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Centro Niemeyer, Avilés - Asturias
Pero el caso es que, al margen de las programaciones oficiales, son el uso y la costumbre quienes van esculpiendo a su modo las geometrías del vacío: así este espacio se ha ido haciendo poco a poco anchura para patinadoras, longitud para bicicletas, periferia que buscan las parejas recientes y descampado para que los perros campen y retomen su lado salvaje sin calles ni correas. Además las estaciones modulan y alteran sus medidas, su geografía misma: en invierno tiene algo de estepa ártica y si una figura aparece por cualquiera de sus extremos nos invaden a partes iguales el temor y la curiosidad del que ha permanecido mucho tiempo solo. Es también en el invierno cuando, después de extraer el rumor del tráfico cercano, se obtiene un silencio sin aristas, sin ecos, ahuyentados como gaviotas a las que repele tanta blancura delatora. En verano en cambio todo lo que cae en esta planicie de sal se vuelve efervescencia y acaban por fundirse en uno solo todos los colores de las camisetas.
Solo algo permanece igual, siempre: tanto en invierno como un verano hay alguien que deambula con una cámara en la mano. Es el fotógrafo arrebatado por una mirada que fluctúa sin cesar, que va del fondo a la forma y de la forma al fondo: cuando ve este escenario como fondo surge la forma, y cuando encuentra la forma ésta se vuelve fondo. Cae así una vez más en la trampa de la arquitectura que lo fagocita y lo utiliza para multiplicarse y reproducirse y durar más allá de sí misma. Y de paso interpreta su papel en esta obra cuyo guión ya nadie recuerda con exactitud, tal vez porque siempre fue una página en blanco.
Me encantan. Me parecen muy buenas, especialmente la última. Ese centro es una gozada .
ResponderEliminarUn abrazo
Estas dos páginas en blanco que has hecho me han parecido de una plasticidad tremenda, son arte pro, sobretodo me ha llamado la atención la de hoy, son auténticas obras de arte los instantes que has tomado, fijándolos para la posterioridad y las palabras que que los complementan un espejismo de las propias fotos.
ResponderEliminarTe felicito, siento que la serie no continúe..
Un abrazo.
el blanco adquiere otra dimensión cuando es atravesado por seres vivos
ResponderEliminarAsí que también puedes ser minimalista cuando quieres ... un escultor de geometrías. De esta serie me gustan todas en las que aparecen seres vivos. Por elegir una: la tercera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gran trabajo, la primera y la última me parecen magníficas, siendo las demás muy buenas también, enorme trabajo, un abrazo.
ResponderEliminarEsta serie me gusta aun más que la anterior. Enhorabuena
ResponderEliminarMmmm pues dificil me lo ponéis. De sobra es sabido que no me gustan este tipo de construcciones pero si sirve para que los perros jueguen y correteen por aqui y por acullá en los alrededores del despropósito me parece bien. Todos los fotógrafos tenemos nuestro lugar fetiche, yo no me preocuparía mucho por eso.
ResponderEliminarLas fotos bien. Limpias y elegantes y si hay que elegir me quedo con la que empieza la serie y también con la que pone el punto no sabemos todavía si final o a parte.
un abrazo
Es de agradecer la posibilidad de acceder a tu peculiar página en blanco, esa en la esbozas tus indagaciones de luz y palabras.
ResponderEliminarEn tu serie detienes, en su momento preciso, un juego de vida y geometría.
Que buenas las dos series sobre el Neymeyer. Lineas, texturas, instantes. Lenguaje fotografico en estado puro. Un saludo
ResponderEliminarUna maravilla de imágenes, preciosas... Un momento... Un abrazo desde Murcia.
ResponderEliminarExcelentes páginas en blanco.
ResponderEliminarLa última es una maravilla de equilibrio y sentido geométrico.
Felicidades por estas magníficas series.
Una serie genial, Xuan! En las dos últimas entradas, lograste excelentes encuadres!
ResponderEliminarSi eran páginas en blanco, vos las "dibujaste" de forma magistral!
Un abrazo
El blanco se entibia con esa sangre caliente que se acerca, lo roza, lo toca, se sienta, lo huele...¡ah, que lujo, pensará, así tendré algo de vida!
ResponderEliminarXuan, besos besos
Geniales las dos series de fotografías y unos textos muy acertados. Me parecen una sabia combinación de fotografía y arquitectura.
ResponderEliminarMe apunto tu blog!
Un saludo.
lafotografiadedaniellopez
Seis obras maestras, realmente no sabría cual elegir. Un sitio de visita obligada, lo tengo en mis cuentas pendientes.
ResponderEliminarUna serie para una exposición.
Buen finde.
las dos entradas que le has dedicado al Niemeyer son de una belleza en la imagen y de una certeza en los textos, que impresiona, Xuan
ResponderEliminares lo que hace un buen arquitecto, imaginar como será su obra una vez realizada, pero estas fotos creo que le ayudarían a comprender aún mejor su obra, con la luz reflejada y las sombras proyectadas, esos personajes de maqueta que se mueven de un lado para otro dando vida, esos humos fuera del proyecto, esas conversaciones en voz baja y tu mismo observando y escribiendo en estas páginas en blanco con plantas, alzados y perspectivas magistrales.
ResponderEliminarun abrazo.
Fotos y textos me parecen estupendas, no sabría con cual quedarme, si con esas geometrías blancas y puras vigiladas por los gigantes que escupen humo, o esas planicies habitadas por patinadoras, ciclistas o perros paseantes.
ResponderEliminarMe han encantado estas fotos del Niemeyer, especialmente la primera y la última de este post son excelentes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Xuan buenes semeyes del Niemeyer y un testu perguapu
ResponderEliminar"alguien que deambula con una cámara en la mano" Y su propia mirada.
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