Como es bien sabido, todos tenemos un doble en las antípodas. Esto no
es solo un hecho cierto sino además necesario: si existe la noche y con ella
acude el sueño y yo a su encuentro es porque al otro lado del mundo amanece y
él (o ella) se despierta; solo si allí es verano y ella (o él) sale a la calle
en manga corta puedo yo aquí ver la lluvia en zapatillas y decidir ponerme una
chaqueta.
Y así más o menos el resto de las cosas: cuando yo recuerdo, él
proyecta; cuando yo imagino, ella actúa, aunque ignoro en qué medida es capaz
de cumplir mis sueños y si yo estoy a la altura de los suyos.
Hasta tal punto nos tomamos en serio a nuestro doble que hay quien que
no ríe nunca con tal de no hacerle llorar, y personas que por esa misma razón sólo
son felices cuando sufren.
Por lo demás, hay asuntos obvios en los que es mejor no reparar
demasiado: por ejemplo, a qué tarea se entrega él (o ella) mientras yo ingiero
alimentos. Pero en cambio no puedo evitar que me atraviese un escalofrío cuando
pienso qué estaría haciendo ella (o él) en el preciso instante en que yo
concebía un hijo.
Huelga decir que nunca podremos conocer a nuestro doble ya que en
cuanto partamos en su busca él (o ella) vendrá en la nuestra y entre los dos
trazaremos la curvatura completa de la tierra.
Me gusta el texto, querido amigo pero, me gusta más como lo has ilustrado con esas tres fotos de otros tantos dobles.
ResponderEliminarUna idea genial en la que has sabido tener en cuenta en todas y cada una de las tomas esa separación entre uno y otro lugar y esa constante barra que separa inevitablemente al doble de allí del doble de aquí.
Un trabajo precioso y muy pulido.
Un abrazo
me encantan tus historias y fotos. siempre tan estupendamente relacionadas las unas y las otras. no sabia yo esto que cuentas pero mira me parece muy bien y hasta es posible que eso explique mi insomnio.
ResponderEliminarun abrazo
Me gusta el tema que has buscado por lo sencillo del mismo y lo bien que lo has tratado en estas tres fotografias. Saludos
ResponderEliminarYo creo que si te quedas un par de días en cualquier lugar: una cueva, un monte, una habitacion, una playa, la esquina de una ciudad, un valle, un riachuelo...lo que sea, siempre nos sorprenderás con tu ojo y con tu alma de filósofo poeta.
ResponderEliminar¿Oyes mis aplausos?
qué buena historia y qué capacidad de ver lo que luego retratas con tu cámara. Además el texto me ha hecho recordar el poema de A. González Canción de invierno y primavera ( Nos quisimos, y yo sé cuanto... pero jamás en el mismo día)
ResponderEliminarPero no me pidas que deje de disfrutar de tu imaginación por la sospecha de que mi otro yo sufrirá entretanto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Genial lo que has hecho hoy.
ResponderEliminarHermoso juego de oposiciones, de espalda de perfil.
ResponderEliminarCada uno a su ritmo sin saber lo del otro.
De la composición me gusta el "contrapunto" de que en cada uno de ellas hay otro ser más diminuto al fondo.
Muy buena idea. Buena metáfora.
Saludos.
Excelente! Saludos
ResponderEliminarA mí me dan mucho más miedo las dobles vidas en la habitación de al lado... o en la misma. Es como si las antípodas se hubieran trasladado, con felpudo y todo, a tu propia casa...
ResponderEliminarQué fotos estas.
¡Qué ingenioso! Me gusta la idea. Ahora podré tener presente que, cuando me encuentre triste, mi otro yo reirá a carcajadas.
ResponderEliminarUn saludo.
Buen contraste. Nosotros tenemos frío u nuestro doble suda a tope.
ResponderEliminarCreo que tomé una imagen parecida en Donosti, en un día de mucho frío en el que algunos osaban darse un baño, mientras otros paseamos por la playa bien abrigados y tiritando vicariamente.
Un abrazo
No sé si escribes mejor que retratas o viceversa ya que ambos están al mismo nivel. Lo que sí se es lo que me has hecho recordar. Es que a veces pienso que si en esos instantes en que sin darme cuenta se me va la conciencia, no estaré en otro lugar del Universo, siendo la misma o viviendo otra vida, o muchas vidas muchas otras yos. Yo misma. Si no me estaré repitiendo en alguna parte. Y a la vez siendo distinta. Haciendo otras cosas.
ResponderEliminarTampoco sé si esta ubicuidad no nos ocurrirá a todos a la vez y por eso no nos hemos enterado de nada.
Creemos que lo sabemos todo y seguro que nos ocurren cosas inverosímiles que tenemos delante de los ojos y no nos damos cuenta.
La Vida es un misterio.
¡Qué imágenes tan fantásticas para acompañar a un texto de ensueño.
ResponderEliminarEnhorabuena, XuanRata.
Bueno que voy a la cama que ya está levantando el del otro lado.
Un abrazo, amigo.
hermoso texto!
ResponderEliminarno pierdo las esperanzas de encontrar mi doble, aunque sea en sueños
intuyo que, finalmente, nos entenderemos
Recuerdo al leer tu entrada algo que me pasó con menos de veinte años en el transcurso de un par de semanas. Mi tio Nico, que vive en Avilés, dijo haberme visto dos veces en la acera contraria a la que él iba caminando y me echó en cara que, a pesar de llamarme insistentemente, no le hiciera el más mínimo caso. Le pregunté mucho sobre lo que vestía y sobre mi aspecto y forma de vestir...todo concordaba salvo que no era yo.
ResponderEliminarMi tío nunca necesitó gafas y hoy en día tampoco las usa, así que algún tiempo estuve atento por si me veía, o si alguien me llamaba por otro nombre o me saludaban extraños. Pero nada, ni yo me vi, ni me vi yo.
No tardé en olvidarme de todo, en parte por el miedo a que ese otro yo fuera mejor que el que soy.
Un placer leerte.
Very impressive...
ResponderEliminarGreetings from the Netherlands,
DzjieDzjee
Mi doble y yo no nos hablamos desde hace tiempo. Puede parecer extraño, pero los dos tenemos razón (puestos a escoger, y si fuera posible, yo preferiría que fuésemos tres, y así evitaríamos el riesgo de bloquear las decisiones...).
ResponderEliminarTexto sugerente e imágenes más sugerentes si cabe.
Un abrazo grandote, Xuan.
Yo he tenido varias experiencias con personas que me han confundido con otra que, evidentemente, no soy yo, y cada una de ellas vivía en un sitio diferente, con lo que más de un doble tengo, o soy el doble de más de una persona...
ResponderEliminarMe gusta cómo has enlazado texto e imagen, y como éstas están compuestas con elementos iguales pero asimétricos: mujer/hombre vestidos vs hombre/mujer con poca ropa, hombre sentado vs hombre de pie, hombre caminando hacia la izquierda vs mujer caminando hacia la derecha... Y, como bien ha observado Luis, la valla que los separa y que separa sus mundos...
Excelente, Xuan
Un abrazo.
Hola, José Manuel!!!...ante todo, muchas gracias por visitar mi blog, es un gran honor para mí, dándome así la oportunidad de conocer tu interesante trabajo...he disfrutado viendo tus imágenes llenas de intencionalidad, además de los comentarios con los cuales las acompañas que, como este, son realmente exquisitos!!!
ResponderEliminarUn gran abrazo...ah, y totalmente de acuerdo con el tema de los blogs, sigo sin adaptarme a otro tipo de presentaciones...igual soy un sentimental, ja,jajaaaa!!! ;)
Delicioso baile del texto a la imagen, de la imagen al texto... ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarLa paciencia y la observación suelen tener premio casi seguro, buenas composiciones, sugerentes y estéticas. Sigo pensando que dejas lo mejor para el final.
ResponderEliminarSaludos.
Viendo tus fotografías, bien pudiera ser que nuestros dobles se encontraran en ellas. Nuestra intensa atención genera sinergias, reverberaciones, radiaciones...vaya usted a saber qué suerte de telequinesias, en virtud de las cuales cualquier ilusión óptica puede superar a la realidad.
ResponderEliminarPor otra parte, en tu "yo" ambivalente, vengo observando cómo tu creatividad literaria está superando, paulatinamente, la fotográfica. Pero es la dualidad imagen-texto la que se impone en tu búsqueda de la perfección. En ella se percibe el tormento y el éxtasis.
Y nosotros buscando nuestros dobles.
Me ha parecido muy interesante el texto. Las imágenes qué decir, son muy buenas.
ResponderEliminarO sea, que nuestro complementario está en nuestras antípodas. El más cercano es el más lejano. Me gusta la simetría del paisanín de la segunda foto, parece que sólo tuviera una pierna central (iba a decir una pata, pues parece un pájaro de esos que descansan sobre una pata). Buena idea, buen texto, buenas fotos.
ResponderEliminarMe parece un poco inquietante la idea del doble, aunque como esta lejos no coarta mi libertad, pero ahora voy a tener que tenerle más en cuenta y eso va a ser un trabajo para no tener que incomodarle.
ResponderEliminarBuenísimas fotos y texto
Me encantan estas fotos que reflejan tan bien el texto, esos dobles en la playa y lejos de ella... al calor del sol y en las sombras. Fantástica entrada!
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