A fuego lento se cuece el asfalto, se espesa sin prisa como una mermelada de bayas oscuras. Aspiramos su efluvio acre y el cuello cede hasta que el cogote encuentra el respaldo del muro que retiene su desplome. Adormilados culpamos al sol de los mareos y de la creciente languidez de las conversaciones, igual que otras veces achacamos a la luna las mareas y la alta poesía del insomne. Y los zapatos blancos, mientras tanto, sueñan por su cuenta mirando al firmamento de alquitrán y anticipan un baño en su dulce ebullición que les devuelva el color de la pureza primitiva.
La desnudez de unos dedos llenos de quilómetros suelen ser presa del disimulo impuesto por unos zapatos blancos, que lejos de disimular el camino recorrido buscan en su puntera a la orilla de cualquier mar el origen de quien los lleva.
ResponderEliminarGenial amigo Xuan.
Un fuerte abrazo
y en cambio aquí son bufandas y sombreros los que sueñan con una primavera que los esconderá en un ropero...
ResponderEliminar"Qué hermosa belleza encierra la danza de esos zapatos blancos, pugnando por sobresalir entre el negro asfalto, unos miran a derecha otros a izda, alguno al centro, pero todos quieren destacar la pureza de su blanco.
ResponderEliminarEs la eterna lucha por ser más que el otro, aunque sólo sea esplendor que dure un instante, una foto."
Y qué foto, amigo Xuan, preñada de creatividad, sabia composición de color, texturas muy bien compensadas para el blanco contrastar....qué envidia saber así fotografiar.
Un abrazo muy fuerte.
Enrique.
La textura del asfalto , hace que de miedo poner esos blancos zapatos sobre el.
ResponderEliminarUn punto de vista genial.
Saludos.
Maravillosa foto... increible la dureza que transmite la calle.
ResponderEliminarBailarines a punto para danzar entre las constelaciones: aquí Orión, más allá Las Pléyades. Y observándolo un mago que nos deleita. ¡Impresionante!
ResponderEliminarEs como si se hubieran refugiado en una esquina para no manchárselos: como aquellos que no quieren vivir con plenitud para no estropearse el traje.
ResponderEliminarExtraordinaria foto.
galaxia oscura repleta de planetas y estrellas fugaces contiene a los blancos zapatos en la letanía de las piernas cruzadas o quizás en el miedo de no atreverse a cruzar la linea a ese incierto cosmos,algo les impide avanzar, ¿será el "Angel exterminador"?.
ResponderEliminarUna vez más una extraordinaria composición fruto de una mirada exquisita como la tuya, un abrazo
Qué agobio me dio pensarme en mermelada oscura.
ResponderEliminarAfortunadamete, los zapatos blancos, nos dan aire.
Espuma caracoleante sobre el asfalto.
Genial, Xuan...!
Genial, tudo. Mais um must. A sério, adoro.
ResponderEliminarSaludos
Xuan
ResponderEliminarLa verdad es que no entiendo nada de fotografías, soy capaz de cortarle media cabeza al desafortunado que pretenda que le saque una foto pero si me se poseedora de un buen gusto para las imágenes y las tuyas para mi solo pueden ser fruto de un don nato. Eso unido a tu forma de hilar las palabras hacen que hoy quiera compartir un regalo que me han hecho y que para mi son como mimos blogueros.
Desde aquel autorretrato que me emociono tanto, no puedo dejar de repetirme hasta el hartazgo... Me encanta visitarte.
Besos desde mi alma.
Mais uma fantástica!
ResponderEliminarFantástica entrada, fantástica imagen que me obliga a asomarme a las repisas del verano desde el otro lado del planeta, pero sin sentir el vértigo de las altas temperaturas. Pero lo mejor de todo es que hayas vuelto a las andadas, con o sin zapatos blancos. Un fuerte abrazo y.. bentornato!
ResponderEliminarMuy buena la foto, me gusta el punto de vista que le diste. Genial el contraste entre el asfalto y la blancura de los zapatos.
ResponderEliminarSaludos.
Me gusta la espera, la forma de cruzarse las piernas de sus personajes, incluso que no sepamos de ellos nada salvo por sus piernas .... La composición es una genialidad
ResponderEliminarUn abrazo
Por el grafismo y la composición de la foto ya es merecedora de las mayores alabanzas, pero hay una duda que me corroe : ¿Pillaste a estos cuatro personajes con zapatos blancos los cuatro o se los has pintado tú?
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo faltan a la expectación las hierbas que salen junto al quicio de la acera, al final de la brea.
ResponderEliminar(Se me coló el comentario en la aplicación del blog de mi marido, el suprimido)
Besos.
Genial composición y tratamiento, me pregunto cómo es posible encontrar escenas de tan alta coherencia, o mejor aún, cómo es posible crear esa amalgaba con texto donde parecen la una los chinos y las otras el alquitrán que juntas forman un asfalto perfecto...
ResponderEliminarTenía un cuento sobre unas zapatillas q cobraban vida propia. Aunque estaban en los pies de su dueña se apropiaban de la escena en todo momento, bailando sin parar, ganando protagonismo. Tal era el énfasis en su movimiento q causaban desmanes llegando a asustar a su dueña quien buscó la forma de quitárselas, cuando éstas estaban tomando un descanso. Y es ahí cuando por fin terminaron de tomar vida propia por completo para seguir bailando por siempre.
ResponderEliminarOtro objeto q cobra vida propia es el globo rojo (Le ballon rouge) película de 1956 dirigida por Albert Lamorisse. El globo rojo siempre acompañando a su dueño y viviendo emociones de humano.
Y aquí Xuan, los zapatos blacos, soñadores, pensativos, expectantes buscan el momento justo para dar su golpe emancipador.
Saludos argentinos.
Xuan, sencillamente extraordinario el comentario a la foto. Me haces sentir zapato blanco deseoso de zambullirme en el asfalto purificador.
ResponderEliminarSaludos
Una atracción irresistible ese blanco sobre fondo asfáltico. Te asomas, te atrae y no sabes que es, si los zapatos que te llaman o el asfalto que te frena.
ResponderEliminarMuy buena¡
ResponderEliminarYo creía que eran las bicicletas... ;) pero los zapatos blancos también alimentan el verano.
No sé cómo logras pillarlas..
Besos, Xuan.
I love this perspective. Well done.
ResponderEliminarexcellente composition !
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