Su baño está listo, señor.
Espero que encuentre todo a su gusto:
la temperatura del agua,
las sales de baño, el pH neutro,
el azul del cielo, la transparencia del aire,
la moqueta de nieve, los acabados en hielo,
la música del arroyo, la letra del mirlo,
las mandarinas frías, el chocolate negro,
la perspectiva del valle, la proporción de los montes,
el sol, detenido en el centro,
la mujer de su vida, el vapor de su aliento
sobre su espalda, señor,
sobre su pecho.
Y si necesita algo más, no dude en llamarme:
todo está
incluido en el precio.
Algunas cosas si están y además preciosas. Bien vista, magnífico el contraste.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué bueno!
ResponderEliminarUna delicia de foto que además has sabido acompañar de un texto genial. Un abrazo
ResponderEliminarPues estoy convencido que esta oferta tendría mercado. Hay gente "pa tó", y además dispuesta a gastarse una pasta por el hecho de hacer algo excéntrico. Tu hallazgo me parece extraordinario, casi tan meritorio como el equilibrio de la composición.
ResponderEliminarUn abrazo.
Je, je, que bueno!!! La foto y el texto. Me encanta el toque subrealista del texto, las mandarinas frías, je, je, sobretodo, y la mujer de su vida. A mi espaldas tengo la mía, aunque no en la actitud que comentas, je, je, preparando clases, como siempre, profesora de secundaria. Esas neveras que a veces usan los ganaderos para montar abrevaderos son geniales. En el Pirineo me he encontrado con alguna. Un abrazo.
ResponderEliminarMe encanta volver a visitar tu blog despues de mi prolongada ausencia, veo que sigues presentado muy buenos trabajos como este que me parece de lo mas original, la perpectiva,el motivo y hasta el titulo me parecen estupendos,saludos.
ResponderEliminarUna historia muy divertida para una situación que no deja de ser sorprendente porque a quién se le ocurre dejar una bañera en medio de la montaña. Realmente somos un desastre o será un bebedero para animales que el lugareño de turno ha colocado allí.
ResponderEliminarEn fin...
Es un bebedero, efectivamente, pero no se excluyen otros usos. Solo hay que que tener el valor necesario.
EliminarBien se dice que una foto congela instantes. Tú llevas muchos congelados en tu calendario. Pero esta foto tiene algo que a simple vista uno no repara pero que al escarbar (escarbar es un verbo necesario para ver fotografías) lo adviertes. El agua del caño está doblemente congelado y ello podría entrar en la hoja de reclamaciones del todo incluido.
ResponderEliminarY desde luego qué bañera más oportuna que se erige en elemento distorsionador y descongelador.
Un abrazo.
Así es, en realidad el agua del caño sí que corre, pero es cierto que a su lado hay una aguja de hielo desparramado sobre la superficie del agua a modo de termómetro. Un termómetro de hielo, mucho mejor que el de mercurio.
EliminarUna belleza de imagen invernal, amigo... Buen trabajo este que nos brindas
ResponderEliminarUn baño de agua fría suele ser una práctica saludable, especialmente tras una sauna como preconizan los habitantes del norte.
ResponderEliminarPero en tu imagen, al estar la bañera a la sombra no se hace apetecible, sino todo lo contrario, da frío sólo pensar en el roce de su agua, bien conseguido.
La composición y el paisaje que se adivina, magníficos, la imagen invita a pasear por él alejándose de la sombra.
Un abrazo.
A veces una distorsión en el paisaje encierra una historia. Puede ser la de otros pero también la nuestra, claro.
ResponderEliminarLa nieve es capaz de embellecer casi todo pero ¡jo! la gente es de un guarro que tumba de espaldas. ¡Bien visto!
ResponderEliminarSalu2
Lo bueno es cuando todo encuentra su lugar y función por extraño que pueda resultar! La nieve abriga el frío de la tempestad.
ResponderEliminarLas bañeras aquí en Asturias y galicia se utilizan mucho para dar de beber al ganado, vacas, caballos y cumplen importante función. Una que espero no desaparezca.
Saludos
Si necesita algo más, solo tiene que pulsar el botón de su soledad.
ResponderEliminarTexto e imagen de aplauso con taconeo.
Abrazo, Xuan.
muito bom.
ResponderEliminar