Gijón, Asturias
Perfiladas
entre las aristas de los edificios, las primeras luces del día van fundiendo la
niebla con la precisión de un soplete. Cuando alcanza su umbral de resistencia, la
bruma cristaliza de repente en transparencia pura, tanta que niega el aire y
uno tiene la sensación, más aún, el convencimiento de que ya no hay distancia
entre los sentidos y los objetos y el paisaje, porque la escena se ha vuelto
tan real, tan palpable como una fotografía. Precisamente por ello, ahora la
cámara está de más y aunque sigues disparando sabes de sobra que la única
fotografía que sirve es la anterior, aquella en la que los barcos todavía
guardan entre la niebla alguna posibilidad de travesía.
Um ambiente intrigante, como saído de uma das tuas histórias.
ResponderEliminarPreciosa foto.
EliminarEntre las distintas formas en que nos enriqueces con tu arte, a mí hoy me has proporcionado una escenografía que enriquece mi lectura de los cuentos de misterio de Jean Ray, con tal detalle y puntualidad que me resisto a pensar que tal suceso sea casual.
ResponderEliminarLo primero que veo son esas farolas que me llevan con tranquilidad hacia el fondo de la imagen y me descubren esa luz recién nacida que da amplitud a la toma y me permite verla en su totalidad.
ResponderEliminarExcelente.
Un abrazo
Allí donde anida la niebla me hace sentir bien. Quizás por aquello de desvanecerse entre la misma volviéndose uno más etéreo de lo que realmente es. Tu imagen me ayuda a navegar entre la misma frontera de lo irreal y lo soñado. Que no por ser onírico es menos cierto.
ResponderEliminarUn abrazo
un presente para los que se animan a madrugar
ResponderEliminary esta foto tambien vale, no me sea usted modesto. es una preciosidad, de esas que bordas y que de cuando en vez nos regalas. a mi me parece un trabajo muy fino.
ResponderEliminarcomo siempre tus textos son la mejor compañia, nos hacen ver casi lo mismo que el fotografo y eso es maravilloso.
un abrazo
Está preciosa, el carácter onírico que posee es muy interesante, me gusta el resultado, enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una imagen de novela negra
ResponderEliminarcada día mejor, textos y fotografías... bufff.
ResponderEliminarEs cierto e importante guardar la distancia entre lo real y el sueño para poder dejar que vuele a sus anchas la imaginación.
ResponderEliminarEn caso contrario la realidad nos destruiría porque no se puede vivir sin los sueños.
Aunque a pesar de todo, la niebla me da un poco de miedo. Como tratar de adivinar el futuro del que no sabemos tan siquiera cómo será el siguiente instante.
Cuantas veces prefiero esa sensacion de desazón, de desorientación que produce la niebla al paisaje trnasparente en el que la fantasía se termina!
ResponderEliminarHasta que llega el punto de inflexión, ese momento en el que "los barcos todavía guardan entre la niebla alguna posibilidad de travesía!.
Saludos
Difícil añadir algo nuevo a lo ya dicho. Destacaría, entonces, el elcuadre ortodoxo y perfecto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un amanecer brumoso es un espacio que te remonta hacia los temores que uno lleva más adentro.
ResponderEliminarIntrigante y bellísima imagen. Saludos.
ResponderEliminarComo un cuadro, estupendo acabado
ResponderEliminarPreciosa!!! me encanta la composición de esta foto y el efecto !! una pasada!. Un abrazo y feliz fin de semana.
ResponderEliminarUfff, lo que daría yo por captar una atmósfera como esa...
ResponderEliminarQué buena, parece una ilusión, un sueño.
¡Me gusta!
Asombrado, asombro, asombrarse...Debería existir una declinación especial para el asombro cuando nos enfrentamos a tus fotografías y a tus textos. Poeta y fotógrafo (¿poetógrafo?, ¿fotopoesía?). Se me están acabando los adjetivos: tendré que repetirme.
ResponderEliminarUn abrazo, Xuan
Y sobre la barandilla, el equilibrista empieza la travesía.
ResponderEliminarBesos, Xuan
espectacular luz y sombra...hermosísimas!!
ResponderEliminarDeliciosa fotografía...la mar de visual!
ResponderEliminarCordial saludo.
Ramón
Douceur, mystère et ambiance de roman policier / roman noir.
ResponderEliminarTrès beau!
Hermosa fotografía, Xuan. Me gustan así...lúgubres...preciosa.
ResponderEliminarSencillamente mágica.
ResponderEliminarSe siente el oleaje que menea los barcos.
Creo que ya te dije lo que te dije, pero vuelvo a decírtelo, para que no olvides que un día lo dije y hoy de nuevo te lo digo: No serías mejor pintor con el pincel de lo que lo eres con tu cámara. La simbiosis entre tú y ella es tal que su objetivo sabe perfectamente lo que quieres, lo que estás viendo, más allá de tus ojos, muy adentro de tus sentimientos. Se diría que formas parte de esa atmósfera misteriosa y envolvente que regala la niebla, te integras en ella, para ofrecernos imágenes tan bellamente sublimes como ésta.
ResponderEliminarSinceramente, desde el privilegio de la AMISTAD, me siento muy orgulloso de tenerte como amigo,tus letras y tus fotos, son testimonio diáfano de la sensibilidad que anida en tu interior, y que se proyecta en calidez humana, la misma con que abrazas a quienes tenemos la suerte de tenerte cerca, aunque sea virtualmente.
Gracias por esta belleza, Xuan, gracias por tus letras, por ser como eres.
Un fuerte abrazo.
Enrique.
Cuando me asome a esta foto me pareció adentrarme en la Isla del Tesoro, no se porque, pero me recordó un pasaje en el que se habla del muelle y lograste transportarme con tu imagen y tu texto. Me encanta.
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