Nos dijeron que lo mejor era un corazón artificial. Que los donantes escaseaban cada vez más y la tecnología había avanzado mucho. No fue de todos modos una decisión fácil: llevar un corazón de plástico, cables que salen del ombligo, baterías que se agotan, tu vida enganchada a la red de suministro eléctrico...pero tampoco había demasiadas opciones y, al fin y al cabo, era un tipo de dependencia que no nos resultaba tan extraña. La operación fue un éxito. El bombeo es fluido y constante, eficaz como la prosa de un decreto que ordena el cuerpo hasta en sus más mínimos detalles. Emite un sordo zumbido que solo yo percibo cuando logro encontrar el silencio necesario. No tengo pulso, apenas una vibración, un temblor adentro. Estoy vivo, aunque ya no atiendo al canto de los pájaros ni sé bailar. Dicen que me falta ritmo.
Sin ritmo la vida es una sucesión golpes; apenas una torpeza, una inercia, que consigue tropezar en todos y cada uno de sus minutos. Tal vez los pájaros, que andan escasos de rencores y maldades, no perciban el despropósito, pero al baile no creo que se le escape esa tristeza.
ResponderEliminarPor suerte, preveo que muy pronto la estación de bombeo será de nuevo engullida por la verde y densa espesura de la vida y latirá de nuevo con un swing de esos que consiguen hacernos reflexionar con los pies.
Como siempre, luz y palabras -las tuyas- que te sacan a bailar.
Un abrazo, Xuan.
La foto es magnífica. He estado buscando un sendero para subir a la caseta hasta que me he dado cuenta de que no hace falta: que el sendero es la misma caseta.
ResponderEliminarEsa caseta que surge en la espesura del bosque ya forma parte de él,pero a medida que vaya siendo innecesaria cada vez pasará más desapercibida.
ResponderEliminarUn abrazo, XuanRata.
Aunque parece que ha sido completamente olvidada esa estación a tenor del vergel que ha crecido a su alrededor, la presencia del joven abriendo la puerta no deja de ser curiosa por lo que a pesar de todo, parece seguir funcionando, como ese corazón del que hablas, que ha tenido que ser sustituido por uno artificial para que siga dando vida a su propietario.
ResponderEliminarFeliz semana, Xuan.
el bosque y el tiempo trabajando juntos pronto daran cuenta de la caseta... y del hombre.
ResponderEliminar¿Qué más ritmo que el de esa naturaleza lujuriosa y restallante? eso es quejarse por gusto, querido Xuan, sorry.
ResponderEliminarBesos, maravilla de chico, poeta y artista.
Me encanta el texto, pero me atrapa la naturaleza que desborda la foto, porque dices que es Allande, que si me dices que es la selva también me lo creo.
ResponderEliminarExcelente trabajo el que has conseguido con esta imagen, la edicion es muy buena, la composicion y la ambientacion tambien, saludos y feliz semana.
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