopper, Baker y Pessoa también. Tal vos, todo radica en la necesidad interior de hacer alguna cosa. Una medicina interna que es capaz de alimentar a quienes nos observan y siguen nuestros trabajos. Una vez alguien me dijo que una sonrisa puede desencadenar miles de sonrisas… apagadas.
    Desde entonces, comparto la mía sin esperar nada a cambio. Y mira que hay veces, que lo necesito.
    Un fuerte abrazo amigo.

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  12. No conozco a Edward Hopper, pero tu fotografía me parece muy plástica... quizás sea por un desenfoque general ¿o es sólo mi impresión?

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  13. A pesar de nuestra técnica para hacernos dueños de la realidad, es ella normalmente quien acaba atrapándonos.

    Un saludo

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  14. pues yo tampoco conocia a Hopper así que antes de escribirte nada me fui a investigar y bueno no sé, supongo que uno siempre ve aquello para lo que está más predispuesto pero esto son sobretodo pequeños espacios de sensaciones. Y como no conocía al pintor no estaba digamos medio condicionado a ver parecidos, sí es cierto que tampoco me parece una foto muy Xuanrata y ahí ya me pierdo, pero hace tiempo que me viene ourriendo cada vez que vuelvo por tu blog, a veces la sensacion que me produce es que estoy en un blog literario adornado con extraordinarias imágenes.

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  15. te falto un tripode... a pesar de ellola imagen nos trsalada al sitio...

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  16. Conjunción hermosa.
    Señal de que nos queda la paciencia, para pescar o para disparar fotos o para reflexionar.

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  17. Noconozco la obra de Hopper per si que es de esperar, de ver pasar el tiempo ... La foto me gusto.
    Saludos

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  18. Me encanta la luz de la foto. Calida y preciosa.

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  19. La azulosa soledad, y una My Funny Valentine interpretada por Baker bajando por el sedal, buscando en ese mar quizás a Pessoa (“persona”)

    Un abrazo

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  20. supongo que hay muchas dificultades para realizar esta toma de ahí el movimientode la imagen, pero su significado tono y composicion me parecen adecuados

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  21. Yo no conozco a ninguno de esos que mencionas por lo que me suena todo a chino y salvo el acomapañamiento del texto que como siempre me parece genial, la foto no me dice gran cosa.

    Saludos Xuan.

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  22. hay fotos que se describen solas. y fotos que pueden servir de excusa para una bella descripción. como es el caso.
    más que una foto fallida es una estado de ánimo.
    hay un lejano encanto en la imagen, lejos de la altura del resto de tus fotos y por eso, todos nos quedamos atrapados en tus letras, porque algunas veces, las palabras, valen más que mil imágenes.
    no te hace falta hopper para definitirte, porque tienes tu propio estilo.

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