Día tras día, durante meses, durante años, esperó el hombre pacientemente que apareciera el monstruo del lago. Hasta que una tarde, el lago, harto y cansado, abrió sus fauces de niebla y sin más se lo tragó.
Es preciosa!! me encantan las fotos con niebla y encima si son en blanco y negro aún les da un toque de más misterio. Me encanta el tratado también que le has dado. Un saludo.
Siempre me ha llamado la atención el que determinados elementos (colchones, frigoríficos, sillas...) aparezcan en medio del campo, en lugares de difícil acceso, y pienso que el mismo o menor trabajo hubiese costado a sus propietarios llevarlos a un vertedero, y que los hombres somos en general unos guarros sin conciencia ecológica. Y mira por donde, resulta que lo que somos es unos soñadores. Magnífica foto y magnífico texto
Quizás lo que no vemos pero intuimos sea solo un reflejo de nuestra propia consciencia ante un instante lleno de incertidumbre. Un entorno de novela negra. Un abrazo
Preciosa foto, seguro que el pescador no pudo volver a recogerla porque una fuerza mayor se lo impidió, o quizás sea la silla de la madre de la muchacha que se ahogo hace muchos años en ese lugar y que siempre esperó a que su hija regresara, hasta que un día tampoco ella pudo volver y allí sigue su silla esparándolas a las dos, mejor pensar eso que no en la maldad de la gente que se deshace de las cosas que ya no les son útiles, quitándolas de su vista para ponerlas ante la vista de otros, sin pensar en nada más. Me encanta.
Se lo tragó un dejo la silla, se ve que el plástico no le gusta, jeje. Parece que nos gusta los utensilios abandonados, eh? Es cierto, aportan cierto aire surrealista a las fotos, además que acentúan esa sensación de dejadez, de abandono.
Pero ahí nos dejó su silla para que no lo olvidemos.
ResponderEliminarEn tu línea de atmósferas oníricas que atrapan al observador.
ResponderEliminarSaludos.
Vaya contraste entre la belleza del entorno que has sabido muy bien captar y ese lamentable abandono.
ResponderEliminarPero qué bien lo has sabido aprovechar para contarnos una sugerente historia, enhorabuena.
Sea como sea e independientemente de la lectura de cada cual, la imagen es preciosa.
Un abrazo.
Beautiful, so peaceful.
ResponderEliminarY ahora es la silla la que espera por el hombre.
ResponderEliminarBesos, Xuan
... y ahí quedo su recuerdo para siempre, para todo aquel que con curiosidad se acerque hasta la orilla.
ResponderEliminarPreciosa
Un abrazo
debe ser por eso que me dan miedo los pantanos. excelente byn, muy fino.
ResponderEliminarun abrazo
Maravillosa foto. Dan ganas de ser digerido.
ResponderEliminarEs preciosa!! me encantan las fotos con niebla y encima si son en blanco y negro aún les da un toque de más misterio. Me encanta el tratado también que le has dado. Un saludo.
ResponderEliminary la silla, riéndo, dijo: buen provecho!
ResponderEliminar....Y la barquita de papel se quedó sola en la orilla.
ResponderEliminarEsperando su vuelta nuevamente.
Siempre me ha llamado la atención el que determinados elementos (colchones, frigoríficos, sillas...) aparezcan en medio del campo, en lugares de difícil acceso, y pienso que el mismo o menor trabajo hubiese costado a sus propietarios llevarlos a un vertedero, y que los hombres somos en general unos guarros sin conciencia ecológica. Y mira por donde, resulta que lo que somos es unos soñadores.
ResponderEliminarMagnífica foto y magnífico texto
Otro país.
ResponderEliminarla verdad es que me lo creo.
ResponderEliminarMagnífico escenario para rodar alguna escena de una nueva remake de "El Cabo del Miedo": Resplandor en la niebla.
ResponderEliminarUn abrazo, Xuan
Quizás lo que no vemos pero intuimos sea solo un reflejo de nuestra propia consciencia ante un instante lleno de incertidumbre.
ResponderEliminarUn entorno de novela negra.
Un abrazo
Preciosa foto, seguro que el pescador no pudo volver a recogerla porque una fuerza mayor se lo impidió, o quizás sea la silla de la madre de la muchacha que se ahogo hace muchos años en ese lugar y que siempre esperó a que su hija regresara, hasta que un día tampoco ella pudo volver y allí sigue su silla esparándolas a las dos, mejor pensar eso que no en la maldad de la gente que se deshace de las cosas que ya no les son útiles, quitándolas de su vista para ponerlas ante la vista de otros, sin pensar en nada más.
ResponderEliminarMe encanta.
Se lo tragó un dejo la silla, se ve que el plástico no le gusta, jeje. Parece que nos gusta los utensilios abandonados, eh? Es cierto, aportan cierto aire surrealista a las fotos, además que acentúan esa sensación de dejadez, de abandono.
ResponderEliminarMe encanta la atmósfera de la foto.
Un abrazo.
Una foto fantástica y misteriosa, no sólo por el relato que la acompaña muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo
o que os lagos tragam, a águas calam...
ResponderEliminarI am so glad i found your site. Fantastic photos - thank you!!
ResponderEliminarBuena foto. Me encantan estas tomas con objetos desubicados.
ResponderEliminarUn saludo