Sábado, 21 de mayo. Mañana de luz detenida, envuelta en gasa, red finísima que no deja pasar a los insectos. Mañana de caracoles quietos, de lino crecido y expectante, de ortigas atrapadas en su propio fulgor verde. Una mañana como para ir de pesca sin anzuelo. Mañana de vida queda: hasta la ausencia encuentra en esta mañana una manera de estar presente, de acompañar, sin dolor.
Desaparecido el horizonte entre nieblas lejanas, todo es aquí y horizontalidad. Hoy no quiero nada más, salvo andar a tu estela y dejar que se ahonde la distancia, que me aguardes al fondo, al borde de la tierra. Y descubrir que no conocíamos este lugar, a pesar de tenerlo tan cerca, tan a la mano.
Mañana de aire tan tenue que apenas hace falta respirar para sobrevivir. Mañana en la que sobrevivir es suficiente.
Desaparecido el horizonte entre nieblas lejanas, todo es aquí y horizontalidad. Hoy no quiero nada más, salvo andar a tu estela y dejar que se ahonde la distancia, que me aguardes al fondo, al borde de la tierra. Y descubrir que no conocíamos este lugar, a pesar de tenerlo tan cerca, tan a la mano.
Mañana de aire tan tenue que apenas hace falta respirar para sobrevivir. Mañana en la que sobrevivir es suficiente.
El conjunto tiene el sabor a melancolía y quietud de los días en que los ojos miran entreabiertos hacia los adentros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bien expresado lo que quieres transmitir en esta imagen...ante tan excelente texto cualquier comentario que hiciera sería una gota de agua en un océano.
ResponderEliminarBesos
Me has trasladado a un sitio que conozco que me produce también sentimientos semejantes, iguales.
ResponderEliminarMañana fresca y detenida. Mañana de horizontes calmos.
Y sordos.
Soledad, tristeza, melancolía, ...
ResponderEliminarMe encanta como has procesado esta imagen, Xuan.
Un fuerte abrazo.
No sé por qué -o sí lo sé- pero esta imagen y el texto me ha dejado un momento con el ánimo encogido.
ResponderEliminarTu día respira poesía.
ResponderEliminarsobrevivir, esa es la cuestión... el sábado la niebla cubría el monte...
ResponderEliminarNo sé por qué razón últimamente tu mirada es tan triste, poeta de altos vuelos.
ResponderEliminarQuiero vivir en tu poesía.
melancolía pero de horizontes abiertos, no todo está perdido
ResponderEliminar¡Cuánta sutileza, Xuan! Hasta teclear para comentarte me parece algo muy burdo...ssshhh...ssshhh
ResponderEliminarExcelente composicion que tansmite paz y tranquilidad, el texto tan interesante como de costumbre, un gran trabaj amigo,saludos y feliz semana.
ResponderEliminarHay días que mejor borrarlos del calendario, lo mejor de todo es que se pasan, ya sabes, después de la tempestad viene la calma.
ResponderEliminarUna foto que ilustra perfectamente esa sensación de "calma chicha".
Muchos ánimos.
Cierto que hay un poso de melancolía tanto en la imagen como en el texto que la acompaña, pero la intención era reflejar serenidad más que tristeza, una especie de modesta plenitud, tan mínima que en ocasiones puede pasarnos desapercibida, pero no por ello es menos intensa. Veo que no conseguí transmitir del todo este sentimiento: puede ser que se me de mejor mostrar la tristeza que la alegría.
ResponderEliminarGracias una vez más por vuestros comentarios.
Has captado muy bien ese momento de calma
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