Lentamente se abre paso a través de la tierra y de los siglos la mano crispada de un cíclope que yace bajo la llanura de Tesalia. Con el corazón acelerado correteamos entre sus dedos los ratones y creyéndolos montañas de arenisca admiramos sin saberlo la filigrana de sus huellas dactilares, los delicados pliegues que articulan sus falanges, las líneas de la palma de su mano que tomamos por senderos hacia otras regiones más felices, cuando en realidad todo ese ondear de estratos y de simas no es más que el troquelado por donde, sin previo aviso, quebrará sobre nosotros sus dedos el gigante.
Impresionante ese macizo, o roca, o dedo... La Naturaleza pone su espectacularidad y su grandeza, nosotros las explicaciones.
ResponderEliminarBesos
En lugares así más que en ningún otro sitio sobran las explicaciones, y sin embargo, es precisamente entonces cuando más necesitamos de las mitologías, de las pequeñas historias que nos otorguen una oportunidad para convivir con lo sublime y habitarlo.
EliminarBesos
Qué pequeñitos somos ante la naturaleza. Me encanta el relato
ResponderEliminarAsí es, por eso nos pasamos la vida empeñados en demostrar lo contrario. Somos seres algo patéticos pero con un punto entrañable, como los ratones.
EliminarMe encanta la textura de la roca y el procesado de la foto. Parece un monumento tejido por la madre naturaleza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese tejido de la roca tiene su correspondencia precisa en el tejido de la falda de la improvisada fotógrafa que se yergue vertical sobre el abismo: ella fotografía a la montaña pero también la montaña contiene una imagen suya, como en un espejo de piedra.
EliminarY aunque fuéramos conscientes de los peligros, sospecho que somos muy capaces de meternos en la boca del lobo, o del cíclope, con tal de capturar una buena fotografía.
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces parece que la buena fotografía es precisamente esa, la siguiente, la que está un paso más allá, cuando a menudo suele estar un paso más acá.
EliminarOtro abrazo de vuelta
Ante un cíclope semejante uno no puede dejar de arriesgar la vida si es necesario por juguetear un tanto con él. Bellísima imagen XuanRata. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarCiertamente el riesgo forma parte de esa sensación de lo sublime tantas veces descrita y que nos acompaña desde la época dorada del Romanticismo, siempre y cuando el riesgo no se convierta en oportunidad para el narcisismo como vemos a menudo en esos selfies pseudo-suicidas… pero bueno, ese es otro tema.
EliminarUn abrazo
Buena imagen, amigo... Bien captada. Me encanta la composicion de la escena
ResponderEliminarSaludos
La composición se basa esta vez en la sucesión de planos y la contraposición de figuras. Qué difícil es lograr que estas fotografías transmitan algo de la grandiosidad del lugar.
EliminarMe encanta la foto, es increíble la gama de blancos, negros y grises que has captado en esa magnífica foto, que además contrastan de maravilla con los colores de la falda de la mujer. Me fascinan especialmente los blancos de esa pared, son increíbles y extraños.
ResponderEliminarYo no conocía para nada la región de meteora en Grecia ni sus famosos monasterios cuando hace años vi de casualidad una exposición sobre estas increíbles monásticas en tan magnífico escenario natural. No recuerdo donde la vi, pero fue en algún lugar turístico y la vi de forma casual y me dejo absolutamente enamorado del lugar. Creo que aun a día de hoy las mujeres no tienen acceso a la mayoría de comunidades y eso me tira bastante para atrás (más que todo porque no viajo solo, siempre viajo con mujer e hijos en esta época de mi vida).
Pero sin duda es uno de los sitios que dentro de mi lista de deseos a la hora de viajar esta en los puestos más altos de la lista.
El color de esa falda es otro elemento clave de la composición, el contrapunto en esa última hora de la tarde donde todo lo demás se va volviendo monocromático.
EliminarLa región de Meteora es uno de esos lugares mágicos que difícilmente decepcionan. Actualmente las mujeres no tienen el acceso restringido a ninguno de los 6 monasterios visitables, únicamente se ven obligadas a cubrir piernas y hombros con las faldas y pañuelos que se les facilitan a la entrada. Es un negocio muy bien montado, pero al menos cuando yo estuve, principios de junio, no había una masificación excesiva. Ah, otro detalle: hice el recorrido a pie, al contrario que el resto de los mortales que allí me encontré, y te aseguro que merece la pena hacerlo así.
Quizás por eso Grecia es el origen de tantas cosas y el lugar en el que se esconden tantas respuestas. La foto y el texto, como han dicho, son sobresalientes.
ResponderEliminarDe Grecia venimos. No es casual que a todos los que volvemos nos resulte tan familiar.
EliminarGracias, Roberto.
Menudo lugar, espectacular donde los haya, siempre quise visitarlo, excelente la composicion y la edicion y aunque me repitamuy bueno el texto tambien, pero esto no es ninguna novedad, saludos y feliz semana.
ResponderEliminarNo dejes de ir si tienes oportunidad, Jesús, te sentirás pequeño y no te importará.
EliminarKoran dankon
ResponderEliminarQué bien tuteas, con luz y palabras, a la mismísima levedad. Se agradece.
ResponderEliminarYa me gustaría, Josep. Para tutear a la levedad mejor callarse o como mucho algún verbo sin conjugar.
EliminarEl hombre utilizó su imaginación para explicarse el mundo hasta que llegó la ciencia para dar su versión de los hechos, igual que has hecho tú.Estupendos.
ResponderEliminarLa ciencia solo da un verdadero salto cuando se deja llevar por la imaginación, aunque después la razón vuelva a tomar los mandos.
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