Pero no te quedes ahí de pie como un pasmarote, pasa y siéntate, Valentín, que aquí al sol se está tan ricamente, así, mano sobre mano, sin más tarea que dejar que el sol te devuelva el sentido a los pies y a las rodillas. Anda, Valentín, ven a hacerme compañía, que ya no tienes animales ni hacienda que atender y la huerta no da más que zarzas y rosas blancas. Ven y cuéntame cómo nos conocimos y qué le dijiste a mi padre y qué te dijo él, y cómo después, bajo la higuera del pozo, la de las brevas más dulces, me prometiste el oro y el moro, y una casita con patio. Ven y repítemelo, que quiero oírlo de tu voz porque voy a darte contestación, Valentín, que ahora sí, me lo he pensado bien y quiero pasar contigo el resto de mis tardes.
jueves, 14 de febrero de 2019
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¡Qué preciosidad! (de foto y de texto)
ResponderEliminarEn este caso (como otras muchas veces) el texto no sale de la foto sino precisamente de espacio que queda fuera de encuadre: allí donde la mirada de la mujer se abisma dulcemente.
EliminarMe ha gustado mucho.
ResponderEliminar¿Por cierto ¿es un patio cordobés, no?
Es gaditano, en Arcos de la Frontera, no preparado para pasar revista como suele suceder con los cordobeses, sino familiar y cercano, con esa puerta abierta en la que se atisba algún mueble y algún electrodoméstico.
EliminarProbablemente, su Valentín enamorado, estuviese
ResponderEliminarya ausente y entre tanto tiesto, siesta y cuento, susurrábase
al oído, ella, una breve letanía que la inercia le marcaba
En la memoria definida la senda que debieron compartir,
ahora lánguida monodia atardecida
Los recuerdos del querer llevan a dislocar neuronas
que se autorreparan, así, unas veces, y otras; moraleja:
Nos hacemos viejos
A la par su buen *fotograma y texto, o viceversa
*Porque forma y es parte de la película de su vida, de ella
y, quién sabe, si de la suya...del fotógrafo
Efectivamente, es la ausencia la que ocupa esa vacante y se asienta como una presencia tan poderosa o más que la de la mujer. Una historia de amor que ocurrió o que nunca llego a ocurrir o que está ocurriendo todavía. No solo Valentín, también el fotógrafo se queda en el umbral y solo puede imaginar desde su propia distancia insalvable.
EliminarNo sólo me gusta lo leído, ahora también lo releído.
EliminarDe ahí, de la sensibilidad entrelíneas, es de la que deduje qué. Ocurría.
Pero olvidé matizar un detalle dialéctico; era éste:
"...entre tanto tiesto, siesta y cuento *tieso susurrábase al oído..."
*Sin signos que distrajesen. Encabalgamiento para que como lectores cada cual diera su énfasis interpretativo de corrido, o no
O bien:
"...entre tanto tiesto, tieso, siesta y cuento, susurábase al oído..."
No es sencillo indagar en todas las posibilidades que sus formidables fotos dan a entender (y texto); o no en muchos casos, algo más simple. Pero empatizar, de ahí la pista deductiva, con el autor es mera especulación al 50% de probabilidades. El autor, usted, bien pudiera salir por los cerros de U. y añadir que nada más lejos de esa posibilidad. O acercarnos la que sí entre muchas otras posibles.
Por eso, aún sabiendo que existiese la posibilidad de fallar, por mi parte, en todo lo dicho; sabemos que, por la capacidad artística, el autor nos acercará una de las muchas explicaciones recogidas en su obra. Otra cosa es dar con la acertada, con la más intimista, con la más simple a veces y certera.
Pues entonces regresamos al planteamiento inicial; para mí el 50%. No hay otra, pues no es cuestión de probabilidades; sí, tal vez, de la amplia posibilidad que un artista nos deja, frecuentemente, en su simbología qué márgenes hay para especular con la obra.
En el texto hay un tanto por ciento, en la imagen otro tanto y, aquí, el que añado sólo puede coincidir al 33,33%, el resto. Por ahí me apunté y apuntalé mi respuesta. Pero...
Pero, también, puedo seguir o estar equivocado.
Ahora comprendo lo de su libro y dos ediciones.
¿Sería tan amable de facilitar cómo conseguirlo, si aún hay posibilidad? También soy de los que tienen libros de papel y releídos. Aunque no sepa ya dónde meterlos, siempre hay un hueco.
Le comentaré algo:
Una vez me preguntaron qué libros eran mis favoritos. Respondí:
—Cualquiera de los que me he leído. Los otro no sé.
Genial, por su parte.
Estos son los enlaces para adquirir cada uno de los libros:
Eliminarhttps://www.bubok.es/libros/204568/CALENDARIO-DE-INSTANTES
http://www.blurb.es/b/6034797-calendario-de-instantes
La diferencia de precio entre ambos es considerable pero también la diferencia en la calidad de la edición lo es. A lo que hay que sumar los gastos de envío, naturalmente.
Muchas gracias por tu interés. Me admira la punta, afilada, que consigues sacar de mis fototextos, y me alegra que sirvan para la reflexión. Por eso creo que el formato del blog sigue siendo interesante frente a otros formatos más inmediatos.
¡ Genial !
ResponderEliminarUnn abrazo, XuanRata.
Gracias, Emiliano! Otro abrazo para ti.
EliminarBella captura.
ResponderEliminarTransimte!
Un saludo.
Ramón
Antes estas imágenes de intimidad sorprendida, de quietud ajena a todo, soy yo el capturado.
EliminarNada más que ver la imagen, me dije este patio tiene que ser de Andalucía....y no me ha faltado razón. Tengo siempre curiosidad por saber el lugar de donde se acen las fotos. En la población de Arcos de la Frontera estuve un fin de semana y desde allí también me acerqué a las poblaciones de Ubrique y Grazalema.
ResponderEliminarMe gusta la historia que has contado y como no!, la foto del patio. Todos los años suelo darme una vuelta por alguna ruta de los patios de Córdoba, lo malo que hay que aguardar largas colas para verlos.
Te voy a comentar tu comentario en mis fotos. Muchas veces las he ordenado para subirlas en el blog poniendo una numeración de menor a mayor y cuando la subo en el lote me encuentro que no han seguido ese orden. No siempre me pasa pero me ha ocurrido algunas veces, he probado hasta quitarlas y ponerlas de nuevo y me ha vuelto a ocurrir igual, ya aburrida he desistido.
Estoy de acuerdo con tu opinión.
Que tengas un buen fin de semana.
Besos
Creo que las colas de visitantes no les hacen bien a los patios, que no están hechos tanto para ser admirados como para ser habitados y escuchados.
EliminarEn cuanto a tu problema con la publicación de series, a veces luchar con blogger es desesperante. Prueba a subir las fotos de una en una, a ver que pasa.
Has captado un ambiente intimista precioso
ResponderEliminarUn abrazo
Esa es la esencia del patio, la intimidad compartida.
EliminarEsto si que me parece amor y no toda la bazofia con la que nos bombardean desde la publicidad con el dichoso día de San Valentin que no se donde ha salido pero que me da profunda grima. Sentarse calmádamente a la sombra del patio con una buena silla de mimbre (o de terraza de bar, que más da), al fresco que generan las plantas. Te diría que tu foto y texto emociona profundamente. Por cierto, recientemente he descubierto que tienes un libro. Como llegue tarde a este blog no tenía ni idea. Que maravilla!!!.
ResponderEliminarEl amor tiene múltiples y diversas manifestaciones. Quién sabe, incluso en una jornada como la de San Valentín, que no es más que otro pretexto para el rito, pueda llegar a darse el amor, cosas más difíles se han visto.
EliminarSobre lo que comentas del libro, te diré que no es uno sino dos, ambos autoeditados, con selecciones de las entradas de este blog: el primero, de 2008 a 2010, editado en Bubok, con una calidad deficiente en cuanto a impresión y papel. El segundo, de 2011 a 2014, editado en Blurb, este sí, con una calidad más que aceptable. Aunque están accesibles al público, sole he imprimido alguna copia para mi y algún amigo. No tienen mayor trascendencia: que me gustan los libros como objeto. Ahora estoy preparando otro sobre mi serie de viajeros al tren en instagram.
Uno de ellos, el primero es el que he localizado, del segundo no tenía ni idea, y el tercero me alegro que este en ciernes, ese si que lo he vivido.
EliminarA mi también me encantan los libros e incluso he hecho 2 o 3, ahora no estoy seguro, je, je, internos que solo los he visto yo y algún familiar y que nunca me atrevería a sacar a la luz de ninguna forma. Pero me van muy bien para hacerme una idea clara de hacia donde va mi fotografía y cuales son las fotografías realizadas que más me gustan. El mero hecho de realizar el esfuerzo de selección es ya un gran avance. En tu caso es que además escribes de maravilla que quizás sea lo que más envidie de tí!!!.
Totalmente de acuerdo: esa selección de las fotos que formarán parte de un libro es una especie de proceso fotográfico de segundo grado: fotografiamos una parte de nuestro mundo hecho de fotografías y esto nos ayuda a entender lo que estamos haciendo. En mi caso además, a la hora de encargar un libro de papel pesa una cierta desconfianza hacia la perdurabilidad de lo digital, una buena ración de romanticismo y una cuota indudable de vanidad, para que negarlo.
Eliminar" En mi caso además, a la hora de encargar un libro de papel pesa una cierta desconfianza hacia la perdurabilidad de lo digital, una buena ración de romanticismo y una cuota indudable de vanidad, para que negarlo." No lo podría describir mejor, también es eso, el papel, cuando tenga cierta edad solo miraré los álbumes en papel, estoy seguro, no entraré a un ordenador para nada, odiaré todo eso mucho antes. Y la vanidad claro, repasar el libro y decirte a ti mismo, que leches, aunque a nadie más le guste lo que hago, me siento muy orgulloso de 3 o 4 de las fotos que incluí en este libro. Un abrazo.
EliminarQué bonito.
ResponderEliminar¡Gracias!
Besos
Gracias a ti por pasarte por aquí.
EliminarBesos.
Un lugar al que recurrir cuando tenemos demasiadas cosas dejadas en el olvido, en la estela del tiempo. Un lugar en el que ser cuerpo, corazón y alma a la cálida luz del sol, para encontrarnos con nosotros mismos y con aquellos que forman parte de nuestras vidas. Un acierto de imagen y texto. Un abrazo
ResponderEliminarCuando estamos cómodos en un lugar decimos que nos encontramos a gusto, es decir, que después de buscarnos hemos dado por fin con nosotros mismos, pues eso es, al fin y al cabo, encontrarse.
EliminarUn abrazo
"Quiero pasar contigo el resto de mis tardes" es una hermosa forma de mezclar luz y amor; una precisa complicidad; una declaración de principios en la que pasado, presente y futuro se confunden en ese único instante de patio y levedad.
ResponderEliminarUn patio nace con vocación de ser el centro del universo. No descarto que a veces lo consigua.
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