Casi no pasa un día de este verano largo y generoso en el que no busque una rendija por la que introducirme en el frío secreto del océano. Durante el lapso que me conceden mis pulmones abro mucho los ojos, trato de memorizar algunas claves, voy un poco más allá de mí y enseguida regreso, tiritando, a la calidez cultivada de mi acuario.
Estupenda fotografía que cuenta varias historias.
ResponderEliminarEso me ocurre a mí, Xuan.
ResponderEliminarAcabamos por arrebujarnos en un acuario de peces fríos....
Besos.
el viaje vale la pena!
ResponderEliminarcomo te entiendo es mas o menos como mis desconexiones de mundo, solo que yo me purifico aislándome en un psiquiatrico unos dias, luego salgo nuevo. aunque hoy para un recorrido de 300 y pico metros he invertido casi tres cuartos de hora. frustración.
ResponderEliminarun abrazo
Un sentido del equilibrio, o al menos su búsqueda, que comparto plenamente. Justo lo que transmite esa imágen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una maravilla sin más. No hay palabras. Un abrazo
ResponderEliminarPara regresar, siempre miro la linea del horizonte reflejada en el océano por si la veo más cerca y aprovecho el envite.
ResponderEliminarManeras de verlo.
Un abrazo
Buena combinación de planos, la realidad y su reflejo, en una imagen muy fotográfica.
ResponderEliminarUn abrazo
La seguridad de la jaula que, no por ser transparente es menos jaula.
ResponderEliminarBesos.
A lo mejor o a lo peor nos hemos acostumbrado demasiado a la calidez del acuario.
ResponderEliminarExcelente fotografía, bien compuesta y bien editada.
El texto me encanta.
Enhorabuena, XuanRata.
Un abrazo.
Una inteligente visualización de la fusión de lo cotidiano con lo sublime.
ResponderEliminarSaludos.
Un texto triste, pues parece que no puede ser libre plenamente... Me gusta cómo has encarado la fotografía, haciendo que el grupo de personas se refleje en el acuario, y dejando libre el espacio para poder observar el mar... Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que los acuarios son mágicos.
ResponderEliminarUn gusto conocer tu espacio.
Cariños.
Cuando abres tanto los ojos y aguantas la respiración eres capaz de crear esta maravilla de foto.
ResponderEliminarUn abrazo.
La vida es a veces un reflejo de la realidad, ¿pero qué es la realidad?
ResponderEliminarUn abrazo.
En el fondo seguimos siendo seres acuáticos. Buen juego de planos y reflejos.
ResponderEliminarRegreso tras las vacaciones.
Más que poética, me parece premonitora esta foto.
ResponderEliminarAcabado el verano, como es normal suponer por estas tierras, seguimos permaneciendo a la orilla. Sin hartarnos de sol ni de sal. Apurando cada tarde de este verano que se fué y en el que todavía estamos.
Una rendija es algo más que una pequeña parte abierta al mundo.
ResponderEliminarTienes ojos de instantes, dentro de un calendario, Xuan.
Creo recordar que un acuario es ese lugar donde los peces nos visitan para contemplar de cerca las distintas especies de nuestra soledad. La mía me gustaría que fuera tropical, pero se trata de una rara soledad de pez de montaña.
ResponderEliminarComo siempre, dos o más placeres el pasarse por aquí.
Es una foto rara, en el aspecto fotográfico, quizás porque las imágenes están algo diluidas, pero el texto ayuda a centrar, creo.
ResponderEliminarUn abrazo
El verano termina, la gente se marcha y la playa se queda desierta, esperando la llegada del otoño.
ResponderEliminarUn fotopoema.
Abrazos.