Plaza de Chueca, Madrid
A través de esta ciudad que no
es la suya el fotógrafo dirige sus pasos de forma solo aparentemente casual. Su
búsqueda, no del todo consciente, está como siempre guiada más que por el afán
de conocer, por el de reconocer. Esta vez, sin ir más lejos, no para hasta dar
con una plaza idéntica a la que un día imaginó mientras leía una historia que
Muñoz Molina hizo transcurrir en este barrio, una historia sencilla de
soledades que se encuentran, una historia que es en si misma un barrio de una
ciudad que es un libro llamado Sefarad. Sentado en una terraza el fotógrafo se
entretiene con el ir y venir de los desconocidos, con los que salen del metro
como de entre bastidores, con la sonoridad propia de esta plaza, distinta a
todas, y con los balcones. Hasta que en uno de ellos aparece una anciana que
solo aparentemente ordena sus plantas mientras de forma solo aparentemente
casual una paloma se acerca a saludarla.
El momento captado perfectamente. Y la composición es estupenda.
ResponderEliminarSalu2
La composición es perfecta, buen juego de geometrías. Cada ventana un mundo, podemos intuir algunas historias, las otras las imaginamos y eso es tan interesante ...!
ResponderEliminarUn abrazo
hermosísima imagen casual de ese diálogo entre vecinas...
ResponderEliminarcariños!
Es una plaza llena de vida, siempre dinámica, siempre cambiante.
ResponderEliminarLa foto, perfecta, con tiralíneas y con mensaje, a Chueca también llega la crisis.
Abrazos.
Arquitectura tipicamente madrileña con esos balcones y la rejería. Muñoz Molina escribe muy bien.
ResponderEliminarAquí en el centro es donde me gustaría vivir a mí y no ha mucho que lo hice al ladito mismo de la plaza del dos mayo y que los madrileños llamamos "del dosde". Pero es un segundo, no tengo posibles y me quedaré con las ganas de habitar una de estas vetustas casas de techos altos. Muy bonita la foto.
abrazos
Qué momento más bonito que has captado!. Un abrazo Xuan. Me encanta el encuadre que has hecho.
ResponderEliminarQué dialogo mantendrán la señora y la paloma? ¿Serán vecinas habituales y ya cada una se sabe los movimientos de la otra?, Cuantas preguntas sugiere esta foto, me encanta.
ResponderEliminarConsigues que las palabras estén a la altura de tus fotografías. Qué magnífico conjunto el de hoy. Retrato de barrio con paloma.
ResponderEliminarTan iguales y tan distintas, cuantos mundos detrás de cada ventana. Perfecta captura. Saludos
ResponderEliminarQue buena escena has captado, parece que cada balcón nos pudiera contar una historia diferente, muy bien vista, saludos.
ResponderEliminarComo dice Navia solo reconocemos lo que ya esta en el interior de nosotros. Un abrazo.
ResponderEliminarY mira que podía haber elegido la paloma cualquiera de esos balcones inferiores cerrados a blancura y tranco, o esa vieja contraventana donde se ofrecen vendajes, o esa otra del centro superior donde está como asomada una planta de tamaño comparativamente humano... y sin embargo, desmintiendo misantropías, prefiere la charla animada con la mujer solitaria. Un fotógrafo vulgar se hubiera quedado tan solo con la escena entre vecinas, tú amplias el encuadre y nos regalas una imagen llena de detalles y simetrías, y la fotografía se convierte en narración.
ResponderEliminarEncaja totalmente.Bien visto. Releí hace poco "Ardor guerrero" un libro que me identifica totalmente ya que Muñoz-Molina y yo tenemos la misma edad.
ResponderEliminartener la mirada dispuesta para "reconocer" el instante.
ResponderEliminarQuizá vivir en la atmósfera adecuada.
La foto evoca historias, como esa del libro, que no he leído.
La ternura cambia la óptica de las cosas.
ResponderEliminarBesos besos
Que buena composición y lo mejor el elemento humano. Excelente foto.
ResponderEliminarUn saludo