domingo, 23 de diciembre de 2018

Camino de vuelta


   

     Nadie diría que estos árboles encendidos son los que esta mañana nos prestaron su dosel frío y azul mientras ascendíamos por este mismo camino que ahora nos trae de vuelta a favor de la pendiente sin más que dejarnos deslizar sobre esas sombras que como raíles se van tendiendo ante nosotros siguiendo la geometría que en estos días de finales de diciembre muestra la forma inapelable de un embudo por el que convergemos hacia el centro del torbellino en busca del cálido colapso en el que nos acabaremos reencontrando cada vez más y más apretados hasta la extenuación o hasta el abrazo. 



(Desconozco si esta breve descripción encierra algún significado oculto, alguna revelación, cierta parábola. He de reconocer que a estas alturas del relato solo aspiro a entender la mecánica elemental de las cosas. Y aun esta se me antoja una tarea excesiva.) 
   

Ojalá en estas fiestas todos encontremos un feliz punto de encuentro.


jueves, 13 de diciembre de 2018

Sueño impropio



   Desde hace varias semanas, doctor, solo cuando nos cogemos de la mano logro conciliar el sueño y esto no tendría mayor importancia si no fuera porque de su mano me adentro también, irremediablemente, en sus sueños más íntimos y en sus peores pesadillas donde rostros que no puedo identificar gozan y sufren en paisajes desconocidos para mí, pero que me intrigan y subyugan de tal modo que al día siguiente mi propio mundo me resulta cada vez más ajeno, más insustancial, más incomprensible, y ya solo de su mano, cuando llega la noche, doctor, me parece que, por fin, despierto.


sábado, 8 de diciembre de 2018

Escombros de la memoria




A los escombros de la memoria regresamos 

con la esperanza de encontrar supervivientes. 

Al llegar nos detuvimos, 

contuvimos un instante

la respiración, 

con los ojos bien abiertos. 

Y ya no hubo modo de saber 

quiénes estábamos vivos 

y quiénes éramos los muertos.



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