En este país interior que es el barrio antiguo de Setúbal todo se ve enseguida y nada se acaba de ver completamente. Rodeado de avenidas que lo unen y lo aíslan, ha ido conformando un ecosistema propio, con sus horarios y ritmos, su arquitectura, sus olores y sonidos por discernir, un desorden perfecto regido por reglas que el visitante desconoce todavía y que se afana por descubrir, sin darse cuenta de que tal vez es esa ignorancia alerta la condición indispensable de lo prodigioso.
sábado, 31 de octubre de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Archivo del blog
-
►
2019
(37)
- ► septiembre (3)
-
►
2017
(34)
- ► septiembre (1)
-
►
2016
(39)
- ► septiembre (3)
-
▼
2015
(16)
- ► septiembre (1)
-
►
2014
(42)
- ► septiembre (3)
-
►
2013
(54)
- ► septiembre (5)
-
►
2012
(73)
- ► septiembre (4)
-
►
2010
(79)
- ► septiembre (6)
-
►
2009
(97)
- ► septiembre (6)
Sin lugar un lugar encantador, la fotografia es muy buena como muy bueno es el momento que has captado, saludos y buen dia.
ResponderEliminarComo si la perspectiva tuviera nuevas reglas. Excelente.
ResponderEliminarUn rincón precioso, lleno de color y vitalidad, emana optimismo y desprende un olor a verano.
ResponderEliminarAbrazo.
qué extraños vientos habrán hecho volar tantos sombreros?
ResponderEliminarUn tiempito sin visitarte, de nuevo disfrutando de tu arte. Portugal se rindió a tus disparos, buena prueba de ello nos muestras. Saludos
ResponderEliminarExtrañas perspectivas, extraña arquitectura, extraños sombreros colgantes, pero que bonito lo extraño!!!
ResponderEliminar