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Playa del Silencio, Asturias
Desde el momento en que a la
playa del Gavieru empezó a llamársele playa del Silencio, fueron arribando a
ella ordenadas y no siempre calladas multitudes. Acuden al reclamo de su nombre
pero también al de su espejo engastado en los cantiles vertiginosos: persiguen
una promesa que el municipio ha sabido proveer con barandillas de aluminio.
Alcanzar
la playa del Silencio es caer sobre la palma de una mano que se ahueca para
contener un sorbo de mar escurridizo y en ese ahondarse acentúa sus pliegues,
líneas del tiempo y de la vida que el visitante recorre confiado en que la mano
no se cerrará del todo, todavía. Pero nada más pisar la playa, el paseante recibe
el desmentido de su nombre: no hay arena en la playa del Silencio sino cantos y
gravas que convierten cada paso en una delación. No hay arena en la playa ni
silencio en el Silencio, aunque allí todo el mar está grabado en la roca que se
extiende en oleadas, mientras resuenan los borborigmos
del océano en su lenta digestión de la piedra triturada. Y hay un momento en que el visitante presiente que no existe ni ha existido jamás un silencio puro, inaugural, que el silencio
es un residuo del estruendo, todo lo más un intermedio.
A lo largo de la jornada las pequeñas multitudes de la playa del Silencio
se sustituyen en relevos continuos y se traspasan el testigo multicolor de las
sombrillas. Hasta que finalmente se extinguen llevándose escaleras arriba junto
con su ruido -quién se lo habría figurado- todo el silencio de la playa, que ahora
empieza a llenarse con las claras voces de la noche.
Tu nos hablas de la playa y de su rutinaria vida veraniega, y yo en las fotos veo impresa su historia geológica, me pregunto por esas otras hordas de agua, calor, frío, etc., que hicieron que el barro y todos esos otros materiales que a fuerza de secarse, plegarse, comprimirse, quedaron impresos dando lugar a formas y texturas tan espectaculares como las que nos dejas aquí.
ResponderEliminarMe gustan mucho, te puedes imaginar hasta la textura. Buena reentrada, esperamos más.
Tengo una amiga que a menudo habla de esa playa, más con silencios que con las palabras. Ella y tú vais trazando el sendero que a ella me lleve.
ResponderEliminarNo tengo ni idea de geología, pero siempre me han atraído esas formaciones rocosas que sin saber qué dicen están hablando sin lugar a dudas. Como las que nos muestras hoy, en las que no me cabe duda que un entendido puede leer una más que interesante historia. Lamentablemente, yo no sé, pero me sentí totalmente recompensada con tu texto.
ResponderEliminarUn abrazo
These are fantastic.
ResponderEliminarWhat a beach you've found.
The layers and sediments of the rocks, the tumbled stones,
the colors, the textures. So amazing.
Thank you for sharing.
Estuve hace tres años en esta playa y la verdad es que tu texto la describe perfectamente.
ResponderEliminarNo hay silencio pero una extraña ausencia de sonidos .
Uno tiene tiempo de escucharse caminar y sobre todo tiene tiempo de ver esas piedras que muetran la historia de mucho tiempo atrás esta vez si ... desde el silencio
Un abrazo
Las fotos no están nada mal (me quedo con la última), pero ese texto es una pequeña joya.
ResponderEliminarUn abrazo
Xuan, qué chulas estas fotos. Nunca había visto este tipo de piedras tan diferentes!!! me gustan. Un abrazo y feliz finde.
ResponderEliminartal vez en invierno con el grito del mar...
ResponderEliminarCuando se olviden los nombres y los turistas dejen de ir, seguirá el mar batiendo esas piedras.
ResponderEliminarGrandioso texto para acompañar bonitas fotografías, ¿o es al revés?...
ResponderEliminarEnhorabuena, visitar tu casa siempre es un placer que se prolonga en el tiempo... y en el espacio, por supuesto.
veo estas fotos y siento envidia de no poder caminar mas que por suelo liso. Curiosos colores e historia.
ResponderEliminarfuete abrazo amigo mio
¿Dónde está?
ResponderEliminarCerca de Cudillero, en Castañeras, en la costa occidental de Asturias. Pero no lo anuncies demasiado. ;-)
EliminarEsos borborigmos que leo por vez primera no logran acallar mi verbo de admiración.
ResponderEliminarMe parece, recordándola entera, la playa del Silencio, como un viejo y enorme dragón. Apartado del mundo casi por artificio de magia. Todo el que llega a élla la primera vez, y más si es asturiano, seguro que piensa en tantos dias malgastados que habrían pasado a notables con sólo poner el pie al principio de la bajada.
ResponderEliminarY como piel de dragón veo yo tus fotos. La tercera y la última me parecen geniales.
para mi todas las playas son del silencio, porque nunca voy al mar en verano. cuestión de gustos... las multitudes me arruinan el mar.
ResponderEliminarUn lugar para visitar...en invierno :)
ResponderEliminar¡Qué bonito lugar!...Preciosas formas...Buenas capturas...
ResponderEliminarAbrazotes
Noemí
¿Silencio? No lo creo, pero las imágenes son magníficas.
ResponderEliminarUn abrazo
Xuanra: ese punto tuyo reflexivo poético:
ResponderEliminarque el silencio es un residuo del estruendo, todo lo más un intermedio.
Perfecto. Desde luego que silencio es más que callar.
El lugar propuesto: una hermosura ocular y auditiva.
Unos detalles preciosos, el nombre le hace honor, creo que hay que contemplarla en silencio y en la intimidad, como supongo que habrás hecho.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Abrazos.
Un lujo de detalles, dominio manifiesto en la focal de la segunda. Chapeau!
ResponderEliminarTotalmente daliniano.
ResponderEliminarAcabo de llegar de un viaje, de la playa, como en otras muchas ocasiones. En la mia también todo de piedras y rocas y un mar tranquilo, a lo que voy... que miraba y remiraba las piedras para traerme alguna fotografiada y la verdad, no llegué a hacer nada de nada y mira tú por donde las acabo de encontrar aqui en tus fotografías con cierta (bastante) envidia, también de las fotos, magistrales. ...Y dices tu de luz.
ResponderEliminarUn abrazo.
M A R A V I L L O S O ! ! !
ResponderEliminarEse texto y esas imágnes me dejan sin aliento.
Ya sabes como me gustan estas entradas tuyas en las que conjugas texto e imágenes de este modo tan magistral.
Creo que deberías prodigarte más.
Enhorabuena, XuanRata.
Un abrazo.