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Hay algo solemne en ese gesto con el que cada cual se yergue y abandona los territorios ocupados del presente: se desmontan parapetos, se envainan armas, mínimos ejércitos emprenden una retirada honrosa hacia la ciudadela de la noche. Concluida la campaña, una formación de cuerpos agotados desfila ante el sol pesado y ebrio como un general que ya ha visto todas las guerras, tan indiferente ante la muerte como ante el profuso despliegue de la vida y el efecto colateral de su belleza. Siempre en fuga el verano eterno, y nosotros con él, entregados y felices sin oponer resistencia.
Muy buena caza, tu apostado, como siempre, en tu trinchera has cazado a todo lo que se pone a tiro.
ResponderEliminarToda una historia en movimientos congelados pero que hablan y transmiten esa forma de vida que es el momento presente y el siguiente. Buen procesado y buena idea. Un abrazo
ResponderEliminarQue serie más magnífica, desde un punto de vista bajo y a contraluz, es todo un acierto, una nueva forma de ver la playa de una forma realmente artística. Enhorabuena. Pronto estaré yo ahí tostándome también.
ResponderEliminarLa última foto es maravillosa
ResponderEliminarUna serie de fotografías, magnífica.
ResponderEliminarY llevas razón en lo que dices, en las vacaciones es el único momento que disfrutamos con el paso del tiempo.
Preciosas esas tomas a ras de suelo con el sol como protagonista perfilando historias
ResponderEliminarBatidos en retirada tras una batalla sin rival, agotadora y quizás placentera. Una mirada merecidamente épica al ritual veraniego de la playa.
ResponderEliminarMe gustaría saber qué tipo de filtro has utilizado para que con un sol tan alto no se haya quemado ninguna toma.
Un abrazo, Xuan.
No fue necesario filtro, simplemente cerrar el máximo el diafragma. El hecho de poder siluetear las figuras pero manteniendo algo de detalle en las sombras me pareció interesante.
Eliminarese mismo ejército saldrá disparado en retirada si una lluvia sorpresiva los ataca desprevenidos
ResponderEliminarBuena serie. estupenda
ResponderEliminarEres el padre de estas magníficas criaturas fotográficas, por lo que posiblemente te cuesta decantarte por alguna en concreto, ya que no se describe una secuencia o complemento de unas con otras, pero si quieres una opinión externa, para mi, la última es soberbia, no tan solo contiene los elementos fotográficos de las anteriores, si no que además aporta una composición extraordinaria, ella empequeñece a las anteriores.
ResponderEliminarAlguien más lo ha apuntado y estoy de acuerdo: la última foto de la serie es probablemente la única que tiene interés por si misma, hasta el punto de que pensé publicarla en solitario y olvidar el resto. Sin embargo, me decidí por la serie porque me pareció que expresaba mejor ese momento de la tarde en el que uno a uno, como en un cortejo, los veraneantes abandonan la playa. Y además la primera y la última funcionaban bien como apertura y cierre de ese pequeño poema en imágenes.
EliminarQue buen partido, como colofón a un tarde playa.
ResponderEliminarUn fotógrafo fabuloso y un escritor al mismo nivel. ¿Son dos en uno o uno en dos?
ResponderEliminarSiempre me cautivas, Xuan, tienes una sensibilidad exquisita.
Mi abrazo largo y una vez más, admirado.
Excelente serie, muy buena edicion, todas bajo un protagonista común el contraluz que por cierto me encanta, muy buen trabajo,saludos y feliz semana.
ResponderEliminarUna serie muy buena, el encuadre de todas me gusta, y bueno esos contraluces son bestiales, igual que el blanco y negro.
ResponderEliminarUn abrazo
A veces me da por pensar que las playas son las fronteras que separan lo que no será del cansancio de lo que es. Luego se me pasa y solo pienso que las playas son una alegre molestia compartida.
ResponderEliminarEn lo que a tus imágenes y tus palabras se refiere, pues tengo que admitir que un servidor tiende tan a gusto todas sus toallas.
El contraluz aporta a la fotografía un toque especial que has sabido aprovechar muy bien. Excelente serie.
ResponderEliminarUn saludo.