Asma, arritmia y fallos de memoria. En el fondo nada preocupante,
achaques propios de los años y el desgaste. No en vano si mi ordenador fuera un
perro o un gato estaríamos hablando de un anciano venerable. Y de algún modo así
es: podríamos decir que está más allá de la vejez, que ha logrado superar la
obsolescencia, esa etapa en la que debió ser sustituido por una computadora más
acorde con los tiempos. Ahora ya es demasiado tarde para eso, deshacerse de él
sería una crueldad intolerable. Así que llegaremos juntos hasta el final, sin
recriminaciones, sin melodramas.
Entre tanto y para aliviar su reumatismo pongo al aire sus entrañas y
le hago un poco de limpieza con aspirador, paño y bastoncillo de algodón. Es la
única actualización que puede permitirse. Pero antes me quedo un rato
contemplando embobado sus dos almas: la de silicio, tan prolija como hermética,
y esa otra tejida de cables y ventiladores, demasiado mecánica para lo que uno
esperaría del refinamiento tecnológico. No deja de ser curioso que precisamente
este entramado visceral sea el encargado de enfriar los arrebatos calculadores
de la máquina. Aunque el polvo cubre las dos almas por igual, las amalgama.
Enseguida vuelven a brillar las placas y las aspas. Lo reanimo y
parece que su respiración se normaliza, aplazada por un tiempo la sorda
vibración del estertor. De nuevo escucho apenas un débil ronroneo.
Ya quisieran muchas personas tener un cuidador como tú en sus últimos días.
ResponderEliminarHoy vamos de gatos amigo. Aunque el tuyo tiene detrás una gran historia.
ResponderEliminarUn abrazo
Ahí estas tan orgulloso, después del trabajo bien hecho, que te merecías un buen descanso al calorcíto de los motores, a perdón que no eres tú, sin embargo el parece tan satisfecho como tú con la operación a corazón abierto que le has realizado a tu compañero.Me encanta.
ResponderEliminarComo dice Jan, ¡Qué gran historia nos has traído hoy!
ResponderEliminarEn ocasiones, en las entradas de los blogs, la calidad de los textos se ve empañada por la tosquedad de las imágenes. En tu caso, el del blog de un fotógrafo, creo, es curioso comprobar que la belleza de las imágenes armoniza en una competencia leal con la altura de las palabras que modelas en capas y cuyos niveles y contrastes ayudan a enriquecer la saturación de los contenidos. Incluso cuando estos son en blanco y negro. Gracias.
ResponderEliminarme gusta que tu ordenador tenga alma de gato. peso a lo que piensa la gente, son extremadamente confiables.
ResponderEliminarde jóven estudié (y me recibí) de algo llamado "computador científico" (persona que aplica la computación a las ciencias). mi carrera la hice usando tarjetas perforadas...eso es ser verdaderamente obsoleta!
Imágenes y palabras como gatos y ratones precisos persiguiéndose ante nuestros ojos. No hay caza ni captura, pero sí innumerables y gozosas aproximaciones. Se agradece.
ResponderEliminarEsa foto no deja indiferente a nadie. Además ilustra algo que parece imposible: que haya vida dentro de una máquina. Entrega mis expresiones a tu ordenador.
ResponderEliminarGracias
Qué maravillas nos traes, Xuan.
ResponderEliminarNo sé si quedarme con el ronroneo, con el b/n, con tus letras...
Te beso mientras lo pienso.
Es que hasta Hall 2000 termina por envejecer y más ahora, donde la tecnología vuela insatisfecha de novedad. Siempre nos quedan las mascotas, esa eterna compañía que humaniza tanto pixel, bit y Hz.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Los ordenadores, en efecto, tienen alma: la que se nos ha ido escapando a nosotros.
ResponderEliminarEl texto es excelente.
Los gatos no son tontos, ya saben dónde encontrar el calor, aunque sea de una máquina.
ResponderEliminarParece que os ponéis de acuerdo Jan y tú, curiosas casualidades.
Un abrazo.
P.D. Espero que estés bien ;-)
Bueno, no se que trasto será ese, pero un ordenador, imposible.
ResponderEliminarEl gato a lo calentito, y ver en esos dos ronquidos dos almas, es de artista.
Me gustan tus fotos, pero a mi me enamoran las palabras también. En el caso de este post... no sabría cual escoger. Pero puedo tenerlos todos, verdad? ahora sólo necesito tiempo...
Me encantó la lectura, la comparación con la obsoleta computadora y el gato como si fuera uno mismo con la máquina. Muy buena la foto!
ResponderEliminarUn abrazo
Existe vida dentro de las computadoras. La foto cuenta una historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
FOTO MUY ORIGINALY UN BUEN RELATO,para explicar su contenido,ME GUSTA¡¡¡¡¡a ver si t das una vuelta por mi blog y nos dejas tu opinion,admitimos todo tipo de criticas,jajajaja.saludo--LIGERAMENTE DESENFOCADOS----
ResponderEliminarVuelvo de vacaciones y me encuentro con que no has perdido el tiempo en absoluto, Xuan.
ResponderEliminarCuantas maravillas me has dejado.
Espero y deseo que todo te haya ido bien en estos días.
Un abrazo.
Su relato es atrapante, pero ésta imagen sencillamente absorbe toda mi atención!
ResponderEliminarHermosa!!.
Beso.
A lo largo de la vida vamos estrechando lazos con mucho de lo que nos acompaña muy a menudo, cosa totalmente lógica. Aunque los hombres, no sé si las mujeres también, lo hacemos con objetos que no son de vestir. Una especie de solidaridad y camaradería como si hubiéramos picado juntos durante años en la mina. Como el último amigo. Da gusto ver que siguen ahí, con el suficiente saber estar a pesar de sus circunstancias.
ResponderEliminarUn placer leerte y verte.
Ya estás tardando en enseñarnos más.
Un abrazo.