Taramundi, Asturias
Donde
otros llevamos el móvil
o la cartera,
Hilario lleva una armónica
(filarmónica la llaman aquí,
o la cartera,
Hilario lleva una armónica
(filarmónica la llaman aquí,
que
así es como mejor suena).
No se hace Hilario de rogar,
sabe que en ciertos momentos
No se hace Hilario de rogar,
sabe que en ciertos momentos
lo
que toca es tocar
y hoy anda la mesa llena
con los más añejos licores
de las altas alacenas.
Siendo niño quiso Hilario averiguar
de dónde salían aquellas notas
que traían los gaiteros.
Y en la armónica él solo las buscó,
agujero por agujero.
Tal vez por eso Hilario tiene
una manera propia
de tomarla entre los dedos,
como el que oprime leve pero firme
un fuelle de terciopelo.
Dice Hilario que él empieza
una canción por cualquier sitio
y una parte llama a la otra, y así
hilando va Hilario
componiendo la memoria.
A lo mejor por eso en su armónica
reconocemos como propio
ese tiempo lejano
y hoy anda la mesa llena
con los más añejos licores
de las altas alacenas.
Siendo niño quiso Hilario averiguar
de dónde salían aquellas notas
que traían los gaiteros.
Y en la armónica él solo las buscó,
agujero por agujero.
Tal vez por eso Hilario tiene
una manera propia
de tomarla entre los dedos,
como el que oprime leve pero firme
un fuelle de terciopelo.
Dice Hilario que él empieza
una canción por cualquier sitio
y una parte llama a la otra, y así
hilando va Hilario
componiendo la memoria.
A lo mejor por eso en su armónica
reconocemos como propio
ese tiempo lejano
que
habitaron nuestras sombras.
Mientras Hilario sigue
tejiendo una nota con otra,
en la mesa unos escuchan, otros hablan, otros ríen
y duerme un niño en su capazo
quién sabe qué sueños puros
entre compás y compás.
Pero hay en esta armonía,
en este concierto sin pauta
una íntima extrañeza,
una nota que no encaja,
y es que las piezas de Hilario
Mientras Hilario sigue
tejiendo una nota con otra,
en la mesa unos escuchan, otros hablan, otros ríen
y duerme un niño en su capazo
quién sabe qué sueños puros
entre compás y compás.
Pero hay en esta armonía,
en este concierto sin pauta
una íntima extrañeza,
una nota que no encaja,
y es que las piezas de Hilario
no son
para ser escuchadas:
son
artimañas de danza,
vals, polka, muñeiras,
es canción que pide plaza
y mozos y mozas, y miradas tímidas
y miradas descaradas.
Lo saben nuestros pies
que por debajo de la mesa
pese a todo y todos bailan,
vals, polka, muñeiras,
es canción que pide plaza
y mozos y mozas, y miradas tímidas
y miradas descaradas.
Lo saben nuestros pies
que por debajo de la mesa
pese a todo y todos bailan,
haciendo
vibrar la tarima,
resonando por toda la casa,
y nuestros corazones inquietos que notan
esa nota falsa, esa falta de son y de
ser,
eso que algunos quizás llamen nostalgia.
Guarda Hilario la armónica
allí donde otros guardamos el móvil
o la cartera.
Por la noche en la verbena
nos veremos bailar
y recobraremos el alba,
pieza tras pieza.
eso que algunos quizás llamen nostalgia.
Guarda Hilario la armónica
allí donde otros guardamos el móvil
o la cartera.
Por la noche en la verbena
nos veremos bailar
y recobraremos el alba,
pieza tras pieza.
Gustándome, como me gustan, tus fotos por ese color que sólo tu consigues, tus textos las superan.
ResponderEliminarUn abrazo
Un bonito homenaje, pica el gusanillo de oír a Hilario, ya que según nos lo describes, de sus labios tiene que salir música para dioses....
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encanta el procesado que consigues en tus fotos en color ( ¿baja saturación? ¿baja intensidad?), además en este retrato se respira autenticidad y naturalidad, aspectos imprescindibles que para mi debe tener todo retrato. Un saludo.
ResponderEliminarUltimamente me gusta utilizar sobre la capa en color otra capa en b/n virada a sepia y después reducir la opacidad: se consigue así un color rebajado sin perder contraste.
EliminarGracias por el consejo. Un saludo
EliminarQué hermosura !!!
ResponderEliminarTanto la imagen como el texto son merecedores de una gran ENHORABUENA.
Un abrazo, XuanRata.
No pude evitar buscar el enlace que te pongo. Enlázalo tu también, si quieres. Una joya.
ResponderEliminarhttp://www.rtpa.es/video:Cam%C3%ADn%20_551365374052.html
Conozco el programa: para los interesados la música de Hilario está en la parte final, pero todo el documental merece la pena.
EliminarCada día pienso que todos deberíamos ser más "Hilarios", estar y vivir más cercanos al mundo, ser más noostros sin depender de llamadas, de teclas, de aplausos..
ResponderEliminarY pienso que nunca es tarde.
Bonita entrada.
entre una harmonica y saber tocarla y un movil no hay color, me decanto por la primera. Hilario hace bien. conseguiste una buena foto, muy limpia como siempre.
ResponderEliminarademas tus palabras, siempre las justas hacen homenaje a un hombre sencillo con una rara habilidad, ya me gustaria a mí.
un abrazo
Unas palabras poéticas han bordado un sensacional imagen preciosa y llena de emotividad.
ResponderEliminarSaludos.
Hubo un tiempo en el que siempre llevaba una armónica en el bolsillo, hasta que aprendí a tocarla.
ResponderEliminarCuando desapareció de mi faltriquera lo poco o mucho que aprendí también se fue con ella.
Pero una armónica en el bolsillo hace mucha compañía. Más que el móvil. Adonde va a parar. Ni punto de comparación.
Tres harmónicas tres tengo: todas de Honner ¿de dónde si no? y una de cambio. Todas las supe tocar relativamente bien hace tiempo. También hace tiempo que dejé de hacerlo y con esta entrada me doy cuenta de que hice mal. Por cierto, antes de que se me olvide, te copio ,muchas gracias por enseñarla, la idea de la capa.
ResponderEliminarSalu2
Tienes, Xuan, una sensibilidad inmensa.
ResponderEliminarMe gusta la foto por cómo mira, por la cazadora que lleva, por esa pulsera del reloj, porque has dejado espacio para la mirada a la derecha (podías haber girado la foto, pero no lo has hecho), por ese procesado del que no tengo ni idea, por las botellas de cristal, y, no me olvido, el color general , muy agradable. Todo esto rematado por el texto.
ResponderEliminarUn abrazo
brilhante!
ResponderEliminarés um señor, don Xuan.
forte abrazo
¡Bien por los versos!
ResponderEliminarQué buen retrato doble de Hilario el filarmónico.
Igual que Hilario toca la armónica otros fuman un cigarro o un puro.
ResponderEliminarConmueve ese brillo de ojos que Hilario transporta.
Qué buenos momentos esos.
Lo increíble es ver la naturalidad con la que toca, forma parte de él y se contagia, muy buena.
ResponderEliminarLa armónica de Hilario, ¿o son sus ojos? merodean por la melancolía, esa zona que no siendo aún tristeza rezuma alegre despedida. Y claro, tú estabas allí para envolver el hermoso regalo.
ResponderEliminarMis ojos dicen que muchas gracias.