Horas, días, semanas, meses tal vez, vagaron por senderos y vías de servicio; cruzaron aldeas, autopistas, montes de eucaliptos; bordearon sembrados, alambradas videovigiladas y cientos de rotondas; circunvalaron, traídos y llevados por la orografía y los planeamientos urbanísticos. Apenas con lo puesto, comiendo snacks, sin mirarse el uno al otro, envejeciendo, sin la posibilidad siquiera de rendirse, aferrados a una esperanza cada vez menos ambiciosa.
Hasta que el viento terral comenzó a soplar sobre su nuca, al principio con cierta indecisión, pero enseguida sin tregua, retroalimentándose con la misma oposición de los objetos, el terral que siguió soplando y los alzó, los zarandeó, los arrastró, el terral que incendió los montes y llenó su garganta de humo y polvo y los despojó de todo excepto de su propio sudor y terminó por arrojarlos a la orilla junto a sus escasas pertenencias, inconscientes casi, como un residuo inclasificable del destino.
Lentamente fueron despegando en un mismo movimiento párpados y labios, respirando por los ojos y sintiendo en los pies la mano fría del agua que los iba cubriendo, el efecto benéfico de la sal que empezaba ya a cicatrizar todas las heridas. Y alargaron primero un brazo y el otro después, agarrando el horizonte sobre el que, brazada a brazada, comenzaron a levantar un lugar en el que sobrevivir.
Hasta que el viento terral comenzó a soplar sobre su nuca, al principio con cierta indecisión, pero enseguida sin tregua, retroalimentándose con la misma oposición de los objetos, el terral que siguió soplando y los alzó, los zarandeó, los arrastró, el terral que incendió los montes y llenó su garganta de humo y polvo y los despojó de todo excepto de su propio sudor y terminó por arrojarlos a la orilla junto a sus escasas pertenencias, inconscientes casi, como un residuo inclasificable del destino.
Lentamente fueron despegando en un mismo movimiento párpados y labios, respirando por los ojos y sintiendo en los pies la mano fría del agua que los iba cubriendo, el efecto benéfico de la sal que empezaba ya a cicatrizar todas las heridas. Y alargaron primero un brazo y el otro después, agarrando el horizonte sobre el que, brazada a brazada, comenzaron a levantar un lugar en el que sobrevivir.
Lovely beach.
ResponderEliminarPrivate, even better.
Me descoloca la combinación de título, imagen y texto... Con estas chancletas tienen poco recorrido tus naufragos. Me gusta la imagen, tiene un punto de ironía, y lo complejo es hacerlo con una excelente imagen, como sin querer...
ResponderEliminarMe alegra que la combinación te descoloque, Ramón. Procuro que imagen y texto tengan vida propia e independiente, me gusta que el hilo que las une sea fino, muy fino.
EliminarLo mismo me ha pasado a mi, Xuan. Por un lado me ha hecho pensar en los migrantes, luego los incendios, y no encontraba la manera de empalmarlo todo.
EliminarTe he agradecido lo que dices de las ventajas de vivir en Asturias en lo que a la luz se refiere. Porque llevas toda la razón.
Desde luego la imagen tocada por tu varita mágica cobra una fuerza descriptiva y belleza visual indiscutibles,enhorabuena :)
ResponderEliminarUn abrazo.
todos somos náufragos?
ResponderEliminarSupongo que sí, Elisa: a todos nos arrojaron en la orilla. Y todos venimos del mar, lo dicen los científicos y a mi me gusta creerlo. Aunque estos náufragos son náufragos inversos.
Eliminar¿Venimos de la mar? Ojala sea del mar Cantábrico, ese mar tan apasionante de tu Gijón querido.
EliminarUn soplo, tal vez un impulso visceral a todos nos lleva y nos trae por esta isla que es el día a día de nuestras vidas. Ya sabemos donde terminaremos recalando, pero antes hay mucho que sentir, mucho que experimentar y eso es lo que nos mantiene náufragos, pero vivos. Felices Reyes
ResponderEliminarQue maravilla saber hacer fotos y escribir de manera tan magnífica en ambas facetas. Que envidia me das. Yo haciendo fotos aun sale alguna cosa, pero escribir se me da fatal, me falta todo, técnica sobretodo. Aunque ideas sobre las que escribir siempre tengo. En este caso además, la foto no creo que sea nada fácil de hacer. No creo que seas un tipo de fotógrafo como los fotógrafos de naturaleza (paso mucho por fotonatura y aunque conozco las técnicas, no las domino) que tira de filtros degradados neutros etc, etc. Lo digo porque que te salga luminoso todas las partes de esta foto, sobretodo el cielo no creo que sea fácil. A lo mejor se te da mejor que a mi las correcciones con PS. En todo caso me parece una foto excelente. Lo que me gusta sobretodos es la postura de ellos, sin acabar de entrar en el agua, como pensándoselo. No me extraña, el día no parece acompañar.
ResponderEliminarEl procesado de la foto está hecho en el Camera Raw de PS: no me dio mucho trabajo: mejorar el contraste del cielo y aclarar alguna sombra en la roca. La luz de la escena era excelente, privilegio de vivir en Asturias.
EliminarNáufragos en una orilla que transcurre entre dos mares que saben esperar. Tonto de mí, andaba aún con la idea de que seguías en barbecho de luz y palabras, y mira por donde me das la alegría de saberte de nuevo enredado en estas maravillas. Gracias y abrazo enorme, Xuan.
ResponderEliminarHas descrito la humanidad entera a partir de una anécdota. Excelente en foto y texto.
ResponderEliminarcada vez cuesta más mantenerse a flote: tanto naufragar me ha dejado un intermitente dolo de huesos... gran trabajo...
ResponderEliminarCoincido con muchos comentarios anteriores, a mi también me sacude el texto al tiempo que pienso analizando lo que leo, en aquella estrofa de la famosa canción donde en la voz de Nino Bravo se escucha esto: "Es ligero equipaje para tan largo viaje, las penas pesan en el corazón, mas allá del mar abrá un lugar donde el sol cada mañana brille mas..."
ResponderEliminarPor si no la has visto te recomiendo una pelicula, dicen los críticos que "menor" dentro de la filmografía de Hitchkock que sin embargo a mi me parece que es tras La ventana indiscreta su mejor trabajo. En ella, con un solo decorado y una decena de personajes se narra lo mejor y lo peor del ser humano. La película se llama "Náufragos". Si no puedes hacerte con ella, dímelo.
Un abrazo
Me suena la peli, si. Gracias por la recomendación, voy a buscarla.
EliminarMe suena la peli, si. Gracias por la recomendación, voy a buscarla.
EliminarCreo que se lo están pensando, no lo tienen muy claro, el agua debe estar fría y esos nubarrones amenazan tormenta. Nos espera un futuro cercano un tanto agitado. Fotografía agorera, Xuan.
ResponderEliminarFeliz semana.
Excelentemente compuesta, me encantan las "capas"de la fotografia, desde el primer plano lleno de detalles hasta ese cielo tan dramatico, enhorabuena, un abrazo.
ResponderEliminarEl texto me ha dado mucho que pensar y el hilo que une ambas cosas es fino, fino.
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