En París todo es símbolo, mito, escenario. No es Roma sino París la ciudad eterna, porque el tiempo de París es el de la representación pura, el de la obra que no cesa. Por eso cuando en París arde una catedral, arde un decorado y eso también forma parte del guión, un auto de fe retransmitido en directo desde la Edad Media para todos los telespectadores. Corre la Historia como la pólvora y asistimos a ella sobrecogidos pero íntimamente satisfechos de poder contarlo, de tener ese modesto y algo mezquino protagonismo del dónde estabas cuando. Exhaustos los corresponsales se quedan sin palabras y es entonces el momento de apagar las brasas con discursos tallados en piedra y de que empiecen a llover los donativos adecuadamente patrocinados. Comienza la reconstrucción. La leyenda se agranda. El mito renace de sus cenizas. El espectáculo debe continuar.
miércoles, 17 de abril de 2019
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Oh, una imagen espectacular... Me encanta esa composicion
ResponderEliminarSolo hay que dar un paso atrás y como si atravesáramos una puerta invisible otra imagen aparece, y luego otra y otra, así hasta el infinito que se detiene abruptamente en la pared del edificio que hay a nuestra espalda.
EliminarEs cierto, a mi París siempre me transmitió esa sensación de fondo de teatro, de decorado montado eternamente para uso y disfrute de los viandantes. Cuando cae el telón siempre queda en la boca ese amargo sabor de obra terminada. En este caso el decorado era grandioso y de ahí la cantidad de tinta derramada sobre él. La foto es verdaderamente muy representativa de eso que cuentas en el texto. Un abrazo y feliz semana
ResponderEliminarParís es glamour, es revolución, es sueño, es ficción y nada escapa a la ficción, ni siquiera la realidad.
EliminarEso es, Xuan.
ResponderEliminarHoy con la globalización, cada ciudad, y hasta Roma (añadiría)- es un icono- Y, ¿cómo soñarla sin su Fontana de Trevi? O verla despedazada por cualquier imprevisto? Imagínatelo... igual hasta la mafia se implicaría ;)
Y al igual que cada una de ellas, todas dentro del imaginario colectivo que cada uno se haya hecho o hiciese de ellas.
En Barcelona he visto a americanos y a muchos otros extranjeros con sombreros mexicanos delante de La Sagrada Familia...
¿Cómo no ver gente que mezcla churras con merinas? es fácil, es sencillo, es pensamiento norte/sur global.
No imagino México con Coyacán devastado o sin Tenochtitlan, ni Cambodia sin Angkor ni Bayón, y todavía no se me va de la cabeza la masacre de Luxor, ni el atentado contra el templo budista de Mahabodi, en Bodh Gaya, ni tantos otros...
No conocí la era del selfie, ni soy de selfies... pero sí de patear.
Y he visto a mucha gente impaciente (y sin cámaras ni smartphone e i-phone) haciendo cola para entrar a contemplar o a rezar, o sencillamente a realizar uno de sus sueños.
Y mucho antes de la era digital. Ana-lógicamente hablando...
Las grandes fortunas han colaborado para la reconstrucción de la catedral.
Algunas ya han hecho un manifiesto para declarar que sus donaciones no formarán parte de sus impuestos para una rebaja fiscal.
No sé yo, si no me indignó más la alocución del Presidente pidiéndonos un euro a cada francés para su reconstrucción... (como Lola Flores... para pagar su fraude al fisco).
Notre Dame no le pertenece a la Iglesia, sino al Estado... Es él quien debe asumir, y sólo él su parte de responsabilidad... (menos recortes, más personal cualificado en las obras de un nivel que necesita un "sin riesgos"... ).
Comparar este drama -porque lo es, guste o no- cultural, literaria y socialmente- que también lo es, como un duro golpe para la capital que desde 2015 no logra sacar cabeza entre atentados a la libertad de expresión, y yihadistas, (con centenas de muertos) y sorpresas de este calibre... y si le añadimos las manifestaciones que destruyen y devastan la ciudad cada fin de semana... no ayuda a expresar la estupefacción que muchos -por no decir la mayoría- sentimos.
Esta captura tuya, se puede encontrar no sólo ante ND sino en Trocadero, El jardín des Invalides, La Place des Vosges, Los campos Elíseos, en Concorde... los japoneses desde hace años vienen a montar su álbum de fotos de boda a París... reservan hotel, vestimenta, fotógrafos especializados, y, qué por qué?? Habrá que entrevistarlos ;)
Una vez más tu manera de captar ideas y sensaciones va más allá de un simple maniqueísmo.
Y por eso mi admiración por tu trabajo, sigue intacta.
Me quedaría mucho por argumentar... pero no sé si merece la pena...
Si bien antes lo hubiese hecho, hoy no me merece la pena lanzar espadas al Mar.
;)
Saludos y abrazo, Xuan.
Gracias por tu reflexión, hecha desde dentro. Es fácil olvidar que París también es el lugar donde viven los parisinos y que además hay tantos "parises" como distritos, y que más allá del centro hay otro París, hecho de capas sociales cuyo movimientos tectónicos percibimos de vez en cuando y no parece importarnos demasiado.
EliminarBesos
En París Toro re dímbolo, mito, escenario... y más que eso también.
ResponderEliminarAndo muy reflexiva y confundida con todo lo que ha ocurrido y se ha hablado después del incendio de Notre Dame. Afirmándome y cuestionándome al mismo tiempo. Y eso no le resta ni un solo grado de intensidad a la tristeza que sentí viéndola atacada por las llamas.
Besos
Esa tristeza es real como el fuego, nada simbólica, y quema.
EliminarBesos
Una imagen magnifica, Xuan! se puede sacar varias lectura de ella.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Jordi. Aunque el centro está en la pareja de novios, son las chicas de la izquierda,las que resultan tal vez más curiosas, con esa especie de danza improvisada.
EliminarAl margen de otras consideraciones que prefiero esquivar, con tu acto fotográfico inmortalizaste otro acto fotográfico; mismo instante, mismo escenario pero qué diferente plasmación.
ResponderEliminarLo que pone de manifiesto que la realidad es aquello que percibimos.
O dicho de otra manera, hay tantas realidades como ojos que ven y cerebros que procesan esa información.
Un abrazo Xuan, bonita instantánea.
Abrir un poco el plano y dejar que entren nuevos elementos. El fotógrafo a pie de calle y con sus deportivas de azul eléctrico era otro personaje que no podía quedar al margen.
EliminarTal vez las catedrales ardan de pura tristeza (el mito, el símbolo que ya no soporta más banalidad, más olvido, y decide entregarse a las llamas).
ResponderEliminarUn enorme abrazo, Xuan.
¿Como una forma de purificación? También el fuego es mito y símbolo. Quién sabe. Tal vez la madera ha de arder o perecer bajo la carcoma.
EliminarUn escenario perfecto en el que desfilan toda clase de personajes.
ResponderEliminarMaravillosa imagen.
Besos
Así es, cualquier ocasión es buena para el disfraz.
EliminarBesos.
La foto es excelente Xuan, que momentazo, olvidándome de que la pared de detrás es Notre Dame de París (donde no he estado nunca), pero la historia mostrada con esa vuelo del vestido de la chica (que imagino que es de esas japonesas que comenta La zarzamora que van a París a hacerse el book fotográfico de su boda), las chicas de la punta izquierda que parece que huyen una de otra. En fin la foto me encanta.
ResponderEliminarEn cuanto a la reflexión, no conociendo la ciudad, y no teniendo demasiado claro lo que significa la palabra París a nivel de ciudad Europea, después de la magnífica reflexión de La Zarzamora no me atrevo ni a opinar.
En lo que si que entro es en el tema de la prisa y la cantidad ingente de dinero que aparece de repente para reconstruir la catedral en un país que precisamente lleva unos meses inmerso en una de sus peores crisis con el movimiento de los chalecos amarillos intentando llevar a la calle el tema de la enorme injusticia social que se vive en toda Europa. Me parece una verdadera vergüenza como a todo los que han pasado por aquí. Un abrazo.
Sobra dinero para todo, o casi. Pero hay problemas que no conviene solucionar, es más, precisamente sobre la existencia de determinadas necesidades y crisis permanentes se asienta el sistema mismo que produce ese excedente de riqueza. Las cosas podrían ser de otra manera, desde luego. Seguro que en algún lugar del sistema hay una grieta que se abre lentamente, una chispa en la que no hemos reparado, aunques seamos sinceros, a la mayoría no nos interesa que el incendio se extienda en exceso.
EliminarQue pena lo que ha sucedido, siglos y siglos devastados por las llamas. La foto buenisima.
ResponderEliminarSe volverán a levantar esos siglos. Y volverán otras llamas. El tiempo es su carburante. Nuestra pena en cambio, qué poco dura...
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