La poesía, la filosofía y hasta una porción de mística se hicieron ayer un hueco pequeñito en las portadas de todos los periódicos. Lo hicieron, eso sí, con la ayuda y complicidad de la ciencia, que es la que ahora lleva en el grupo la voz cantante: en las cabeceras de los informativos se anunció con alborozo la buena nueva de la detección de las ondas gravitacionales.
Dicen que estas ondas son el sonido del universo, la sinfonía de las estrellas, aunque probablemente se parezcan más al chirrido de la tiza sobre una pizarra oscura y vacía.
Hace 2.500 años ya los pitagóricos hablaron de la música de las esferas. Hoy todo el mundo celebra el cumplimiento de la profecía de Einstein pero no he encontrado a nadie que haya felicitado a los soñadores griegos, pese a que no hay hipótesis sin intuición que la preceda.
Dicen que con esta música podremos ver lo invisible. Y esto ha terminado de convencerme del todo pues ese es justamente el poder de la música: hacernos sentir aquello que escapa a los sentidos.
Dicen que con esta música podremos reconstruir el tiempo, casi, casi desde el principio. Porque en el fondo es poesía le perdonamos a la ciencia esta desliz hacia el más puro romanticismo.
Pronto vendrá alguien, seguro, a preguntar por el autor de la partitura, para aplaudirle o para pedirle explicaciones, tanto da. Son los que nunca han asistido a la armonía improvisada de una jam session.
Un último detalle para la reflexión: solo somos capaces de entender la ciencia, y aún de pensarla, mediante el uso de metáforas. Y todavía hay quien niega la utilidad de las humanidades.
Dicen que estas ondas son el sonido del universo, la sinfonía de las estrellas, aunque probablemente se parezcan más al chirrido de la tiza sobre una pizarra oscura y vacía.
Hace 2.500 años ya los pitagóricos hablaron de la música de las esferas. Hoy todo el mundo celebra el cumplimiento de la profecía de Einstein pero no he encontrado a nadie que haya felicitado a los soñadores griegos, pese a que no hay hipótesis sin intuición que la preceda.
Dicen que con esta música podremos ver lo invisible. Y esto ha terminado de convencerme del todo pues ese es justamente el poder de la música: hacernos sentir aquello que escapa a los sentidos.
Dicen que con esta música podremos reconstruir el tiempo, casi, casi desde el principio. Porque en el fondo es poesía le perdonamos a la ciencia esta desliz hacia el más puro romanticismo.
Pronto vendrá alguien, seguro, a preguntar por el autor de la partitura, para aplaudirle o para pedirle explicaciones, tanto da. Son los que nunca han asistido a la armonía improvisada de una jam session.
Un último detalle para la reflexión: solo somos capaces de entender la ciencia, y aún de pensarla, mediante el uso de metáforas. Y todavía hay quien niega la utilidad de las humanidades.
Bonita composición y un b/n excelente
ResponderEliminarNo he seguido demasiado el tema de lo que se demostró ayer, efectivamente, me parece algo que llegan a entender muy pocos. En cambio tu magnífica fotografía la entiende todo el mundo, es atemporal, una maravilla. Menudo clasicismo, en fin, excelente.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo en el texto ni dejar de vibrar con esas ondas que has captado en un instante de poesía.
ResponderEliminarLa comunidad científica asevera que estamos ante un descubrimiento que cambiará el universo tal como lo conocemos y las leyes que lo rigen.
ResponderEliminarA mi me gusta echar fotos de tanto en tanto y leer.
Enhorabuena :)
Un abrazo.
De cualquier manera, todo es relativo. Algún día, lo que hoy se afirma tajantemente, mañana se pondrá en entredicho o desaparecerá de la memoria.
ResponderEliminarUna imagen con muy buena onda ;-)
Un abrazo, XuanRata.
yo solo sé que a todos se nos mueve el pie cuando escuchamos un ritmo...
ResponderEliminarBuen detalle
ResponderEliminarSí, parecía el descubrimiento del siglo, la confirmación de lo que decía Einstein hace cien años, pero chico, suenan muy bien esas ondas, pero... estas cosas tan lejanas en el tiempo y el espacio, ufff, se me escapan, mucho esfuerzo, mucho dinero invertido y para qué, si quizás dentro de pocas generaciones nadie podrá escuchar nada porque nos habremos cargado el planeta y quien sabe si nuestra propia especie.
ResponderEliminarPerdona mi pesimismo, estoy de lunes, mientras tanto me voy a poner un buen disco de música.
Feliz semana.
P.D. La foto tiene mucho swing ;-)
Desde luego que Albert Einstein no debió confundir nunca la velocidad con el tocino. Y aunque la energía también se obtiene del morcillo por el cocido al cuadrado E: mc2, Einstein seguro que tenía un oído privilegiado tanto para el más allá como para el más acá. Creo que intuirás que me decantó más por la música que por una orgía a la velocidad de la luz y que las humanidades si quedan descolgadas algún día nos resentiremos en forma de onda.
ResponderEliminarEn tu foto los dedos son de un tiempo en que la velocidad de la luz fue perezosa. Son fotos que ya casi no se hacen pues el móvil usurpa.
Seguro que este contrabajista te gusta tanto como a mí, que me fascina. Ahí va un tema gravitacional:
https://www.youtube.com/watch?v=qnMkqv6H3pA
Ese contrabajo tiene 5 cuerdas.
Besos.
Muchas gracias por el enlace: todo un descubrimiento para mi.
Eliminar¡Ah la música tiene ese don...también los olores! ¿una Jam session de los cincuenta?, eso es tocar el cielo, amigo.
ResponderEliminarLas Humanidades son esenciales para que sepamos desarrollarnos como personas, de ellas depende que seamos mas cultos y libres o menos cafres y que sepamos manejarnos por la vida; la historia, la geografia, la literatura, la musica, la filosía, la arquitectura, la pintura... La ciencia es otra cosa. Se puede ser el mejor neurocirujano del mundo y a la vez un perfecto ignorante, tampco te hace falta para nada en el día a día saber de trigonometría, las humanidades son formación integral.
Un abrazo
Mitología semítica: Los 7 días de Dios...
ResponderEliminarMitología griega: Del Caos a Gea...
Mitología científica: El Big Bang...
Desde mi óptica de estudiante de ciencias en el colegio, más ciencias en el bachillerato y rematando la jugada estudiando en la escuela de arquitectura técnica lo único que puedo decir es que, el que diga que las humanidades no son necesarias es porque come heno y lo digiere mal. Newton le daba a la filosofía y a la teología aparte de saber de física, Bach padre sabía de matemáticas (lógico, era músico y muy bueno), Einstein tocaba el violín y mi prima es matemática, toca el piano y pinta al óleo. Quedarnos sólo con la técnica es empobrecer y embrutecer al hombe. Y luego de semejante exordio, que me gusta la foto, muy buen blanco y negro y bien capatada la vibración de las cuerdas.
ResponderEliminarSalu2
Son esas que nos emocionan, mientras no acabo de entender las del universo, me quedo con estas que surgen de la foto, y aunque me entran por los ojos, las percibo como si las oiera.
ResponderEliminarLa música es el mayor invento. Trasciende el más allá del tiempo y el espacio. El más allá de nosotros mismos.
ResponderEliminarNo tengo palabras, Xuan.
He escuchado el enlace que te han puesto.
También ha sido un descubrimiento para mi.
Magnífica fotografía para acompañar a una estupenda reflexión!!!
ResponderEliminarUn abrazo, Xuan!!! ;)
Creo que, como ya te ha dicho alguien aquí en otra de tus entradas,aún no sé bien si llego a ésta tu casa tras de tu fotografía ó para empaparme de poesía, de certeras y agudas reflexiones, aunque tanto da, porque el disfrute es igual de un lado que del otr y si juntamos ambos, la lectura y el placer rozan la perfección.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo.