Dunas de Xagó, Asturias
Es cierto que un objeto cualquiera encontrado en la playa o en sus márgenes trae siempre consigo un mensaje de abandono y una apelación a lo pasado y concluido, la refutación final de todo esfuerzo. Pero por otra parte, fuera de contexto el objeto muestra su significado más profundo: el sillón, la tele y el guante despojados componen una improvisada sala de estar donde los actos de sentarse, mirar, tocar recuperan de algún modo su momento inaugural. De igual forma, una maleta abierta y vacía entre las dunas puede estar al final de un viaje o en vísperas de él, contener tanto una invitación al descanso definitivo como al emprendimiento más urgente. Todo depende de que el hombre que pasea por esa playa, sin contexto, sea capaz de advertir su condición de náufrago, y en este caso sienta la alegría de verse rodeado por lo irreemplazable.
Realmente dramatica.
ResponderEliminarsaludos
En ocasiones lo que menos importancia tiene en apariencia, gana todo su valor en circunstancias extremas.
ResponderEliminarLa maleta vacía y el pueblo al fondo, también olvidado, tal vez su narrativa nos cuente una misma historia, el destino fatal de lo rural, tan menospreciado.
Sin duda, algún día, recobrará todo su valor.
Excelente revelado.
Abrazos
Está aberto o caminho para todas as interrogações, será uma partida ou uma chegada.
ResponderEliminarA foto é fantástica, com a ajuda desse céu tremendo.
definitivamente soy un simple que no ve más alla que lo que tiene delante las narices.
ResponderEliminaren este caso la desverguenza de algun guarro que usa la naturaleza como si fuera el dueño de una industria contaminante, de esas que echan sus vertidos a los rios.
lo que si veo es un tratamiento muy elegantón y ya que estamos y conociendo tu aficion por la tijera me sorprende que no hayas eliminado el cielo, para mi gusto distrae mucho del objeto principal.
un abrazo
Parece que la dejaron ahí para que la fotografiaras...
ResponderEliminarExcepcional.
Un abrazo.
Buena disquisiciñon, la tuya frente a la maleta.
ResponderEliminarasolador paisaje... el objeto vacío, el cielo que lo enmarca cargado de nubes tenebrosas y la falta de color me sugieren un desdichado "naufragio"
ResponderEliminarMuy buena imagen!
Dan ganas de meter el mundo entero dentro de ella.
ResponderEliminar¿Sabes que me da tristeza?
ResponderEliminarHay algo apocalíptico en la conjunción de los elementos fotografiados. Podría ilustrar -se me ocurre- algún pasaje de "La carretera" de Cormac McCarthy.
ResponderEliminarUn abrazo, Xuan
la valija terminó su viaje...
ResponderEliminarUna foto extraordinaria, llena de fuerza y dramatismo, la maleta le aporta un sentido que nos hace reflexionar sobre por qué llegó hasta allí.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Saludos.
Acojonante! (Perdón)
ResponderEliminarTe felicito sinceramente. Vya fotón!
Buen cielo, pero que pena todo lo que tiran por ahí, aunque resume mucho desde luego
ResponderEliminarTan sugerente la imágen como la narración.
ResponderEliminarCordiales saludos.
Al estar abierta, algo encontró la libertad.
ResponderEliminarAlegría es lo que siento cada vez que naufrago en tus fotografías.
ResponderEliminaré quando os despojos não são despojos mas pistas, sinais numa espécie de braille para os olhos dos que sabem ver: muito poucos fotógrafos, alguns poetas e quase todos os niños...
ResponderEliminarabrazo
Un amigo me dijo que detrás de un encuentro casual siempre hay un deseo prohibido.
ResponderEliminarUn abrazo
texto genial y la imagen cargada de gran dramatismo que unida a las otras de objetos en la playa conseguirás una gran serie, sin duda.
ResponderEliminarun abrazo
También podría la maleta ejercer de pluviómetro. A la vista están los nubarrones.
ResponderEliminarPuro existencialismo doméstico en tuyo, Xuan.
Nuestro gran defecto: estar reemplazando constantemente los objetos.
Te recomiendo los cuentos de Felisberto Hernández.
Jo, no sabes como os envídio a ti, a Angel, a Dani, a todos los que con el objetivo sois capaces de decir tantas cosas. Yo me ahogo en palabras, para al final ... no decir nada.
ResponderEliminarBesos desde la roca que me cobija
Mar (...la vendedora de humo)
Impresionante Xuan. Inquietante esa maleta abierta que parece que grite. Me he pasado por las otras imágenes que señalas y son magníficas por lo mucho que pueden sugerir.
ResponderEliminarGracias por tus tesoros.
Para mí, paseante, siempre será memoría de vidas vividas, viajes, proyectos realizados o no. Que al abrirse se han esparcido por entre la duna y allí quedrán algunas mezcladas con los granos de arena, y otras saldrán volando cuando el viento sople fuerte y seguiran viajando hasta el fin de los tiempos.
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