Flor de cuneta, provocación del margen. No el rojo sino la síntesis del rojo, estampado como un signo. Sucedánea de ti, comercias adicciones con el viento. Yo trato de mirar hacia otra parte, esperando encontrarte precisamente ahí.
miércoles, 30 de junio de 2010
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para ustedes allá, en europa, flor de cunetas. para mí, sudamericana de viaje, maravilla que hipnotiza. mis ojos no podían mirara hacia otra parte, aunque yo se los ordenara. (y si mis ojos miran yo, sumisa, saco fotos)
ResponderEliminarQue buena asociacion de esos "no se que" con las amapolas. la que esta abriendo para mi la mejor.
ResponderEliminarSaludos.
Mas que grande composição!
ResponderEliminarGosto muito deste tipo de trabalho.
Parabéns.
Saludos.
Bonita forma de dignificarla, podría ser el original del cartel de una campaña medioambiental.
ResponderEliminarUn abrazo
Esta comparación tuya de hoy me ha hecho reir, así que te doy las gracias por mostrar ese lado optimista de la vida que, a veces, sólo está al alcance de los niños y que es capaz de convertir un hierro oxidado y un trozo de plástico en una hermosa amapola.
ResponderEliminarLas amapolas es que son especialmente bellas y fuertes también. Resisten los embates del viento en las cunetas y tienen a la vez una delicada suavidad en sus pétalos: fiereza y suavidad...
ResponderEliminarPreciosas fotos y precioso texto, Besos
Un amigo siempre me decía...
ResponderEliminar"Las amapolas son la alegría de un campo de verde monotonía"
Incluso quienes la imitan buscan su alegría y espontaneidad.
Un abrazo
Ahí están ellas, imposible pasar desapercibidas; contrastando con el verde, o entre el trigo, en la arena de una cuneta, tan fuertes en tierra y tan frágiles una vez cortadas... como ocurre con muchas personas no puede arráncarseles de su medio sin que se mueran inmediatamente.
ResponderEliminarNadie ha sido capaz de tener nunca en su casa un jarrón con amapolas.
Y yo me alegro.
Me ha encannnnnntado este post tuyo, con ese contraste - amigo de las amapolas-no amapolas. Que nunca te falte esa mirada ni las ganas de compartirla.
Se te han colado unas imitadoreas, claro, no me extraña que quieran parecerse a la efímera amapola ;-)
ResponderEliminarPreciosas todas, pero me quedo con la que aparece con insecto...
"...provocación del margen. No el rojo sino la síntesis del rojo estampado como un signo..."
ResponderEliminarSiempre q miramos hacia otra parte como buscando otra cosa (aunq en realidad siempre se espera ver lo mismo), un "signo" nos indica q estamos x transgredir.
Besos. Hermosa foto.
Siempre ha sido mi flor favorita: imposible de arrancarla para poner en un jarrón.
ResponderEliminarLas de la última foto parecen menos frágiles...
ResponderEliminar;-)
Y siempre hay alguien que se intenta disfrazar.
ResponderEliminarEsencia del viaje. Rojo de acelerar el corazón.
ResponderEliminarme encantan las amapolas, esta semana pasada me hinché a ver montones de ellas por los campos.
ResponderEliminarbiquiños,
Me encantan las amapolas. Las de tu última foto tienen una belleza particular.
ResponderEliminarUn beso
Este si que es un buen trabajo sobre el rojo y su fuego intenso.
ResponderEliminarMagistral.
Bellisimas fotos,esto es ARTE.
ResponderEliminarUn saludo
Esos botoncitos rojos son felices.
ResponderEliminarLes has dado la vida que precisaban.
Cuando vuelvas a verlas, florecerán para ti. Te esperan.
Eres un poeta, Xuan.
Más que besos, más.
Preciosas flores, preciosas fotos... Saludos.
ResponderEliminarflor de cuneta que intenté fotografiar esta primavera en La Manzaneda, pero un día por otro, lo fui dejando siempre diciendo mañana paro y las fotografio, el agua terminó ajandolas y me quedé sin foto, menos mal que tu fuiste más cudadoso
ResponderEliminarWonderful
ResponderEliminarwork
good
sources
of
Inspiration
Me encantan las fotos, pero no tanto como tus -siempre sin igual - textos. Enhorabuena por ambos!
ResponderEliminarEstán en pleno esplendor, ahora es su momento. Bonita compo, Xuan!
ResponderEliminarSucedánea de ti, comercias adicciones con el viento.
ResponderEliminarNunca quisiera tener a un sucedáneo como adicción de algo.
Xuan, ¿por qué no escribes poesía?
¿O ya lo haces?
De las fotos nada te digo, salvo tu furtivo criterio de elección.
el rojo sea quizás el color más complicado para reproducir en los formatos actuales digitales, cualquiera lo diria viendo estas fotos, haces facil lo complicado, además poniendolo a prueba con distintos fondos e incluso con la ilusión de lo falso.
ResponderEliminarme ha encantado, un abrazo
Stupende tutte le tue foto, perfette, che suscitano forti emozioni.
ResponderEliminarComplimenti
Brunildotte
No sabría con cuál quedarme, son por su fragilidad y su levedad, flores muy apreciadas, al menos a mí me gustan muchísimo, ponen , como ya ha dicho alguien más arriba, una nota de color preciosa, en el verde inmenso del campo.
ResponderEliminarPrecisamente por aquí hay una pintora que las representa de dos en dos, en un formato vertical muy alargado, sólo flor y tallo, y tienen mucho éxito.
Pero es que tus fotografías tienen auténtica magia y además posees el don de la creatividad, fotografiando un hierro y unos plásticos, que cualquier artista conceptual podría presentar como una escultura.
Un abrazo fuerte.
Enrique.
Magníficas fotos. Las amapolas son como las sirenas que te atraen con su canto. No me puedo resistir, tengo que parar el coche y fotografiar.
ResponderEliminarUn saludo.
Las amapolas son el grado superlativo de la belleza efímera.
ResponderEliminarMe hipnotizan. Creo que podría vivir el resto del año con el calor de ese rojo :-)))
He descubierto hoy mismo este blog y he decidido quedarme. Una maravilla para la vista y para los sentidos el rinconcito que ofreces aquí.
ResponderEliminarUn saludo
Bésame. Amapola, bésame...
ResponderEliminarPreciosa composición, Xuan.
"Sucedánea de ti, comercias adicciones con el viento."
ResponderEliminarCuantas personas están actuando así sin darse cuenta, o dándosela pero, mirando para otro lado o utilizando al otro para no mirar en si.
Campos de trigo, fecunda floreta roja que te invade, inocula tu humildad entre los granos dorados que alimentarán a seres sensibles llenos de vida.
Tener miedo hace que impongamos fronteras dolorosas en aquellos que pensamos son los que nos provocan el miedo. Como ese pastor artificial, otro invento de la ignorancia del hombre atemorizado por su propia necesidad de dominio.