jueves, 1 de diciembre de 2011

Catálogo de montes (I): el hayedo

(Pincha una imagen para verlas a mayor tamaño)



                                                       Valle Xulió, Caso - Asturias

Cada bosque tiene su carácter y de un modo u otro acaba por imprimirlo en sus eventuales visitantes. Por ejemplo, en cuanto empiezas a recorrer las naves abovedadas del hayedo se te va poniendo el ánimo gótico, flamígero incluso, especialmente si es otoño y la luz incendia los vitrales mientras la hojarasca va traduciendo tus pasos en el consabido rumor de hábitos. Pero en cuanto el sol cae al otro lado del valle, y eso sucede muy pronto en estas fechas, la penumbra repone a cada ser en un volumen más ajustado a su luz interior, que es otro nombre de la forma, y todo se vuelve un poco más románico: la profusión se concreta en signos cuyo significado guarda una galería de animales intermedios que no estaban allí cuando pasaste al mediodía. Lo que sucede más tarde, cuando la noche se apodera del hayedo, solo puedo suponerlo: otro con más valor describirá el espacio sin proporción de lo pagano.

29 comentarios:

  1. Qué maravilla de catálogo, no sabría cuál escoger. Ahora eso sí, en todas la luz es una maravilla.

    Precioso lugar y reportaje, Xuan!!

    ResponderEliminar
  2. Los hayedos son los bosque que mas megustan..con ese musgo,con esos troncos retorcidos en el tiempo.
    En otoño con sus multiples tonos ocres..te felicito por tan bella descripción.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Fantástico,los hayedos me gustan en cualquier época del año.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Dan ganas de echarse al monte. Qué colores los del otoño...

    ResponderEliminar
  5. Hoy se han juntado tu alma y tu mirada y nos han explicado las emociones que te produce la experiencia en tu caminar por el campo. Las he sentido, las he vivido, las he respirado y hasta el olor y la humedad los estoy percibiendo en mis sentidos.
    Cuanta belleza Xuan.

    ResponderEliminar
  6. Un bosque es una gran ciudad donde normalmente el hombre no debería ser tan bien recibido.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Um bosque irreal, como saído de um conto.

    ResponderEliminar
  8. Uno casi se avergüenza de incurrir en la reiteración del elogio, agotadas ya las palabras, desmantelado el lenguaje. Pero lo tuyo, Xuan, es punto y aparte.
    Texto y fotos, sublimes, insuperables. No salgo de mi asombro.

    ¡Felicitaciones!

    ResponderEliminar
  9. qué hermosas formas y colores! sólo falta que aparezca un hada... o un duende... habrá que esperar a que llegue la noche?

    ResponderEliminar
  10. Unos rincones preciosos de un bosque mágico. Lo has sabido reflejar maravillosamente. Mi favorita, la cuarta, propia de una peli de Tim Burton.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  11. De la imaginación de la hojas a la que se nos despierta en medio de un hayedo. Allí inmerso dejo de creer disparatado el que mis pasos se crucen con algún ser extraordinario, es más, si me muevo con calma y sin dejar de escuchar acabo convencido de que algo mágico me envuelve. Que los trasgos, las xanas y el bosque entero ya sabe de mi presencia.

    ResponderEliminar
  12. Por cierto, la última essspectacular.

    ResponderEliminar
  13. ¡qué preciosidad de bosques tenéis por el norte! Espero que el catálogo vaya par largo porque esto me ha sabido a poco.

    ResponderEliminar
  14. Creo que hemos paseado por el mismo lugar y en la misma Era. O mejor, tú has paseado, yo aplastaba.

    ResponderEliminar
  15. Siempre he estado en la certeza (y nunca le he sofocado) de que los jugos de la noche no tienen precio y, muy a pesar de la moral, lo pagano se prefiere a lo religioso.

    Excelente madera la de tu texto hoy. Y del paraje, mejor verlo in situ, a pesar de tu bella muestra.

    ResponderEliminar
  16. pronto, e agora não sei que dizer, e melhor é calar para não incomodar o diálogo da arpa do vento com com o dedilhar do cravo dos ramos das árvores...

    belíssimas

    abrazo

    ResponderEliminar
  17. Trazos geométricos recorren el aire del bosque.

    ResponderEliminar
  18. Redes tiene mucho de catedral gótica...

    ResponderEliminar
  19. Yo me perdería dos meses fotgorafiando ahí.

    ResponderEliminar
  20. yo soy mas de Románico no sé, imagino que por que aquí no lo tenemos. pero sobre todo soy de tus escritos, cuanto se echaron de menos durante tu parón bloguero.

    el bosque muy bonito, los cielos inquietantes y el catalogo pues como dice Mariluz, para llevarselo entero a casa.

    abrazos

    ResponderEliminar
  21. Has captado muy bien el ambiente fantasmagórico de los bosque de hayedos.

    ResponderEliminar
  22. Son verdaderas pinturas de tonalidades muy suaves, casi dibujos. Cuando el sol no impacta de lleno, cuando está casi nublado, es cuando se producen los momentos mágicos, las tonalidades exquisitas.

    Felicitaciones por esta colección.

    ResponderEliminar
  23. Eres capaz de sacarle los colores hasta al otoño más auténtico, vecino ya del invierno. Ese ambiente sutilmente rosáceo es tan cálido...niebla mágica.
    Besos, Xuan.

    ResponderEliminar
  24. Una serie exquisita!! enhorabuena, me encanta el verdor en los troncos, dan ganas de recostarse... y dejarse llevar por los sueños, seguro que algo mágico ocurre!

    ResponderEliminar
  25. Espectaculares árboles, qué maravilla!!!!!

    ResponderEliminar
  26. Parece que en cualquier momento van a cobrar vida....

    Besos desde un faro en mitad del mar.

    Mar (...la vendedora de humo)

    ResponderEliminar
  27. El hayedo tiene mucho encanto en todas las épocas del año, pero con este catálogo y este texto, me atrapa más que cuando lo piso.

    ResponderEliminar
  28. Parece la senda fluvial del Nansa, en Camijares (Cantabria). Precioso. Si tenéis oportunidad de perderos durante 4-5 horas a pie, os la recomiendo.

    ResponderEliminar

Archivo del blog