miércoles, 30 de junio de 2010

Una de amapolas


Flor de cuneta, provocación del margen. No el rojo sino la síntesis del rojo, estampado como un signo. Sucedánea de ti, comercias adicciones con el viento. Yo trato de mirar hacia otra parte, esperando encontrarte precisamente ahí.

miércoles, 23 de junio de 2010

Invitación

Lago de Leon - Las Landas, Francia

Amanece en niebla: se revela en plata el negativo de la noche. Dentro del silencio que contiene al lago se recorta un aleteo, isla ingrávida diluyéndose en orillas, efervescencia que recojo en mano, intransferible como una oportunidad. La lancha amarrada es una pista para confundir a los sabuesos.

martes, 15 de junio de 2010

Visión con pinzas


¿Qué es preferible? ¿Centrar la atención en los detalles o buscar una visión de conjunto? Tendemos a pensar que la distancia procura comprensión mientras que la cercanía facilita el sentimiento. Unas pinzas maltrechas sostienen la cortina. No sé si es comprensión o sentimiento la conclusión a la que llego: que todo es cortina y solo nosotros la sostenemos.


(La cortina pertenece al bar "La vida alegre", en la calle Buen Suceso, de Gijón)

sábado, 12 de junio de 2010

Sin argumentos


Desde hace cuatro días llueve como si no hubiera otras opciones. Han reventado las fuentes, vuelve el agua por donde solía. La gente camina más despacio, igual que si pisaran una esponja empapada. Y las voces suenan humildes, ahogadas.

martes, 8 de junio de 2010

Composición de lugar


Hay una tensión incómoda, un equilibrio precario. Como si estuviéramos tratando de apuntalar un edificio con los mondadientes sobrantes de una pesada sobremesa.

martes, 1 de junio de 2010

Fechoría


A menudo un reflejo ofrece una versión depurada de la imagen reflejada. La superficie de un estanque polariza la luz que se vierte difusa sobre los objetos y así alumbra colores más saturados, contrastes más vivos, al tiempo que difumina los detalles engorrosos. La leyenda del espejito mágico tiene, como todas las leyendas, un sustrato real y comprobable. Y el riesgo de confundir lo estático y lo estético acecha al fotógrafo desde los tiempos en que la fotografía era el resultado de una suma de inmovilidades. Por eso nada como la mano sacrílega de un niño para desatar el nudo del agua y licuar las geometrías que sostienen las fachadas. Tan breve la distorsión como la huella, ninguna cualidad conviene más al arte que la condición de lo efímero. Y no me avergüenza plagiar a mis jóvenes alumnos porque sé que tarde o temprano el anonimato se impondrá como forma de autoría. Y algún día toda obra no será más que pura fechoría. Si es que ese día no ha llegado ya y ni siquiera nos hemos dado cuenta.


Antiguo lavadero de Santarúa, Candás (Asturias)

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