martes, 31 de enero de 2012

Rombos

                                                                                                                                                                                Candás, Asturias

Por aquel entonces dos rombos eran el signo visible de la visión prohibida, de aquello que debía ser apartado de los ojos del niño para no perturbar su inocencia. Sin embargo, nada más perturbador para un niño que obligarlo a imaginar lo prohibido, a intuirlo oscuramente a través de sus signos. Qué insuperables entrenadores para el pecado han sido siempre aquellos que más procuraron evitárnoslo. Con todo, lo peor llegará años más tarde, cuando el niño que ya dejó de serlo tras haber desvelado los misterios, busque obsesivamente la doble figura de los rombos, puertas del deseo gravadas en sus ojos como estigmas.  

20 comentarios:

  1. Cuanta estupidez acumulada en esos tiempos deprimentes. Cuanta visión estrecha y cuanto miedo a la libertad.

    Tu fotografía lo ejemplifica a la perfección. Pero aún hoy, algunos (más de los que quisiéramos), se empeñan en que perduren esos rombos.

    El claro oscuro, la luz rasante, las sombras alargadas. Toda la fotografía es una perfecta narración.
    Un abrazo Xuan

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  2. La sombra de la prohibición es alargada y como hierro para marcar el lomo de las paredes blancas, esas que limitan con el desconchado dintel del deseo, con la desgastada geometría del misterio... ¿No parece que los rombos de la puerta observaran con temor a esos otros que se aproximan en sombra?

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  3. Qué feo y qué mezquino el inventar pecados y qué infantil y estúpido poner rombos al sexo que no al crimen y a la muerte.
    Yo les castigaría a no nacer. A permanecer para siempre en la oscuridad de una puerta cerrada por dos rombos.

    Pero que no sea esta puerta verde.
    La quiero para mi.
    Tiene tanto misterio, tanta promesa.

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  4. Imagínate cuando la época de las 3R, el colmo del pecado!
    Con tus sombras también transitamos la luz, el resplandor, los reflejos.
    Besos, Xuan

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  5. Me interrogo, como Juan, sobre la naturaleza de las sombras. No hay ciprés delibiano ni línea conradiana. Hay terror en los dilatados ojos de la puerta, que fueron romboidales, ante la presencia amenazadora del perfil de un rostro que se dibuja en silueta, a la derecha, y que, pprobablemente, pertenezca a quien dirige el brazo articulado hacia el interior de la conciencia pecadora: Paranormal activity.

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  6. Un buen texto para una estupenda fotografía.

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  7. En este caso prohibido dejar de contemplar esta preciosa imagen. Un saludo.

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  8. Yo llegué a tapar los rombos con la mano, pero persiste su sombra.

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  9. de acuerdo con todo lo que comentas, pero es que además desde que eché el primer vistazo a la fotografía se me antojó ya muy cinematográfica.

    un abrazo José Manuel

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  10. Escondido tras el sillón y mirando por la rendija.
    Un mundo en blanco y negro.
    Desconchado.

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  11. En aquellos tiempo quedó bien patente la estupidez del ser humano. Precisamente todo aquello que a la larga hemos ido descubriendo como el motor de tantas y tantas cosas, los encargados de la doble moral, se empeñaban en esconderlo para demostrar su poco sentido común y su mal hacer por los demás.
    Tu foto es toda una denuncia bien acompañada por el texto. Un abrazo

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  12. cierto sí, cuando te prohiben algo te afanas aun mas en tratar de encontrarlo por otros caminos pero debo decir que esto no ocurrio solo en España, en aquellos años existia censura en muchos sitios, incluso en los EEUU estuvo de uno u otro modo vigilante de contenidos y pensamientos. desde la moral en el cine a lo politico.

    los que mandan siempre tienen la tendencia al control y temen la libertad individual, por eso el interes en hacernos iguales, mansos y aborregarnos. por eso educacion para la ciudadania, que ya hay que ser cursi.

    yo sin embargo tengo un buen recuerdo de los dos rombos porque cuando mi madre me iba dejando ver cosas tenia la sensacion de que me veia maduro para comprender aquello que las autoridades recomendaban no ver.

    un abrazo

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  13. hoy los rombos son sustituidos por otras "recomendaciones"...dejando de lado la luz y la puerta, esa sombra de lo que sea es -creo- el alma de la foto...

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  14. 1,2,3,4,... ¡5 rombos! ¡Esa puerta es toda una tentación!

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  15. Pareciera que no habia foto en este rincón y mira lo que salió. Siempre eran las mejores las pelícuas de los rombos, por eso se los ponian. Saludos.

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  16. Qué cosa los dos rombos. Qué forma de echarme del salón si aparecían en pantalla. ¿Cuán terribles eran las cosas que escondían sus películas? ...
    Hay prohibiciones que resultan más tenebrosas que lo que mi ignorancia imaginaba.
    Has conseguido que la puerta de dos rombos tenga mucha más inocencia que la sombra, que lo que oculta tras élla es mucho menos que lo que la sombra arrastra.

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  17. Desde luego, vista la foto, la sombra de los rombos es alargada.

    ¿Vive alguien en ese 10?

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  18. Basta que a algo le pongan dos rombos para que me arroje al vacío. Un blog que seguiré. Saludos

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