Hay muchas maneras de fotografiar los palacios de la
Alhambra. Una de ellas consiste en tratar de capturar el soberbio esfuerzo que
sus filigranas tratan de hacer pasar por delicadeza, o la fantasía matemática
que multiplica sus espacios, o las eternas disputas del agua y de la luz
persiguiéndose por los patios y las estancias sucesivas. Esta sería una manera
moderna de mirar La Alhambra, pero hay otras: el fotógrafo también puede
adentrarse en lo que pudo ser el alma originaria del palacio y ver únicamente
lo que tiene de escenario, de decorado, de puro marco y fotografiarte a ti, una
y otra vez, en todas las posturas, en todos los lugares, siempre tú rostro en
el centro del encuadre, y encontrar entonces de verdad la Alhambra y no acabar
nunca de fotografiarla.
jueves, 18 de abril de 2013
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Estamos de suerte el (I) promete
ResponderEliminarLa Alhambra de las mil caras, soleada y sonriente o lluviosa y triste, la de los restauradores y los turistas, la de los cronistas y los califas o la de los viajeros del XIX y la de los desarrapados que la habitaban en aquel momento, pero en todos queda impresionada.
ResponderEliminarFantástica imagen, siempre muy interesante tu manera de ver las cosas....
ResponderEliminarUn saludo.
Me alegro de verte por aquí de nuevo.
ResponderEliminarFotografiara a la Alhambra, es un lugar que siempre te lo pone sencillo, es tannnnnn hermosa.
estupendo imagen!!!! qué reflejo bonito! muy preciosa la foto.
ResponderEliminarun abrazo
Una imagen muy personal, alejada de tópicos.
ResponderEliminarEspero la continuación.
Enhorabuena, XuanRata.
Un abrazo.
Las dos formas son válidas y dan para buenas imágenes como esta que nos brindas.
ResponderEliminarSalu2
Le has dado tu toque personal a un sitio tan conocido y creo que no es fácil.
ResponderEliminarEstoy ansioso por ver más sobre este lugar único.
(Aplausos)
hace mucho tiempo me desesperaba por lograr imágenes en las que "el monumento" apareciera sólo, abandonado, sin gente. ahora busco que haya alguien que le dé dimension, que le aporte un sentido. uno cambia, cambian las fotos...
ResponderEliminarTu ojo de poeta encuentra la belleza más sorprendente.
ResponderEliminarTus dedos de fotógrafo siluetean las palabras que nos faltan.
¡¡¡¡¡
tienes un don, o dos, uno con la palabra, el otro con una camara en la mano pero el uno no seria lo mismo sin la compañia del otro.
ResponderEliminarSiempre que he ido a la alhambra me he tenido que volver del gentio que habia haciendo cola, salvo una vez, durante una excursion escolar pero no recuerdo apenas nada que unos leones echando agua por la boca ¿puede ser?
abrazos
Al contemplar esta gran toma, me viene a la mente los Cuentos de la Alhambra.
ResponderEliminarComo bien dices, hay múltiples formas de verla y, en verdad, has sabido encontrar un bello enfoque y tratamiento.
Enhorabuena.
Un abrazo.
¡Fotografiar el alma de la Alhambra!...Sí: Es el reflejo del alma del fotógrafo(poeta) en sus espejos secretos.
ResponderEliminaralgunas veces tengo la sensación de estar el mismno lugar... el alma, en la alhambra -es cierto- está en el agua...
ResponderEliminarA tu manera, y me parece estupendo :-)
ResponderEliminarSe te echa de menos, me alegro de verte de nuevo.
Un abrazo.
Una toma muy original. Hermosa la Alhambra. Algún día volveré a verla y esta vez a fotografiarla. Saludos.
ResponderEliminarPor casualidades de la vida, mire usté, llevo varios días sumergido en los sentimientos que, en este mismo sitio, Boabdil me cuenta por mano de D. Antonio Gala. Quizá por ésto ahora me gustaría más fotografiar La Alhambra sintiendo en el estómago y las tripas la sensación de pisar por donde éllos lo hicieron, siendo sus dueños, y sin poder evitar la culpa de ser un intruso que está molestando.
ResponderEliminarLa otra manera que cuentas la querríamos pasar todos alguna vez, ¿o no?
Qué espectación para todos y qué presión para tí.
ResponderEliminarEstamos deseosos de la segunda entrega.
En una excursión con el colegio visitamos La Alhambra. Debía tener 9 años. Me separé del grupo sin querer y me perdí. Creo que fue la primera vez que me perdía sin que me angustiase. Cuando se dieron cuenta vino el profesor en mi busca. Me encontró mirando cómo brotaba el agua de una fuente.
Un abrazo, Xuan.
A mi me gusta fotografiarla tal cual es. En sus paredes y en su luz siempre encuentro el misterio y de paso me encuentro a mí misma. Siempre me emociona. Y lo espectacular no consigo encontrarlo, siempre lo más hondo.
ResponderEliminarNo sabía que estabas aquí Xuan. Por esta vez tu entrada me había pasado desapercibida.
Un beso.
Has captado, en la imagen, algo que me pasa cuando he visitado este y otros monumentos de este tipo últimamente: sensación de decorado.
ResponderEliminarFantastica imagen!! al incluir a la persona la haces unica.
ResponderEliminarSaludos
es una maravilla de foto,es una pequeña joya de un lugar tan fotografiado,pero en este caso la composicion la frescura y la espontaneidad la hacen grande
ResponderEliminarUn abrazo!!
Esto es lo que escribe Jorge Luis Borges sobre la Alhambra... gracias por compartir como siempre este modo tan especial de ver el mundo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Grata la voz del agua
a quien abrumaron negras arenas,
grato a la mano cóncava
el mármol circular de la columna,
gratos los finos laberintos del agua
entre los limoneros,
grata la música del zéjel,
grato el amor y grata la plegaria
dirigida a un Dios que está solo,
grato el jazmín.
Vano el alfanje
ante las largas lanzas de los muchos,
vano ser el mejor.
Grato sentir o presentir, rey doliente,
que tus dulzuras son adioses,
que te será negada la llave,
que la cruz del infiel borrará la luna,
que la tarde que miras es la última.
Qué chula Juan, me encanta ésta!!! un saludo.
ResponderEliminarThis is cool!
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