Es curioso.
El eucalipto, sedentario por naturaleza, anda siempre de mudanza,
quiero decir,
mudando de corteza.
En cambio, el caracol, nómada incansable de las microdistancias,
no se muda jamás,
y termina sus andanzas cuando su cáscara creciente
alcanza la necesidad de los cimientos.
Uno no está del todo quieto. El otro no es del todo libre.
Los dos entrecruzan sus sueños. Tal vez se mienten.
Y a su manera,
son felices.
El eucalipto, sedentario por naturaleza, anda siempre de mudanza,
quiero decir,
mudando de corteza.
En cambio, el caracol, nómada incansable de las microdistancias,
no se muda jamás,
y termina sus andanzas cuando su cáscara creciente
alcanza la necesidad de los cimientos.
Uno no está del todo quieto. El otro no es del todo libre.
Los dos entrecruzan sus sueños. Tal vez se mienten.
Y a su manera,
son felices.
Hmmm
ResponderEliminarEl eucalipto es muy celoso de su espacio... Algo tramará con tanta corteza.
Estupenda composición.
Hola Xuan. Acabo de descubrir tu blog. Tus fotos son realmente buenas. Inspiración, técnica y observación. Te felicito. Saludos
ResponderEliminarAunque al "ocalito" se le puede acusar de muchas cosas y aquí en Asturias sobretodo de su abundacia excesiva, tu has sabido sacarle partido, buscándole las texturas o sacando a la luz sus interioridades y vergüenzas. Pero a mí me parece una foto sugerente con esas formas que parece que le salen de las entrañas, sobre todo esa con forma apuntada me sugiere la cabeza de una serpiente al acecho del caracolito que reptando por el tronco sin desviarse de su camino va dejando un rastro tan transparente, que resulta casi invisible.
ResponderEliminarBesos
Quizá este eucalipto se sentía muy solo, cansado de mudar de piel cada poco, por éso acepta encantado la compañía de ese ser que aunque baboso, le permite no encontrarse tan solo.
ResponderEliminarAdorna su corteza con el brillo de su rastro, es como un maquillaje para su áspero rostro y una forma de decirle al eucalipto, te quiero.
Perfecta simnbiosis que permite a dos seres encontrarse, conocerse, saber que el uno le tiene al otro.
Un fuete abrazo.
Enrique.
Interessante, lidas cores, bela foto.
ResponderEliminarO caracol vive a vida em espiral, não deixa rasto, nem na casca nem na vida.
ResponderEliminarPreciosas cores, de quadro de pintura.
Saludos
Entre la ternura del caracol y la levedad del eucalipto, asoma tu delicadeza.
ResponderEliminarGracias, Xuan, por visitarme.
Bonita textura y el motivo del caracol un gran acierto.
ResponderEliminarSaludos.
Texto y foto van de la mano y componen un mosaico de sensaciones placenteras y esencias perdurables.
ResponderEliminarGran imagen. Las texturas que has sacado son un apasada, y ese caracol ... ese detalle es una verdadera gozada.
Saludos
¡Qué buenas texturas Xuan! Todo un acierto dejar esos tonos apagados en la toma, le da cierto aire melancólico diría yo...
ResponderEliminarSaludos.
Bueno, nos ha dado por animales, aunque el que yo puse es menos apreciado, pobrecita.
ResponderEliminarCasi veo una cara de otro animal cualquiera, yo y mi imaginación :)
Nuestro organismo, se regenera cada noche cuando dormimos. El caracol cabía de caparazón cada cierto tiempo; el eucalipto, un árbol, cambia de corteza para crecer... todos crecemos, la gran diferencia es que ellos no tienen que preguntarse porqué y para nosotros es una necesidad biológica saber porqué y para qué. ¿Por eso el ser humano intenta engañarse siempre a si mismo? ¿Para no ver que necesita cambiar creciendo? Mucho me temo que hasta que no haga ese ejercicio necesario, se pasará la vida llorando por dentro sin saber porqué, buscando todo tipo de aditivos para poder ocultar ese llanto.
Una diferencia sustancial entre sobrevivir y vivir, mas tan sólo es mi opinión.
Hoy, una oleada de energía llena de Amor, este es el que te permite ver más allá de lo aparente.
mmm colores, texturas... preciosa fotografia, preciosa. No se por qué me lleva a una relación entre la verticalidad del eucalipto y la espiral del caracol. En todo caso, magnifica.
ResponderEliminarSaludiños
del ecualipto envidio su olor y esa altura que le permite mirar el horizonte, del caracol su paso tranquilo...
ResponderEliminar(soy acuario, puede que la humedad venga de ahí, gracias por pasarte...)
La corteza no deja de tener una figura asimétrica y la espiral que nos envuelve a menudo, la vemos reflejada en la casa-cascara del caracol. La pequeñez del que esta por crecer o lo que es lo mismo… todo por hacer, ante la corteza que regresa de todo. Crecimiento incluido.
ResponderEliminarLa vida es sencilla. Mirando esta imagen aun más. Leyendo la reflexión, ayuda a comprender detalles básicos que olvidamos a diario.
Un abrazo
Es curiosa la mirada: en el caracol veo el ojo de un pez. Eucalipto submarino...
ResponderEliminarComo siempre preciosa! una variedad cromatica y de luces muy buena. me gusta! :)
ResponderEliminarMaravillosa textura. El detalle del caracol pone la guinda.
ResponderEliminarMuy buenas Texturas Xuan, excelente trabajo amigo !
ResponderEliminarAbrazos
Qué hermoso juego de palabras, Xuan,
ResponderEliminarqué lección de vida más certera: "Uno no está del todo quieto.El otro no es del todo libre."
Un abrazo desde el sur
Gran concepto y mejor ejecución. ME llama la atención la tonalidad verdosa, de dónde proviene?
ResponderEliminarMe encanta la irrealidad que emana la imagen.
ResponderEliminarUn saludo
Perfecta interpretación de texturas y sombras. Y la entrada anterior es una maravilla.
ResponderEliminarUna abrazo.
Hola Xuan una fotografía muy buena, transmite mucha fuerza.
ResponderEliminarSiempre de mudanza/
ResponderEliminarcáscara creciente:
es lo que tiene el estar metido en la espiral de la vida.
Si es que ninguno de los dos son conscientes de lo que tienen. Y de que han sido plasmados en una excelente y plástica foto de Xuanrata. Un abrazo.
ResponderEliminarHolaaaaaa.
ResponderEliminarPreciosa la foto, pero escribiste un cuento, y me ha encantado. No me había parado a verlo así.
Un beso muy fuerteeee.
Xuan una vez más, el azul está presente en la corteza y el escorzo. Parece un cuadro abstracto, en largas pinceladas tallado y cincelado con una dualidad de materiales.
ResponderEliminarLa baba espesa del caracol lo nutre de sustancia y deja tras de si una huella en zig-zags que contrasta con la cansada espiral blanquecina de la casa que descansa en inclinado equilibrio casi funambulo en el tronco, y en su savia,en la entraña de la sabia naturaleza.
Qué bello instante, como todos tus instantes.
Me regocijo al visitar tan excelente blog.
ResponderEliminarSeguramente regresaré por estas tierras a leerte
un abrazo y felicitaciones
En verdad poco se de fotografía pero esta me parece excelente.
ResponderEliminarTienes el don de encontrar imágenes maravillosas, de captarlas con arte y de envolverlas con tus palabras y el en conjunto realmente me estremecen.
Preciosa combinación aunque creo que esta ya es una de mis frases reiterativas.
Besos desde mi alma.
Esto es como la historia del cojo y el ciego... uno pone los ojos y el otro las piernas.
ResponderEliminarEn el fondo como el amor que siempre triumfa cuando encontramos aquello que nos falta.
Eucalipto y caracol se complementan, casi tan bien como lo haces con tus fotografías y tus textos. Unas texturas muy bien vistas, la composición con el caracolen las esquina, genial. Un abrazo Xuan.
ResponderEliminarXuan, creo que esta ha sido una de tus entradas más "significativas".
ResponderEliminarMe han gustado las contradicciones, y realidades que narras. ya que supongo que soy un poco así, vientecillo - vendaval.
La fot me ha parecido acojonante, me ha fascionado la textura, el verde de ese tronco, la mudanza estática. huelo y siento lo que muestras.
un eucalipto con caracol o un caracol con un eucalipto debajo??? una foto genial. Felicidades.
ResponderEliminarNo sé por dónde empezar. Llevo días sin visitar blogs y me encuentro el tuyo, como siempre, lleno de magníficas entradas. Desde el paraguas volador al trampolín pétreo; desde la vaca al caracol, desde la mirada indiscreta al revuelto de cebollas. ¿Cómo puedes hacer una foto tan espléndida de unas putas cebollas?. La foto del árbol me ha impactado: sus colores, sus texturas, sus formas, con el detalle imprescindible del molusco gasterópodo. La reflexión, impagable. De esas entradas que te llenan. Gracias.
ResponderEliminarCASI COMO LA VIDA VERDAD''?
ResponderEliminarMUY GRATO TU BLOG VUELVO
este blog es un encanto,
ResponderEliminarmuchas gracias