Dicen los telediarios que, San Silvestre mediante, cada vez más gente despide el año corriendo, hasta el punto de haberse convertido en otra tradición, quien sabe si camino de hacerse obligatoria, tanta es la prisa que tenemos por dejarlo atrás, por cruzar ese umbral que hemos ido construyendo piedra a piedra, el mismo que estamos a punto de empezar a construir de nuevo. Al que llega a la meta el primero, es decir, al que antes sale del año, creo que le dan un premio, que es casi como premiar al que sea capaz de hacer un año en menos tiempo, meritorio logro sin duda, aunque no tanto como saber qué hacer con el resto. Ah, y sin olvidar el hecho de que es otra oportunidad nada despreciable de salir en la foto. Al fin y al cabo, celebrar un nuevo año es hacerse un autorretrato con el tiempo y comprobar que, maldito sea, por él no pasan los años, está siempre como el primer día.
Un abrazo a todos y que el 2017 os sea propicio.
Las prisas son la enfermedad dde este siglo. Te deseo lo mejor del mundo para el año que se nos está apunto de caer encima.
ResponderEliminarUn abrazo
Feliz año
ResponderEliminarTe ha salido el mensaje navideño de corrido.
ResponderEliminarQue los años venideros siempre sean mejores que los vividos.
Saludos desde el norte.
Igualmente Xuan. Te deseo un 2017 lleno de buenísimos instantes.
ResponderEliminarEl tiempo nunca tiene prisa. Somos nosotros los que corremos antes de que se nos acabe la parte de tiempo que nos toca.
ResponderEliminarTan largo como es y tan tacaño para los que vivimos.
No entiendo ná, Xuan.
Pero la foto nos enseña la grandeza de su existencia con esos muros tan recios y callados.
ResponderEliminarQué tendremos los humanos que siempre estamos a vueltas con el tiempo, seguramente por un deseo inconsciente de aferrarnos a él. No diré eso tan cursi de que el tiempo está dentro de nosotros mismos, que podemos relativizarlo a nuestra conveniencia; pero, casi. Mucho me enrollo últimamente, y mira que soy partidario de ceñirme al lado fotográfico de las entradas ...
ResponderEliminarUn abrazo, amigo Xuan. Que el próximo año sea un tiempo propicio para ti también.
Muy buena la foto si señor, unas escena muy curiosa y con una definición increíble. Tiene un nivel de detalle excelente tanto en los puntos de luz como en las sombras. Y las diferentes texturas de esta precioso rincón (no se donde será) me encantan. Yo creo que el señor corre porque tiene frío, je, je, tiene pinta de hacer mucho frio en la escena. Felíz año Xuan.
ResponderEliminarEstupenda imagen para despedir el año a toda prisa y un texto a su altura.
ResponderEliminarEstoy convencido de que tú sí sabrás que hacer con el resto del año, aprisa o no.
Un abrazo y Feliz 2017.
No hay tiempo, no debería haber prisa, no hay adonde ir, no debería haber meta, sin embargo cada cual necesita en su orden personal un tiempo y un camino que recorrer para alcanzar aquello que aún no está a su alcance. Locura, cordura? que se yo.
ResponderEliminarUna foto esplendida para acabar con este año y recomenzar el que comenzamos tantas veces. Un abrazo y feliz año
Feliz Año Nuevo, Xuan...y gracias por tanto, amigo!!! ;)
ResponderEliminarExcelente imagen, Xuan.
ResponderEliminarTe deseo que 2017 satisfaga tus deseos.
Feliz Año Nuevo
Feliz año, Xuan, hoy solo eso.
ResponderEliminarUn abrazo
Venturoso te lo deseo, Xuan, eres un crack y espero que el 2017 te lo reconozca. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEl hombre habrá llegado ya a la meta. Se inicia un nuevo año, una nueva carrera para llegar a una meta repetitiva, y así hasta la última.
ResponderEliminarBuena foto, el hombre colocado en su sitio y espacio por recorrer en la misma imagen, los detalles acompañan para contemplar el escenario y disfrutar para los que como yo, piensan que eso de correr, bueno del todo no debe ser.
Correr, correr todos corremos, cada una en busca de aquello que cree que le espera. Qué tengas un año lleno de nuevos proyectos.
ResponderEliminarTodos andamos corriendo, incluso estando sentados, mucha prisa para todo, mal asunto. Me gusta tu forma de despedir el año, aunque sea corriendo, jeje.
ResponderEliminarEspero seguir viendo tus trabajos y leyendo tus textos durante el año que acaba de empezar.
Hace ya mucho tiempo, a la salida de una puerta giratoria que daba acceso a una exposición de esas que, ignorando con saña cualquier modestia, llaman universal, recuerdo que una mujer gritaba a su marido: ¡corre, corre!. El hombre, voluntarioso y sin duda de buen corazón, salió corriendo y cuando llevaba recorrida una considerable distancia se detuvo, se dio la vuelta y, desconcertado, interpeló a su mujer: ¿hacia dónde? Correr, lo que se dice correr, corremos; otra cosa muy distinta es saber hacia dónde.
ResponderEliminarImpagables los contrastes: alguien que observa; el hombre que corre; la ropa inadecuada; la piedra antigua, con las cosas del pasado pegadas a ella y de la cual parece huir el solitario corredor.
Abrazo.