Una vez oí decir a alguien que un ladrón es simplemente una persona que encuentra tus cosas antes de que las pierdas. Celebré la ocurrencia y acto seguido la olvidé. O eso creía yo. Hasta que la semana pasada leí que investigadores de cierta universidad americana, expertos en el uso del polígrafo, han llegado a la conclusión de que cuando los estudiantes mienten acerca de sus calificaciones, no experimentan apenas ansiedad ni nerviosismo porque en realidad están expresando sus aspiraciones, su proyección personal de acuerdo a la consideración que tienen de si mismos. Es decir, que sus mentiras vienen a ser una especie de verdades futuras.
Yo sabía que a menudo unas mentiras actuales se convierten en verdades retroactivas, y no hay más que echar un vistazo a la Historia oficial de cualquier época o a la ideología de cualquier nacionalismo. Pero lo de la falsedad con vocación predictiva me sorprendió bastante, fuera, claro está, del ámbito de las campañas electorales. Aunque me sirvió, eso sí, para comprender la pétrea cara de póquer de las echadoras de cartas. Es esta una técnica peligrosa porque si resulta que el que roba, encuentra, y el que miente, predice, entonces el asesino no es más que un pobre diablo (o un diablo pobre) que se limita a anticipar lo más inevitable de todo.
Pese a todo, lo cierto es que mentir, robar y matar siguen siendo actividades que no están bien vistas. Tal vez la razón esté precisamente en ese carácter de violación temporal que comportan. Porque ya se sabe que el tiempo es nuestro bien más preciado y no me refiero al tiempo cuantitativo (que también) sino sobre todo al tiempo sucesivo, el tiempo como proceso, el tempo del tiempo. Esa dislocación temporal, ese poner el carro delante de los bueyes, como decimos por aquí, es también el fundamento de esos delitos de última generación como los que atentan contra el medio ambiente (alterando los ciclos de renovación de la vida), o contra la seguridad vial (pretendiendo llegar antes de haber salido), o por ejemplo, el que cometemos contra nuestro propio cuerpo negándole el derecho a envejecer dignamente.
En los viejos sueños utópicos la sucesión temporal quedaba suspendida cuando no directamente abolida: era el fin de la historia, el fin de la propiedad, el fin de la mentira. Su fuerza se basaba en el advenimiento inmediato del futuro, esa maldita zanahoria. Pero hoy preferimos mantener el tu a tu con el destino, sin intermediarios, porque si nos dejan acabaremos perdiendo nosotros solos la cartera, sí, pero también se cumplirán todos nuestros sueños y todas las pesadillas que quepan en una vida. Y terminaremos por dar alcance a nuestro asesino. Le miraremos cara a cara y sin mover ni una pestaña, trataremos de venderle una de nuestras verdades futuras.
A mí la primera foto me lleva a pensar en futuro sin utopías y sin salida y eso me angustía, pero me salvas con la segunda, ese vistazo al mar me hace albergar alguna esperanza, puede que algún día utopía aparezca de nuevo en nuestras vidas y les de un poco de sentido. Gracías por incluir la segunda un beso.
ResponderEliminarLa utopía, en el fondo, no es más que la proyección de nuestras insatisfacciones presentes. Algunas, por lo tanto, es mejor que estén cerradas bajo esa persiana metálica. Luego, tras echar el cerrojo, te acodas en la barandilla y miras el mar.
ResponderEliminarEnhorabuena: acabo de ver el premio RP de la columna de la derecha.
Hemos coincidido en el disparo a una tienda... La segunda foto es una ventana abierta al futuro, la primera podrían ser nuestros miedos... el ying y el yang siempre presentes... Me ha encantado como siempre... Un saludo!
ResponderEliminarUna familia que conocí en la Sierra de Segura, tenia uncerdo que llamaron utopia y llegada la época de la matanza les procuro embutido para todo el invierno. Al año siguiente lo llamaron bienestar.
ResponderEliminarPerdoname Xuanrata pero el último parrafo me mato de risa.utopia, utopia...me recuerda a Serrat.
ResponderEliminarFelicitaciones por tu premio
Hasta pronto
Todos necesitamos que nos mientan de vez en cuando. Nos has mentido con la foto? es un trampantojo?
ResponderEliminarjejej o es lña misma esquina desde us dos lados?
joer un lugar´, con ese fondó y ese nombre a la orilla del mar...
no me digas que no te gustari atomarte algo un atardecer, una noche??
saludos brujos¡¡
Cuando pensamos en Utopía siempre pensamos en un lugar "inexistente", un lugar donde todas las libertades son posibles; pero si seguimos descabezando nos en ese lugar llegamos siempre a la conclusión de que ese lugar, carece de lo mas importante, ya que, hay que establecer normas, leyes, y domar a todos los miembros de esa utopía para que la misma se produzca. Con lo cual llegamos a que carecemos de libertad, que para mi es lo esencial en Mi utopía.
ResponderEliminarMi utopía es la libertad total, con lo cual sacrifico la libertad de los demas.
Estupenda entrada, me han gustado mucho las dos fotos y el texto, ah y felicidades por el premio tan bien merecido.
Q buena reflexión, ja, ja, y la foto muy ocurrente.
ResponderEliminarcrei que estaba en un blog sobre fotografia ¿sabes? ahora me haces dudar jeje. el texto magnifico con el inconfundible sello "xuan". sobre las fotos es una curiosa contraposicion, la lectura que uno saca antes de ver la segunda imagen se desvanece segundos despues. un curioso juego. tu blog cada vez es mas un lugar para la reflexion, y reflexionando pensé en aquello que dicen sobre el valor de la imagen por encima de los textos, de las palabras. Bendita duda. dudar es de sabios decia alguien cuyo nombre no soy capaz de recordar.
ResponderEliminarEsta utopía pertenece a los sueños.
ResponderEliminarSon dos momentos alejados en el tiempo,incluso parece que han pasado años.
El desgaste en las paredes no coinciden como no coinciden en nuestros sueños.
"Utopi" es relaidad..."utopia" es la politica..."Utopia" es la libertad de esto sistema que no tienene entre su manos... Las photos me gustan muchissimo hombre! La diferencia entre la prima y la segunda es perfecta! Saludos, Riccardo.
ResponderEliminarTines muchísima razón xuan, nos hemos habituado a mentir compulsivamente, hasta nos creemos que son mentiras piadosas y que la ipocresía es necesaria, pero que le vamos a hacer somos humanos o no?.
ResponderEliminarEs la calle de la rectorio o no le falta la c. Las capturas fantásticas aunque me quedo no se porqué con la segunda.
Felicidades por el premio compañero.
Un abrazo
Belo texto...Belas fotografias sobre a utopia!
ResponderEliminarUm abraço
Algún día te robaré algún detalle de tu retórica.
ResponderEliminarTe voy a mentir: La foto es una kk, ese cromodecadencia de costa no llama la atención para nada...
...pero no tengas miedo, lo de matar lo dejo para otro momento que ahora no me viene bien ;-)
Saludos.
No son buenos tiempos para utopías. Creo que en gran medida el desencanto se ha instalado en las sociedades modernas. En qué creemos hoy? a qué aspiramos?
ResponderEliminarAhora sí. La entrada fabulosa.
Un saludo
Muy bueno el texto, me gusta tu refelxicón!! Y no estoy seguro que foto me gusta mas ... mmmhhhh ... los son buenas!
ResponderEliminarYo quiero los dos! Fijate ...
Salduos
Olá Xuan,
ResponderEliminarUma bela imagem, acompanhada de um não menos belo texto... Utupia... vamos refletir... :-)
Um doce beijo!
And finally utopia, I was wondering if I would ever find it.
ResponderEliminarI really like the second image with the figure in the background. Fantastic.