jueves, 17 de enero de 2019

La hora incierta



   De algún modo cada faro es el faro del fin del mundo: el último bastión de la última frontera que somos capaces de defender con cierta solvencia. Y la última instancia de los que se aventuran extramuros. Ni el GPS ni todos los satélites que orbitan sobre nosotros han conseguido apagar los faros: ondeando en la oscuridad su luz es la bandera que representa la patria común de la noche, esa en la que el sueño y el cobijo nos devuelven a una fraternidad umbilical a prueba de discursos. 

   Sin embargo, desde el faro de Camarinal esta sensación de finis terrae se diluye a medida que se encienden las luces de la costa y comienza a emerger en el horizonte otro litoral, espejo del nuestro, con sus poblaciones y sus faros y sus acantilados donde otros ojos tal vez nos imaginan: desde Ceuta hasta Tánger una línea de puntos se dibuja casi como una prolongación de la que a nuestra izquierda llega hasta Tarifa. 

   Así, en esa hora incierta en que se mezclan los últimos rescoldos del día con las primera llamas de la noche y en la que nuestros cuerpos se aligeran y se funden, el faro se convierte en umbral. Y mientras nos prometemos saltar algún día al otro lado, no podemos evitar vernos ya en sus ojos y desde sus ojos mirarnos.


23 comentarios:

  1. Tienen imán los fsros, esa atracción del rumbo seguro, del camino guiados del no perdernos por más que aventuremos.
    Y, por supuesto el atractivo de que donde hay faro, hay mar. En este sebtdo, también nos guía desde tierra.

    Besos

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    1. Así es, el faro invita tanto al regreso como a la partida. El faro siempre está proyectanto, incluso cuando no está encendido.

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  2. Mientras lo pasajero va y viene, el faro siempre está ahí como punto de referencia, no importa desde qué lado se mire.
    Un abrazo.

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    1. Y alimenta nuestras ilusiones, entre ellas también la ilusión de lo permanente.

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  3. Me encanta la foto!!! Esa sensación de movimiento que da el avance de la o las personas de primer plano es maravillosa. Te ha quedado en el punto justo de difuminación. El resto de la foto esta un poco movida, pero en este tipo de fotos eso no importa y hasta diría que es necesario. A mi me apasionan los faros, me parecen sitios mágicos, reductos de un pasado mejor llenos de ecos de antaño. Es muy fácil imaginar increíbles historias asociadas a los mismos. La literatura esta plagada de ejemplos al respecto. Me ha encantado esta entrada.

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    1. Como bien dices, toda la imagen tiene una cierta trepidación que le resta al faro algo de su solidez. En un principio ese detalle me hechó un poco para atrás a la hora de publicar la foto, pero más adelante me di cuenta que también eso formaba parte de la atmósfera del instante. Y al aceptarlo entendí porque esta imagen me atraía tanto.

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  4. Creativa fotografía la que has logrado.
    Saludos.
    Ramón

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    1. Gracias, Antonio. A veces la creatividad no es más que dejarse llevar y disparar.

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  5. Tengo flaca la memoria, pero creo me resultará difícil olvidar los buenos e intensos momentos vividos en la lectura de "La piel fría", de Sánchez Piñol.

    Y a qué viene esto?... Pues por el faro, sí.

    Empieza así: "Nunca estamos infinitamente lejos de aquellos a quienes odiamos. Por la misma razón, pues, podríamos creer que nunca estaremos absolutamente cerca de aquellos a quienes amamos".

    Gracias por acercarnos uno y por hacernos viajar a través de tus palabras, Xuan.

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    1. No he leído el libro, pero basta que aparezca el mar, la isla, el faro, para que me apetezca embarcarme en él. Gracias a ti por la sugerencia y por esa cita que nos ilumina como un chispazo.

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  6. Para los que lo ven desde lejos, desde la otra orilla o desde mar adentro, debe ser muy contractoria su visión, por un lado diciendo "aquí estoy" y por otro "no te acerques más".
    Un abrazo, XuanRata.

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    1. Cuando las circunstancias en la mar son adversas no debe de ser fácil ese cálculo en la oscuridad. El faro es solo uno de los términos de la ecuación.
      Un abrazo.

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  7. Somos meros fantasmas de paso buscando un faro.

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    1. Y nada más fantasmal que la luz de un faro en la noche.

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  8. Muy buena la fotografía y el texto, me encantan. Un fuerte abrazo.

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    1. Gracias, Ana. Yo no sé si la foto es buena pero, a falta de otro criterio mejor, sí se que se adecuaba a la sensación de aquel momento y de algún modo la tradujo para mí en algo tan palpable o impalpable como puede ser una imagen.

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  9. Creo que ese faro sirve para los que nos miran desde el otro lado y quieren venir y verlo desde más cerca, somos la tierra prometida para ellos. La hora azul aporta más encanto a la escena.

    Feliz semana, Xuan.

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    1. Se me ocurre que siempre ponemos las promesas del otro lado, como si no quisiéramos alcanzarlas del todo.

      Un abrazo, Enrique.

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  10. Como siempre encantado de ver tus imágenes y de leer tus bellos y acertados textos,saludos.

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    1. Gracias por seguir frecuentando este espacio, Jesús. Saludos.

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  11. Los faros son corazones de luz, no es de extrañar que alguien que la tiene por amante se acerque a ellos como tú lo haces.

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    1. Me quedo con esa imagen de luz latiendo y de los demás auscultándonos en ella. Gracias, Josep.

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