La cola llegaba hasta la esquina de Quiñones con Astilleros y el principio se perdía en alguna calle más allá de la plaza Seis de Noviembre. La componía gente de toda edad y condición: estudiantes, jubilados, oficinistas, perros con señora, transeúntes habituales y hasta dos individuos con traje caro. Observé que la cola avanzaba con regularidad a razón de un metro por minuto, de lo cual deduje que concluiría en alguna clase de trámite no excesivamente engorroso. Me sumé a la fila por tanto, con alguna que otra reticencia que abandoné en cuanto dejé de ser el último y comprobé cómo, a medida que pasaba el tiempo, mi posición empezaba a resultar ventajosa. Algunas horas más tarde me encontraba en el callejón que hay detrás del Vitalicio. Allí las conversaciones se volvieron un murmullo nervioso, como de borboteo. Al final del callejón surgía de la penumbra de un zaguán el gesto amable de una mano que iba separando la cabeza de la cola. Ya con un pie en el umbral me volví y contemplé detrás de mí la magnífica fila, tan ordenada, y me parecieron las mismas caras, los mismos perros, idénticas corbatas. No acierto a entender por qué intenté salirme de la fila.
martes, 11 de mayo de 2010
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Quizá para evitar el óxido. Hiciste bien.
ResponderEliminarO no, nunca se sabe. Quizá tu sitio estaba en la fila de la cola, o tal vez en la de la cabeza...
ResponderEliminarMuy buena toma!
ResponderEliminarO tal vez te llevaron al cuerpo de algún inocente.
ResponderEliminarQuién sabe.
Puede resultar que estás viviendo dentro de un Dios en el Olimpo y por eso ves todo lo que ves.
A mí me gusta desmenuzar las fotografías y hacer con ellas juegos malabares.
Hay una gama de ocres en esos tubos que a mi me parecían misiles al principio pero que ahora no, que quitan el sentío.
Un contraste de grises y dorados que me hacen parpadear de entusiasmo.
Ya comentaremos tu y yo.
Se me hace la boca agua.
• Me encantan tus naturalezas muertas. O Semipaisajes industriales.
• Saludos
CR & LMA
________________________________
•
Muy buena.
ResponderEliminarHum hum! Bela foto. Pero el texto...
ResponderEliminarAbrazo
Curiosa singularidad la que has captado. Quizás sea esa la singularidad que nos distingue o nosotros creemos que nos distingue en cada fila que ocupamos en la vida.
ResponderEliminarBuenas texturas.
El colorido es precioso.
ResponderEliminarFeliz fin de miércoles!
:)
Trozos de piel que se oxidan al contacto del aire.
ResponderEliminarRegenerado ante la vida.
La foto es fantástica.
ResponderEliminarEl texto también lo disfruto. Lo he leído tres veces y cada una de ellas le he dado una interpretación diferente. Como un juego.
Un beso
Y sin rechistar.
ResponderEliminarOrdenaditos, con pequeñas diferencias, pero nada digno de reseñar.
Iremos cayendo bajo el yunque, como la nobleza en 1789.
Besos. Con óxido son más bellos.
Muy original relato con foto oxidada.
ResponderEliminarLos yunques ya son piezas de museo, aunque no etoy muy segura de que sea un yunque. Saludos.
perros con señora...me gustó esa frase...y me gustan los colores que el tiempo pintó en el hierro (definitivamente un metal precioso)
ResponderEliminarEs un poco como el círculo de la vida, no?
ResponderEliminarEs sorprendente lo que te puede sugerir una fotografía, me encanta!!
Saludos cordiales.
Si te sales de la fila te rebajan el sueldo un 5% y al año siguiente te lo congelan.
ResponderEliminarTodos han pasado por el yunque, pero algunos se salieron del molde, estos más largos que los otros, aquellos más oxidados, los de más allá de bordes menos perfectos, parecen iguales pero también tienen sus diferencias debemos mirar más atentamente para apareciarlas.
ResponderEliminarSiempre me impresionas, Xuan, qué pasada de foto,una comopisición excelente y con los colores que más me gustan, esos óxidos, y esos negros.....¡Preciosa! Y la historia, como no podía ser menos, acompañando, yo creo que al final tuviste miedo de formar parte de la fila oxidada, je,je,je.
ResponderEliminarTe paso algo al mail.
Un enorme abrazo.
Enrique.
muy bueno el texto y la foto para quitarse el sombrero, hacer la reverencia y besar el suelo aunque este lleno de cenizas y óxido.
ResponderEliminarun abrazo
Con intención de agradecerte vista y poesía brindadas, me encuentro marcha atrás y, como en otras ocasiones, sin dar con las palabras merecidas para tan magistral forma de "captar" y "capturarnos".
ResponderEliminarPreciosa diagonal, texturas y nitidez.
ResponderEliminarMagnífica reflexión, muchas veces me he hecho esa misma pregunta...
un saludo