jueves, 27 de septiembre de 2012

Paisajes sin intermediario

 (Pincha sobre una imagen para verlas a mayor tamaño)

Costa de Bañugues, Asturias


El escenario habitual para el fotógrafo es abordar el paisaje como algo exterior, una materia prima que se le ofrece, una imagen que aún necesita ser imaginada, el reto de convertir un paisaje en su paisaje. Y en este proceso la cámara es tanto la herramienta como el obstáculo: sus limitaciones son su lenguaje, y por tanto también el nuestro. Pero en ocasiones, excepcionalmente, el paisaje es la fotografía y el fotógrafo una parte prescindible de la misma. Puede suceder, por ejemplo, en una tierra hirsuta al borde de un acantilado, donde el viento del ocaso dispone las nubes para que la luz comience el procesado y enumere uno a uno cada paso de la gama infinita de las sombras. No nos equivoquemos, no se trata de un momento sublime sino más bien todo lo contrario: la naturaleza condesciende a dar pábulo a la invención que acerca de ella acostumbramos a propagar en nuestras fotografías.
En tales circunstancias el fotógrafo dispara porque no puede hacer otra cosa pero comprueba, con admiración y no sin cierto desconsuelo, que esta vez no hay distancia alguna entre el paisaje y su retrato en la pantalla, que no es preciso medir ni componer, que todo está dado de antemano y en consecuencia él mismo está de más. Ya no se requieren sus servicios, convertido ahora en un triste intermediario sin comisión, el traductor de un texto transparente. Pese a todo sigue captando: ya hace tiempo que perdió la capacidad para percibir de otra manera, convertida la cámara en su pulmón artificial; pero también porque intuye que, aunque no está solo bajo el capricho de ese cielo, él es el único testigo de cargo de este minuto prodigioso, su apóstol y su chivato.
Y entonces de pronto empieza a refrescar la tarde, y otra vez queda afuera el paisaje.

19 comentarios:

  1. me alegra saber de ti nuevamente, ver tus miradas en imágenes y también en tus palabras, geniales una vez más ambas.

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  2. Estos cielos de otoño son un regalo, que gracias a ti recibimos y quedan plasmados para siempre, así que tu sigue haciendo tu labor de mero transmisor, ya tendrás más trabajo en otras ocasiones, Gracias.

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  3. Espectaculares estas imágenes. Esos cielos tan cargados son preciosos. Geniallll. Un saludo.

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  4. Julio Llamazares suele decir que el paisaje es memoria y que renace en la mirada.
    Aunque -esta vez, respecto a estas fotografías- tú tuvieras razón en lo escrito y sólo seas un mero intermediario: benditos paisajes.
    Yo, lo siento, pero me inclino por alabar al mismo tiempo tu mirada.

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  5. Por fin bajan las nubes, y nos sentimos abrigados por ellas, como en casa propia después de habitar bajo el techo inalcanzable del palacio del verano.

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  6. Unos cielos que hablan por sí solos, aunque me gusta leer lo que dices en cada entrada ayuda a comprender tu mirada.

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  7. me encanta la primera foto que mas que eso es todo un fotograma. muy peliculera y a uno claro, le entra la duda despues de leerte si acaso es lo que perseguias o fue como tantas veces sucede fruto de una feliz serie de casualidades y coincidencias.

    un abrazo

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  8. Pues ese día la naturaleza te hizo tres regalos, que tú ahora compartes con nosotros. Son muy hermosos.
    Un saludo

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  9. Viendo estas fotos y tu texto, dan ganas de abrazar a alguien que nos quiera y a quien queramos.

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  10. me gusta mucho estos cielos dramáticos! bellísimos paisajes Xuan! un abrazo

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  11. Preciosa la luz captada en esta serie! me gustan mucho las tres fotografías.
    Un abrazo

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  12. Qué cierto todo lo que dices.
    Incluso aunque se trate de alcantarillas y aceras, hay muchos momentos en que el azar, la naturaleza...quien sea, te da un toquecito en el hombro para que sigas observando y saques la cámara sólo para apretar el disparador y retrates lo que ya se te da hecho, como si uno fuera un simple e insignificante eslabón de la cadena.
    En esas circunstancias, sabiéndome sólo un testigo, siento gratitud de serlo y disfruto más de lo que veo que de la foto en sí.

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  13. Aún así, no me veo yo consiguiendo la luz de estas fotos, los infinitos tonos de todos los colores que en éllas veo. Mucha técnica compañero.

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  14. Siempre estaremos condenados a sentir que algo se nos escapa en la toma, que la máquina que se interpone entre el fotógrafo y la escena, toma (a veces) un excesivo protagonismo. Siempre envidiaremos al pinto o al poeta. Tal vez sea nuestra maldición.
    Un abrazo

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  15. Pero gracias ti podemos intuir lo que fue ese momento y sólo gracias a ti. A veces el fotógrafo es un mero trasmisor, pero pieza fundamental en el eje de comunicación.

    Enhorabuena.

    Buen fin de semana.

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  16. Yo no soy fotógrafo, ni si quiera aficionado, pero a veces crees que vas a sacar una expléndida foto. Que los demás sentirán lo mismo que tú sientes al observarlo en persona. Pero no es así.La foto queda huerfana de expresión, de sentimiento.

    Sin embargo, alguna vez, haces fotos sin sentido -ahora más que no gastas en carretes- y sale una foto genial, de exposición. Cuando hiciste la foto no te percatas de los magníficos detalles que ahora se aprecian.

    A mi me falla eso. Mi ojo ve una cosa y el objetivo otra. Cada vez que me ha salido una foto buena ha sido como cuando juego al villar. Disparo la bola blanca y la providencia y la trigonometría hace el resto.

    Este texto con sus fotos me han enseñado a entender más esa discrepancia entre mi ojo y el objetivo.

    Saludos.

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  17. Pero aunque "eso" esté ahí, debe ser "mirado". Y no cualquiera puede hacerlo. Gran trabajo.
    Un abrazo.

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  18. Unas capturas estupendísimas...Me encantan...

    Abrazotes

    Noemí

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