Amarrados a la tarde de un domingo cualquiera. Y como se parece el sonido de la lluvia al chisporroteo aquel del avanzar de la película cuando se apagaban las luces en la sala.
domingo, 6 de diciembre de 2009
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Anclados los navíos, o la mirada de los caminantes que paseaban por allí...??
ResponderEliminarEs ese chisporroteo que te anuncia que un gran espectáculo a de comenzar, tanto en la sala oscura, como frente a ese mar...
Hermosa fotografía...
Saludos....
pura melancolia¡ no?
ResponderEliminarsaludos
hermosa en lo caotico
Domingos de autos de choque y su chisporroteo al cruzar por el techo electrificado.
ResponderEliminarPreciosa y llena de melancolia...Tardes de invierno, tristes y tranquilas.
ResponderEliminarBesos
A mi me sugieren los fotogramas de la película de la vida ... me espero un momento, creo que deben pasar más cosas ...
ResponderEliminarUn abrazo
Buenos días, XUANRATA:
ResponderEliminar- Es una imagen detenida en el instante, pero hay un movimiento implícito en todo, hasta en los pensamientos de los personajes.
Tu fotografía parece sacada de una película en blanco y negro, con añadidos de color; o un fotograma de una película en color, al que habrías aplicado filtros parciales, respetando los azules y naranjas.
Saludos. Gelu
Has conseguido que mire el mundo desde la infancia, cuando siempre llovía en las fiestas de mi ciudad, en septiembre.
ResponderEliminar¿si? se parece el sonido de la lluvia al ruido de la pelicula en la bobina? no consigo recordarlo. el de la lluvia sí ;-)
ResponderEliminarla atmósfera de la foto sí que recuerda las tardes de los domingos oscuros de invierno...
Deveriam ser barquinhos de choque.
ResponderEliminarhe estado fisgando en tus álbumes del antiguo blog de myspace. hoy me he detenido en lisboa, es que allí encontré tantos rincones familiares (en alfama) y tantas imagenes re-conocidas... pero desde tu mirada.
ResponderEliminarme gustó mucho!
Con que añoranza recuerdo la espera del sonido de la bocina que anunciaba el fin del viaje mientras apretaba en mi mano la ficha que prometía momentos de aventura. Todavía recuerdo el hormigueo en mi estomago antes de subir al coche de choque.
ResponderEliminarBonita foto.
Siempre un día cualquiera deja de serlo cuando un sonido o un aroma desamarra los recuerdos.
ResponderEliminarSaludos argentinos.
A mi me parece oir el clinc, clinc de los mástiles cuando los azota el agua y el viento.
ResponderEliminarBesos
Lanterna mágica.
ResponderEliminarLocos coches y cuerdos barcos, los unos en descanso y los otros en tarea....
ResponderEliminarEsperando en las butacas que cese el letargo dominical como meros espectadores.
ResponderEliminarBesos.