Y llegó el frío como una visita inesperada. Pero todos sabíamos que el frío llegaría y nuestra sorpresa no logró ser del todo convincente. Porque era el frío que se había venido gestando a lo largo de este otoño confiado, el mismo frío al que nadie atendió cuando la madrugada nos alcanzó en las noches infinitas del verano. Fíjate bien, este frío estaba ya en el corazón de la semilla que fecundó la primavera, pero éramos muy jóvenes entonces. Es un frío que viene de lejos, de montañas de las que apenas sabemos nada, no por lejanas sino porque aún no pasan por allí las autovías. Es el mismo frío del metal con el que se forjan las cámaras acorazadas y las alambradas. Es nuestro propio frío. Contra ese frío nos cubrimos las espaldas, regresamos a casa, cerramos las ventanas y apretamos los botones adecuados. También hay una industria del frío, siempre floreciente. Lo produce y lo combate con idéntica energía, que ni se crea ni se destruye, solo cambia de bando. Vuelve el frío, sí, y ya empezamos a olvidarlo.
lunes, 16 de noviembre de 2015
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Ya lo creo, buena esa composición y ese cielo partido que nos sitúa en ambiente
ResponderEliminarUn abrazo
GREAT shot.
ResponderEliminarSí y no. De momento le hemos ganado muchos días este otoño pero se puede tomar la revancha en primavera, ¿quien lo sabe? y no se me diga que los meteorólogos porque desde que se fue Mariano Medina y su pizarra, por mucho satélite y toda la pesca, no son tantos los aciertos y por otra parte anunciar que en la segunda quincena de Noviembre va a hacer frío ¡pues hombre! tampoco me parece excesivamente meritorio ni novedoso. Personalmente, la información del tiempo dejó de interesarme cuando Charo Pascual dijo adios para ingresar en un convento creo que irlandés, ¿quien no la ha tenido como platónico amor de juventud?.
ResponderEliminarUn abrazo
Me has llevado a un frío lejano perdido en el tiempo y escondido en la conciencia.
ResponderEliminarCuanto frío que no se va con nada.
Impresionante foto, tan fría ella, tan desmantelada.
Tan hermosa.
Oigo el viento silvar, y cubro con pellejos de oveja mi piel y mis oídos.
kinda foto
ResponderEliminarSi que transmite bien esa sensación. Me gusta el contraste frio cálido del atardecer.
ResponderEliminarMuy buena instantánea!!!...hasta se transmite esa sensación de viento frío, sensacional!!!
ResponderEliminarUn gran abrazo, amigo!!! ;)
Me gusta la sucesión marcada de las estaciones. Y la foto. Y la foto con esa imagen de la izquierda, desde luego.
ResponderEliminarComo me gusta esta composición, la puerta central une la imagen del primer plano, con las ventanas por una parte y el hombre que camina, casi huye de la fria escena, por la otra. Las montañas del precioso fondo, parecen querer conpensar con su cálido color, el frio escenario.
ResponderEliminarPues preparate que dicen que viene un frío polar este fin de semana. Es normal, por otra parte, que en este mes el otoño se mezcle con el invierno.
ResponderEliminarLa foto, perfecta, nada falta, nada sobra, incluso las montañas que se erigen en observadoras de este lado.
Abrazo.
A mi este frío tuyo me lleva a pensar en dolor, llanto, gente que sufre, balas, muerte, destrucción, eso que lleva varias estaciones gestándose y que acaba de estallar, por desgracia para todos nosotros. Pero me lo has explicado muy poéticamente.
ResponderEliminarExcelente composición y edición, el texto como de costumbre de lo mas interesante, buen fin de semana.
ResponderEliminarl frio es mucho más fotogénico que el calor! por suerte este año el calor todavía no llegó!
ResponderEliminarI absolutely love your photos, they are really good!!
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