Esa foto es poesía en movimiento. Me encanta!!!... Jamás pensé que un blog me relajase tanto. Es un auténtico placer pasear por el tuyo, se pasa el tiempo volando y te aseguro que una no tiene ni tiempo para perder.
esto me recuerda cuando de chico me entretenia tocando el agua de los riachuelos y viendo esas chispitas salpicar; que lindo. Un saludo desde muy lejos, Jorge
Hay un dicho italiano que viene al caso: "Se nasci tondo non puoi morire quadrato". Creo que no se puede ir contra una naturaleza, aunque quizá a veces se debiera. No hacerlo en ocasiones tiene su precio (que va más allá de provocar la risa ajena). Pero al fin y al cabo todo lo tiene, ¿no?
Coincido con Ángel y Pedro. La hiedra insiste en prenderse al agua como el mar insiste golpeando las rocas... Su fidelidad y constancia es algo admirable. Abrazos.
Quién no ha hecho lo mismo estando a la orilla de un riachuelo. Quedarse enredado entre el paisaje, estirando un brazo para que la mano toque la corriente. Pequeños placeres a los que ni élla renuncia.
Esa foto es poesía en movimiento. Me encanta!!!... Jamás pensé que un blog me relajase tanto. Es un auténtico placer pasear por el tuyo, se pasa el tiempo volando y te aseguro que una no tiene ni tiempo para perder.
ResponderEliminarGracias, por compartir las fotos.
Besos desde un faro en mitad del mar.
Mar (...la vendedora de humo)
¡qué movimiento tiene esta imagen! es una sensación pura.
ResponderEliminarNo hay mayor insistencia y tenacidad que la del mundo vegetal.
ResponderEliminarUn abrazo
Siento el vértigo de la velocidad del agua y el de tus palabras.
ResponderEliminarLa hiedra es demasiado fiel a todo lo que se adhiere, arranca lo que va a su paso.
ResponderEliminarCuanta poesía en tu forma de mirar Xuan.
ResponderEliminarCada uno a lo suyo.
ResponderEliminarCon la seguridad del que tiene el camino marcado.
Besos, Xuan
Fantástica sinfonia de movimento.
ResponderEliminarAcuapláning visual. Una vivencia sensorial inédita.
ResponderEliminarGenial, Xuan
esto me recuerda cuando de chico me entretenia tocando el agua de los riachuelos y viendo esas chispitas salpicar; que lindo. Un saludo desde muy lejos,
ResponderEliminarJorge
¿Quién dice que las fotografías movidas no son atractivas?
ResponderEliminarUn abrazo
Poeta.
ResponderEliminarTu calidad es para no creersela.
No hay mejor fidelidad que la de la sencillez.
ResponderEliminarNavega
ResponderEliminarHay un dicho italiano que viene al caso: "Se nasci tondo non puoi morire quadrato". Creo que no se puede ir contra una naturaleza, aunque quizá a veces se debiera. No hacerlo en ocasiones tiene su precio (que va más allá de provocar la risa ajena). Pero al fin y al cabo todo lo tiene, ¿no?
ResponderEliminarPreciosa. Saludos.
ResponderEliminarCoincido con Ángel y Pedro.
ResponderEliminarLa hiedra insiste en prenderse al agua como el mar insiste golpeando las rocas... Su fidelidad y constancia es algo admirable.
Abrazos.
Qué bonita esa sensación de movimiento.
ResponderEliminarFeliz fin de semana!
Un saludo
Quién no ha hecho lo mismo estando a la orilla de un riachuelo. Quedarse enredado entre el paisaje, estirando un brazo para que la mano toque la corriente.
ResponderEliminarPequeños placeres a los que ni élla renuncia.
aqui é o olhar que se movimenta na ilusão do movimento terra...
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