Luanco, Asturias
Primero fue la farola: de la noche a la mañana desapareció su globo luminoso sin dejar ni una mala nota. Y es que ya sabe, los globos los hincha el diablo. Hace un par de días, con igual nocturnidad, se vino abajo el tramo del paseo por donde pisa el paseante de la foto, ajenos él y yo al hecho de que esa vez sería la última. Aunque los temporales rara vez se marchan de vacío, los más viejos del lugar dicen que en su vida vieron nada parecido, mientras disimulan la pequeña satisfacción de haber vivido para verlo. Ahora se cruzan apuestas acerca de qué será lo próximo en desaparecer: unos dicen que si la iglesia, a la que ya le tiemblan los cimientos tras los últimos embates de las impías fuerzas del océano; otros que si el pueblo entero se irá desmoronando como un castillo de arena. Por si acaso, las autoridades, todo eficacia, se han apresurado a rellenar con hormigón las galerías que han quedado al descubierto. Por su parte la mar ha amanecido hoy lamiendo con desgana los escollos, todo paciencia.
En cuanto al paradero del globo de la farola, tengo mi propia hipótesis, pero algo me dice que no debo desvelarla.
Fantástica
ResponderEliminarAlex.
Una belleza!
ResponderEliminarNo conocía "tu calendario de instantes" y es una pasada. Enhorabuena
ResponderEliminarDa igual, el mar volverá a clamar por lo suyo.
ResponderEliminarConozco Luanco y debo decir que tu eres capaz de darle formas que yo no he descubierto.
ResponderEliminarEs genial ver el mundo a través de los ojos de los que lo conocen bien.
Un saludo.
Jeanne
Procura no desaparecer tú ni tu calendario, porque nos hace felices leerte.
ResponderEliminarMuy buena fotografía, me gusta..
ResponderEliminarQuizás el desaparecido globo se temía lo que pasaría días despues y se dió el piro.
ResponderEliminarMe gusta el angulo de toma elgido para la ocasion.
salu2
En esta cuestión la memoria es siempre vaga, seguro que ha habido temporales fuertes, solo que no han tenido tanto para llevarse, tal vez...
ResponderEliminarSaludos.
¿el mar no se cobrará ,de vez en cuando los territorios arrebatados? o simplemente pone orden en su casa.
ResponderEliminarbuen texto y foto.
saludos
Ay mi Luanco!!!!
ResponderEliminarEspero q no sea cierto eso de q se deshace poco a poco.....
Salu2
Felicidades por tu trabajo, me gusta lo que veo y lo que leo!
ResponderEliminarBuena textura y buen procesado de la foto, le da otro aire a ese paseo bajo la luz de las farolas.
ResponderEliminarSaludos.
El mar rotura las costas.
ResponderEliminarEl mar tiene más paciencia que los hombres.Sólo necesita tiempo.
ResponderEliminarBuena foto.
Saludos.
Allí la mar no perdona, pero el globo de la farola ha terminado haciendo sombra a la luna. Una maravilla de blanco y negro.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Y el Cristo del Socorro no puede hacer algún milagro? Porque si no atenemos a lo de "Después de los años miles, vuelven las aguas a los carriles", la cosa se pondrá fea. Y no sólo ahí, por aquí ni te cuento.
ResponderEliminarUn abrazo. Plácido, como la marea a veces.
Tu hipótesis bien podría acercarse al desvelo de la llena.
ResponderEliminarVa llena, nos decían como adivinanza; ¿qué es?
El paseante, al paso, te mira. No se imagina adónde ha venido a parar.
No te había dicho que ésta es, con diferencia, la que más me gusta de entre las que has subido últimamente.
ResponderEliminarIba a decirte que no sabía por qué...pero tengo cinco minutos.
Seguramente ya lo sabías, pero la composición es perfecta, consigues hacerla 'redonda', como digo yo.
Primero la imagino sin persona y rápidamente se me hace imprescindible. Luego la pienso, fijo el encuadre, con la persona paseando desde aquella primera farola...y no puedo imaginarla mejor...el lugar perfecto, el momento perfecto, el banco, las farolas, el muro y el gesto regalado que cierra el círculo.