La intimidad del cuerpo no reside ahí donde nos han contado con interesada insistencia desde siempre. No, la intimidad del cuerpo habita en ese impreciso enclave anatómico al que tu mano no da alcance, esa parcela inabordable para el jabón, la misma en la que anida otras veces un picor y se hace fuerte. Justo ahí, en esa franja que solo conoces por referencia de personas interpuestas a través de los espejos, encuentra el cuerpo su horizonte. Y a medida que el cuerpo avanza a lo largo y ancho de los años, aumenta sin descanso lo recóndito. Lleva tiempo descubrir que lo más íntimo, lo más propio del cuerpo propio es aquel desconocido lugar al que solo llega la mano del otro.
jueves, 16 de mayo de 2013
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Curiosa coincidencia Xuan.
ResponderEliminarEl tres como leit motiv en escenarios diferentes, uno urbano, rural el tuyo. Me resulta curiosa también la dirección diferente de los personajes y sus distancias, supongo que el entorno o la pura casualidad (esa fantasía creada para goce de todo aquel que quiera ver algún tipo de significado) jugueteando en el preciso instante en el cual decidimos que hay fotografía.
Por otra parte el uso que haces del color es asombroso.
A mi también me gusta coincidir contigo
Un fuerte abrazo
Y lo más propio del rostro envejecido de este inmueble son aquellas alturas a donde no llegó la mano del pintor ni el botox de la cal, y que conserva su expresión venerable, la experiencia de los vientos y las lluvias asomando por encima de esa otra blancura a pie de calle. Bellísima foto y no menos bello texto.
ResponderEliminarJoder que buena. Lo siente es lo primero que me vino cuando vi la imagen. Un saludo.
ResponderEliminarHas coincidido con el amigo Ángel en las tres paseantes.
ResponderEliminarEl fondo, el edificio, es realmente increíble, de una belleza impropia de estos tiempos.
El texto es para nota, para mejorar a matricula de honor.
Una entrada completita de verdad.
Un abrazo
en el fondo y en la superficie se trata de una foto de las buenas de verdad pero me voy a centrar en el texto que me ha encantado por mi propia experiencia. ahora uso uno de esos cepillos con palo y llego a todas partes. deberias probarlos y sí, es la verdadera intimidad, la otra es la que nos enseñan antes como cosa mala y ahora como buena, asi somos por esta parte del mundo.
ResponderEliminarfuerte abrazo
Sólo lo que ve la suegra.
ResponderEliminarQuizás, Xuan, convenga no sólo hablar de la intimidad del cuerpo, de la que tú has expuesto, en ocho líneas, un inquebrantable orden de lo recóndito. Quizás convenga hablar de la intimidad del color donde quién más sabe, sin duda, es la cámara oscura que luego tan valiente nos revela.
ResponderEliminarDesde luego hay que ser pragmático y arrasador con la cal para una casa tan bella meterle tal lenguetazo.
Espero que nos hables en otra entrada de la arena y de alguna otra parte que nos defina como humanos.
Espléndida.
Besos.
Me encantan la mayoría de tus procesados.
ResponderEliminarLa foto muy chula y el texto excelente.
Un abrazo
M A R A V I L L O S O
ResponderEliminarEl texto de esta entrada es una maravilla, XuanRata. Ya sabes que me encanta tu forma de expresarte con las palabras, del mismo modo que admiro tus imágenes. La que hoy muestras es una preciosidad, tiene una luz fantástica. Pero es que además esa vieja casona es encantadora y creo que merece más atenciones que una simple mano de cal a la planta baja.
Enhorabuena.
Un abrazo.
Mira que la fotografía es buena, pero qué bueno es el texto...
ResponderEliminarexactamente. e onde a fronteira se faz caminho para outros olhos...
ResponderEliminarabrazo
Una de cal y otra de arena, ¿terminarán siendo sólo cal? Menuda casa, por dentro tiene que ser la leche. La luz y el color la realzan como se merece.
ResponderEliminarEl texto, magistral, amigo mío.
Abrazos.
Qué rincón!
ResponderEliminarEl maquillaje en vez de unificarlo todo resalta el alma de la casa.
Hasta se puede saber qué carácter tiene.
Mágico sitio.
Venga Xuan, muéstranos la de arena...
ResponderEliminarme gusta más la de arena, la de cal me parece una mancha de un blanco frío ausente y sin sentido.
ResponderEliminarEn cambio, la de arena me deja el corazón lleno de recuerdos, Xuan. Me quedo la de arena.
Contigo no habá arena, creo.
ResponderEliminarY si la traes, será bellísima y ocurrente.
Besitos
Afortunado reencuentro con una de esas entradas que me ponen los pelos de punta. Tiene algo de Abbey Road, pero es mejor ;)
ResponderEliminarUn texto para pensar, y vaya casa. Al pintor, la parcela de arriba tambien le debió parecer inabordable. Saludos.
ResponderEliminarExcelente la conclusión del texto. Para pensar.
ResponderEliminarMe gusta mucho la foto, con esa pared inconclusa que contrasta enormemente con el resto de la casa y los paseantes.
Ahora, espero la de arena.
Un abrazo.
Me encanta esa casa no se que tiene pero me atrae, la mano se les ha quedado corta o se les acabo la cal, pero quizás baste pintar hasta donde la mirada alcanza, pero para ver más allá habría que cambiar de acera y eso ya es un trabajo extra. El texto también tiene su mano de cal correspondiente.
ResponderEliminarAí como aqui, as casas são fantasmas de um tempo perdido em busca de paz ou redenção.
ResponderEliminarPues está claro que quien ha descubierto lo más íntimo de esta casa encantada has sido tú. Yo he pasado varias veces delante de ella y ni siquiera se ha dignado a mirarme.
ResponderEliminarMe encanta la luz con el juego de blancos.
No sé qué me gusta más: la fotografía o el texto que la acompaña.
ResponderEliminarEnhorabuena por los dos.
La impecable imagen me parece un tanto surrealista ¿acaso la escalera no daba para más, o puede que sea uno de los efectos de la crisis?
ResponderEliminarLo que describes lo siento cada vez que quiero rascarme la espalda. ;)
Saludos.
Ostras Xuan, dierte que aquesta foto m'encanta és poc, sembla un quadre!!. Salutacions.
ResponderEliminarimpecable en todo su ser!!
ResponderEliminargracias por tu comentario sobre miguel sonseca,me ha hecho darle una vuelta a la fotografia y la verdad es que me siento muy identificado ,salvando las enormes distancias por supuesto..
Gracias!!
preciosa por la elección, el encuadre y el procesado. Nada o poco se podia imaginar lo que estaba creando el enjalbegador.
ResponderEliminarun abrazo