No he podido encontrar las palabras adecuadas para acompañar a esta fotografía. Me gustaría decir algo sobre la vida que resiste, sobre cómo en Portugal uno puede tropezarse a la vuelta de cualquier esquina con la presencia viva del pasado, sin necesidad de folclores ni de saudades mal entendidas, con la naturalidad de lo que no espera ni precisa nuestro reconocimiento. Quisiera decir algo sobre todo esto, pero cada vez que lo intento la mirada del limpiabotas me devuelve a mi lugar, al silencio de la platea del tiempo, al lado oscuro del ojo de la cerradura.
viernes, 29 de enero de 2016
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Una mirada que detiene, unos ojos que parecen no querer albergar a quien los mira. Mejor la distancia, el silencio, el respeto y quedarse con la mirada detenida. Una gran foto Xuan. Abrazo y buen fin de semana
ResponderEliminarUna fotografía clásica antes de ser mostrada, y el hecho de que esta vez el texto que lo acompaña sea directo, no literario, para mi la engrandece aun más. La escena es de otra época sin duda, o debería serlo. No he tenido aun el honor y el gusto de conocer Portugal, pero me muero de ganas por hacerlo. Pero bueno, como tantos otros destinos. Un abrazo.
ResponderEliminarte entiendo perfectamente...
ResponderEliminarEn la Gran Vía madrileña está según se publicita él mismo, el mejor "limpia" de Madrid y debe ser cierto.
ResponderEliminarTienes razón es difícil encontrar las palabras para acompañar a esta imagen. Es un trabajo tan digno como cualquier otro y ahí debería quedar pero claro visto desde la posición de quien sale con los zapatos limpios de casa nos hace sentir incómodos porque uno piensa y a veces padece con las carencias de los demás.
un abrazo
tuve la misma sensación de viajar en el tiempo cuando pasé por Portugal. Es una foto del cazador cazado... y la presa fuiste vos.
ResponderEliminarGran fotografía!!!...tu trabajo es impresionante y fotografías como esta me hacen seguir intentando mejorar...además de querer visitar otra vez Portugal, hace mucho ya...
ResponderEliminarUn gran abrazo y mi más sincera enhorabuena, Xuan!!! ;)
Ese espinazo se habrá reclinado tantas veces como píxeles tiene esta testimonial imagen, o más.
ResponderEliminarMemorable edición.
Un abrazo.
La foto habla por si sola Xuan, y cuando alguien habla lo mejor que podemos hacer es escucharle.
ResponderEliminarPor eso no se te ocurre nada, porque estás encantado con el escenario.
Muy buena edición
ResponderEliminarEs complicado, sí, con esa mirada intentar decir algo. Esos ojos ya lo dicen todo.
ResponderEliminarTremenda fotografía.
Feliz semana, Xuan.
Entiendo que las palabras no te salgan, esta mirada funde cualquier intento de poetizar la imagen, es prosa pura y directa.
ResponderEliminarAun, así con lo que nos dices, ya nos cuentas muchísimo.
ResponderEliminarUn abrazo, XuanRata
Impresionante retrato de una época que se ha acabado.
ResponderEliminarLa mirada y el gesto. Ahí está todo lo necesario en esta magnífica imagen.
ResponderEliminarDe tal intensidad es la mirada del limpiabotas que resta lo más valioso, por oportuno, supongo (¡qué suerte tienes!): la mirada espectral de la mujer del fondo.
ResponderEliminarLa naturalidad es un hecho que yace en muchos sitios. Afortunadamente en Portugal la vida es aún un suceso sencillo.
Enhorabuena.
Así es: esa mujer del fondo, que solo descubrí a la vuelta del viaje, en la tranquilidad de mi escritorio, es el punto mágico de esta escena, la mirada que me incluye en ella, la que de algún modo me rescata.
EliminarGracias, Sofía.