En el interior de un cubo de cristal dentro de otro cubo de cristal, un hombre se afloja el nudo de la corbata y media humanidad respira de nuevo. Si ese mismo hombre se quita la chaqueta, cientos de miles de personas se desprenden de cargas que jamás habrían podido saldar. En el caso de que ese hombre abriera una ventana, multitudes enteras encontrarían la tierra necesaria para dejar de serlo. Cuando ese hombre se asome a la calle por la ventana abierta, una muchedumbre atónita verá de nuevo el rostro de su vecino y el hombre se preguntará cuál fue la razón que le llevó a habitar un cubo de cristal dentro de otro cubo.
Excelente el texto que acompaña a esta entrada.
ResponderEliminarPermanecemos incomunicados y no solo lo estamos nosotros sino todos aquellos con los que dejamos de tener relación.
La foto me gusta con ese tono de blanco y negro liviano.
Un saludo
El mundo geometrizado no deja escapatoria.
ResponderEliminarTanto poder en una decisión irracional no suele terminar bien.
ResponderEliminar¡Menuda metáfora amigo!
Un abrazo
Abramos las ventanas, entonces.
ResponderEliminarQuedan muchas ventanas por abrir en ese mundo geometrizado que apunta riobò... no se que me cautiva más si la imagen o tu texto.
ResponderEliminarSaludos.
Y yo sin entender la foto.
ResponderEliminarY mira que la he mirado.
¿Hace falta entenderla? Me conformo con sentirla. Qué gozada.
Ya le encontraré el sentido en mi almohada.
Y le diré un piropo.
maravilloso!
ResponderEliminarSe abre una ventana a la cuarta dimensión y una trampilla al vacío, mientras nos distraemos con los cubos.
ResponderEliminarAdmiración elevada al cubo, cómo no.
Oportuna aparición la tuya en ese lugar que te dedicó ese saludo tan especial. Un saludo.
ResponderEliminarLa puta incomunicación.
ResponderEliminaradmirável mundo novo em desenho geométrico, janela inquietante e perturbadora...
ResponderEliminar(me gusta la idea de buscar nuevos signos y sonidos...)
abrazo compañero
Si nos guardamos en cubo dentro de otro cubo, amordazamos nuestra libertad.
ResponderEliminarSaludos de Isis
que gran composición y vista de fotógrafo, me encanta.
ResponderEliminarun abrazo
Está bien (no, muy bien) abrir ventanas. Pero con cuidado, por lo que pueda entrar por ellas.
ResponderEliminarSaludos.
tal vez sea necesario un cubo mayor para meter a los otros, pensó el hombre de la ventana: el ruído de la masa es insoportable, hace frío y el sol me deslumbra, tal vez será necesario un cristal más oscuro...gritaba en su sonora soledad...
ResponderEliminarAún me quedan incógnitas.
ResponderEliminarEn un tercer cubo, mi alma.
Una composición perfecta, sublime. Y el texto encaja perfectamente...!
ResponderEliminar:-)
saludines de domingo...!
Por algo, sí. Luego no sabemos cómo acabarlas.
ResponderEliminarEspectacular la foto, Xuan.
Besos
Preciosa la foto, genial el texto!
ResponderEliminarMuy buena, bien vista, bien encuadrada, buen uso del b/n.
ResponderEliminarUn abrazo.
El problema es el material. Nadie puede soportar estar encerrado entre paredes opacas, incluso las translúcidas acaban agobiando, pero siendo de cristal crees que también estás fuera, por muchos cristales que se aislen del exterior.
ResponderEliminarAbrir la ventana es un primer paso, lo difícil será bajar a la calle, pero...por algo se empieza.
Si muchos se sienten por encima de los demás y creen que podrán exclavizarlos, y así será si nos dejamos los muchos más que estamos por debajo, pero siempre nos quedará nuestra libertad para pensar, la foto espectacular, el ojo siempre preparado.Gracias.
ResponderEliminarAl fin y al cabo el hombre es la última matrioska.
ResponderEliminarBesos, Xuan.