Punto por punto se llevaban la contraria y hasta tal punto se contradecían que si una callaba la otra enmudecía por no darle oportunidad de replicar. Pero si una faltaba la otra no salía y ésta sufría si aquella enfermaba pues no podían vivir la una sin la otra y esto de tal modo las exasperaba que se enconaban más por saberse inseparables y siendo sus posturas irreconciliables eran espejo, moneda y engranaje que hacía girar sus mañanas y sus tardes, su invierno y su verano, su latido y su respiración. Así, una del derecho y otra del revés, tejían la frágil textura de los días, el extraño romance en el que iban rimándose sus vidas.
viernes, 15 de diciembre de 2017
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Maravillosa dicotomía en unos pocos renglones.
ResponderEliminarUn texto escrito con mimo y con delicadeza para evitar que la cara y la cruz lleguen a resultar del todo dramáticas en su irreconciliable vida. la foto habla desde luego por si sola. Un abrazo
ResponderEliminarEl Yin y el Yang. O quizás mejor: los extremos se tocan. Definitivamente me encaja mejor: los rivales se necesitan mutuamente. Es fantástico que esta imagen te haya sugerido tanto antagonismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es la vida! Es una muy buena composición.
ResponderEliminarExcelente texto y juguetón. Pero recuerda que del derecho y del revés es como se pueden hacer buenas chaquetas...
ResponderEliminarMagnífica combinación de texto y foto, admiro como fotografías y como escribes. Esta foto es un filón. La clave la mujer de espaldas en esa posición tan extraña y como pasando de la otra mujer, y la sombra y la luz separando una mujer de la otra. Y en el medio la sombra de la lampara. Y textura, magníficas texturas que todo lo delimitan. Estos días estoy leyendo un magnífico libro que se llama "La España vacía" (te lo recomiendo) y en el se habla de estos pueblos pequeños de pocos vecinos donde una historia como la que nos cuentas sería del todo verosímil. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por la recomendación. He oido hablar de ese libro, lo buscaré.
EliminarLa luz y la sombra. Y entre ambas una farola por si falta la primera.
ResponderEliminarMe encanta la imagen y también el texto.
Un abrazo, XuanRata.
Junto a la parte baja derecha de la ventana, una losa parecida a la provincia de Jaén.Justo sobre el cuerpo de la señora de espaldas cubre un jersey. Piedra y jersey, mismos granulados. Paisaje y paisanaje.
ResponderEliminarBesos, Xuan.
Parece que la este contemplando, anda mira me, siempre captas los momentos más cruciales, tienes un don, porque seguro que pasabas por allí en ese momento. Lo dicho te guía el Dios de la oportunidad. Estupenda.
ResponderEliminarGran entrada...toda una historia en un solo click!!!
ResponderEliminarTe deseo una Feliz Navidad y un nuevo año donde tus mejores ilusiones se conviertan en felices realidades!!!
Un gran abrazo, amigo!!! ;)
Como el ying y el yang, tan lejos y tan cerca, pero inseparables, ambas se necesitan y se complementan.
ResponderEliminarFelices fiestas, Xuan, para ti y tu gente querida.
Un fuerte abrazo.