jueves, 3 de mayo de 2018

Fotomatón



   Atravieso, con gesto involuntariamente clandestino, esa geografía un tanto desolada de los extrarradios, con sus naves industriales, hoteles, edificios administrativos, estaciones de tren y aparcamientos semivacíos: este paisaje diseñado con volumetrías monumentales que en vano tratan de ocultar un dudoso pasado de solares recalificados. Se me ocurre que son lugares buenos para concertar puntos de entrega de mercancías ilegales o de información comprometedora. También para escuchar el sonido de los propios pasos. 

   Contra toda probabilidad me encuentro de pronto, como caído del cielo, un fotomatón, algo que resulta casi tan raro ya como encontrarse una cabina telefónica y tan desubicado como una máquina del tiempo abandonada por unos viajeros que hubieran decidido no regresar. Me pregunto si quedará todavía alguna pareja que quiera imprimir sus besos en el tamaño de bolsillo de una foto de carnet. ¿Saben acaso las adolescentes que su eterna amistad solo sobrevivirá en esa secuencia alocada de muecas y carantoñas que el papel satinado preservará cual papiro destinado al arqueólogo que un día seremos? 

   Tiene también el fotomatón, con su pesada cortina de fieltro, cierto aire de confesionario: ante el ojo implacable que hay en su interior cada uno es al mismo tiempo confesor y confesante. Siento la tentación de volver sobre mis pasos y entrar en ese reducto del aquí te pillo incrustado en la solemnidad de los grandes espacios arquitectónicos: allí, con la espalda erguida, las manos en las rodillas y los ojos bien abiertos, me absolveré de todos los pecados que aún no he cometido y será la ristra de mis rostros repetidos el rosario con el que rezar, cual penitencia, los Misterios, a un tiempo dolorosos y gozosos, de la identidad.


10 comentarios:

  1. La frase "¿Saben acaso las adolescentes que su eterna amistad solo sobrevivirá en esa secuencia alocada de muecas y carantoñas que el papel satinado preservará cual papiro destinado al arqueólogo que un día seremos?" me ha matado je, je. A veces a mis 44 años olvido que con esta edad hace tiempo que se que sentencias como esa son verdades absolutas. Me resigno a saber estas cosas. La foto es perfecta, menudo dinamismo. La composición es alucinante, y ciertamente el fotomatón en esa ubicación es fantasmal. Las líneas que forman los pasos de cebra con su recorrido visual y la chica en esa posición tan precisa a la hora de ayudar en esa línea y ese dinamismo. En fin, una foto increíble.

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  2. Muy buena escena callejera... Muy bien conjuntada con tus palabras
    Un abrazo

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  3. Son los principios de la "estética estertórica del pasado urbanístico dictador" aún.
    Todo, fotomatón, elige lugares apartados y solitarios para sus fechorías y éste no iba a ser menos. Dele tiempo y, de alguna manera, como contrincante, se producirá una relación típica de síndrome de Estocolmo entre esa cabina y la esencia de todo humano. Es ley de vida y, además, en las noches frías (a falta ya de cabinas) bien vale para amar profundamente sin que se halle cordón alguno que incite a suicidio...bajo toneladas viajeras de granodioritas del Alto del León, al final del túnel
    Salud

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  4. Si uno se reconoce en la imagen de un fotomatón es que se ha encontrado el alma...
    (La foto es excelente.)

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  5. La persona, recorriendo el camino trazado desde el fotomatón hasta salirse de la escena, pasando por la líneas trazadas del límite del paso de cebra. La composición me parece extraordinaria y por si sola nos cuenta una intensa historia. Quizás yo habría cortado la franja vertical izquierda que muestra la parte posterior de la valla.
    Un abrazo, Xuan.

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  6. ¡Fantástica! la imagen y el relato, nos traes recuerdos de momentos hace mucho quizá vividos.
    Un abrazo Xuan

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  7. Simple como es la vida
    compleja como son los momentos una foto de camino en un dia de neblina me quedo y la miro

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  8. El fotomatón, otro de los elementos urbanos, junto a las cabinas que tienden a desaparecer, quien no se ha hecho alguna vez una foto en ellos, ha puesto caras y raras y quién sabe qué más fechorías, detrás de esas cortinas, jeje. Un antepasado de los actuales selfies.

    Feliz semana, Xuan.

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  9. Hace tiempo que tengo el blog algo abandonado y me estoy perdiendo tus fotos. Muy buena. Vaya juego de lineas

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  10. Hola Xuan,

    Me gusta mucho la foto. La limpieza de la composición es extraordinaria, los tres sujetos oscuros sobre fondo casi blanco, los tejados del fondo, el fotomatón y la señora, los tres se relacionan entre si, dando paso a este dinamismo de primer plano. Que buena.

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