Las princesas
de verdad toman yogur a la merienda, plátano y mandarinas que pelan ellas
mismas. En tiempo de carnaval es fácil reconocerlas porque solo entonces les
está permitido vestirse de acuerdo a su rango y dignidad. El resto del año en
cambio no encontramos más que torpes impostoras de revista. Por eso es
importante detectar los signos de los sueños que se manifiestan estos días,
seguir a los blandos unicornios de gomaespuma y atreverse a pedir la mano de la
princesa, aunque solo sea para cruzar la calle y sentir, antes de dejarla sana
y salva en la otra orilla, cómo nos alcanza una inmerecidad porción de su
realeza y hallar una alta causa al fin entre tanto absurdo vasallaje. Las
princesas de verdad no necesitan mandar para ser obedecidas y tienen perfume de
frutas debajo de las uñas.
martes, 12 de febrero de 2013
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Un texto de los tuyos... de los que emocionan
ResponderEliminarUna princesa " de verdad" muy linda...una captura a la que el B/N le queda genial...Que siempre siga siendo una princesita...
ResponderEliminarAbrazotes
Noemí
Si. Esas son las princesas de verdad.
ResponderEliminarUn abrazo.
estas princesas, con sólo mirarlas, nos convierten en súbditos obedientes.
ResponderEliminar¡Qué ternura!
ResponderEliminarQué guapa!
ResponderEliminarCaminamos sobre la delicada frontera que delimita la fotografía y el texto, hasta que terminan ambos confundidos en el lugar común de la belleza. Y allí nos quedamos extasiados: ¡Qué maravilla!
ResponderEliminarUn abrazo, Xuan
Con que dulzura mira, me parece una foto delicada y amable, la cara amable de la foto callejera. Excelente
ResponderEliminarUn abrazo
XuanRata, mi querido amigo, así son las princesas, que no las infantas je je .
ResponderEliminarUna mirada que enternece y a nadie deja impasible. Hay tanta ternura.
Lo único que me deja un poco descolocado es la toma desde lo alto.
Un abrazo
Estas son las auténticas princesas, las otras, son simplemente moneda de cambio.
ResponderEliminarA las de verdad nos las encontramos en los sitios más insospechados y siempre tienen algo nuevo con lo que sorprendernos, te lo cuentan todo con tanto sentimiento y cuando te ríes y no entienden porque, te miran como solo pueden mirarte las princesas que huelen a plátano, mandarina y yogur. Me encanta, besos.
ResponderEliminarhaces que el carnaval parezca algo interesante, para mi es la fiesta mas odiada tras jalobuin. no comprendo esa mania de la gente por disfrazarse y hacerse parecer bobos, quiza, es el momento en que cada uno se muestra realmente comoo es. princesas a parte.
ResponderEliminarabrazos
Qué bonita, parece una princesita de cuento.
ResponderEliminarMe encanta el texto!!
Foto y texto en total armonía, no puedo decir que me guste uno más que el otro sino que están en perfecta simbiosis.
ResponderEliminarSalu2
Una foto encantadora, y eso es muy difícil, aunque también puede ser, supongo que por el punto de vista desde lo alto, algo siniestra. Me gusta la mirada de la niña, los elementos que contiene la foto (plátano, diadema, traje, guante, el suelo, algo de un coche en la parte superior...) la mayoría de ellos simpáticos para el espectador, al menos para mí. Creo que lo mejor es la mirada, la actitud. El viñeteado ayuda a centrar la atención en lo importante, creo.
ResponderEliminarUn abrazo
Xuan, nunca dejas de sorprenderme. Esa princesa de verdad lleva aroma de melocotón entre las uñas, perfume de mandarina en el vestido y olor a jazmín entre sus ojos.
ResponderEliminarQuiero una princesa como la tuya.
Debe de ser que al leerte se me pegó tu música.
ResponderEliminarTanto me gustaba. Tanto me gusta.
Hubo un tiempo en que un plátano era un lujo. No sé si desearle que siga siendo una princesa...
ResponderEliminarMuy tierno, me gustó.
ResponderEliminarMe ha encantado Xuan: perfume de frutas debajo de las uñas Soberbio. Preciosa la mirada de la verdadera princesa.
ResponderEliminarleio-te!
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