Se habla mucho de la bolsa últimamente. Yo recuerdo que mi madre tenía una como la de la imagen, aunque en tonos azules. Por aquel entonces, hablo de los años 70, todas las mamás tenían una bolsa de este tipo. Era de un tejido sintético, lo último en tecnología para el transporte ultramarino. Sin duda podemos decir que el fabricante de dichos capazos supo invertir en bolsa. Hoy en cambio todo el mundo pretende entender del asunto. Incluso hay expertos que se ganan la vida afirmando sin sonrojo que la bolsa depende de la marcha de la economía global. Reconozco, eso sí, que la bolsa tiene algo que ver con los mercados: mientras el público compra y vende, ciertos amigos de dedos rápidos hacen su propio negocio. La bolsa de la foto la encontré en Miyares, un pequeño pueblo del concejo de Piloña. Parecía vacía pero para mí contenía una apreciable ración de recuerdos, y ya se sabe que a largo plazo este es el único valor seguro.
lunes, 28 de enero de 2008
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Me encanta, es como las bolsas de toda la vida!!!
ResponderEliminarMagnífica.
ResponderEliminarYo utilizo el carro, pues la compra pesa.